jueves, 28 de diciembre de 2017

miércoles, 27 de diciembre de 2017

martes, 26 de diciembre de 2017

El paso del tiempo


El 31 de Diciembre inexorablemente comunica con finales, con períodos que terminan, con ciclos que se cierran. La vida no es eterna y la finitud golpea como nunca mientras cantamos “faltan 5 pa’ las 12”. Allí esta el tiempo escapándose de las manos sin que haya poder humano capaz de detenerlo. Ni el dinero, ni el poder, ni la sabiduría, logran atraparlo. Corre y corre y según datos científicos, cada vez mas rápido. ¿Será que sí?  Alguien dijo que las actuales 24 horas que marcan un día, hoy por hoy son en realidad 16. La resonancia Schumann y otras explicaciones científicas le aclararían el asunto a los interesados. Pero el tiempo corre y allí estamos nosotros, atrapados en su espiral, o en su locura o en su inexistencia. Sí, ¿por qué quien dijo que el tiempo existe? ¿Quiénes hablaron de pasado, presente y futuro? ¿Quiénes nos condenaron a quedar secuestrados en su secuencia? ¿Acaso existe algo mas que un presente eterno?

Jean Pierre Garnier, científico francés, es el autor de la teoría del desdoblamiento del tiempo, una manera muy diferente de concebir la vida y el tiempo, claro. Muy posiblemente vamos a tener que aprender nuevas concepciones (o realidades) sobre el tiempo. Hasta ahora, manejamos tres categorías, pasado presente y futuro, que en otra dimensión no existen. No es fácil de asimilar. Cuando se sale de la órbita terrestre, el tiempo transcurre en otra resolución, muchísimo mas acelerado. Aquí, en esta dimensión, viviríamos entonces en un tiempo ralentizado. O sea que el tiempo tal como lo asimilamos, si cambiamos de órbita no se da como nosotros lo percibimos. Además qué tan subjetivo termina siendo, qué tanto depende de nuestra percepción o sensación…cuando estamos en una situación agradable el tiempo se pasa “volando” pero cuando hay una incomodidad o una espera, “los minutos se vuelven eternos”. En la misma dimensión. ¿Quién no lo ha experimentado?

Este 31 de Diciembre  otra vez, habla de finales, de épocas que concluyen. Ilusiones frustradas, expectativas resueltas, metas conseguidas, logros obtenidos, pero finales definitivos, círculos cerrados, épocas que no volverán. Podemos tener espejo retrovisor y la amargura será infinita porque lo que ya se vivió, bueno o malo, jamás volverá. La nostalgia, ese amarre al pasado, ese mirar para atrás creyendo que allá hemos dejado lo mejor de nuestra vida, termina lastimando, desgarrando el presente, porque como en las falsas noticias y creencias, la vida esta para adelante, nunca para atrás. Los seres humanos necesitamos construir secuencias de manera que podamos digerir los acontecimientos. Un eterno presente será dificilísimo de manejar pero…es lo único real que siempre nos acompaña.

Hay muchas maneras de hacerse daño, sin necesidad de que sea un tercero el responsable de nuestro sufrimiento. Basta con lastimarse añorando situaciones del pasado, o juzgándose por errores ya cometidos, o carcomiéndose las entrañas “por lo que no se hizo”. La vida, repito, está para adelante. Y necesitamos el pasado para aprender de él pero nunca para torturarnos por su existencia. 31 de Diciembre es una oportunidad maravillosa de esperar lo que está por venir, con optimismo,  y creyendo en la infinita capacidad del ser humano para superarse cada vez mas, es la evolución. ¡A eso vinimos!


Gloria H. @Revolturas

viernes, 22 de diciembre de 2017

jueves, 21 de diciembre de 2017

miércoles, 20 de diciembre de 2017

martes, 19 de diciembre de 2017

¿Dónde el 24? ¿Y el 31?


Diciembre es un mes de paradojas. Por un lado están las costumbres y tradiciones que nos repiten a voz en cuello que Navidad es la época del amor, la alegría, el encuentro familiar, los abrazos y el mundo maravilloso de la amistad. Pero cada vez es mas claro que hemos montado a Diciembre sobre una mentira, una ilusión, o una farsa, porque ni el amor, la alegría o los encuentros familiares se dan con la “facilidad” que desearíamos. Aun mas, ¡no se dan! Lo que se produce son una serie de desencuentros, de dificultades, de roces,  de divisiones porque la familia “no se comporta” como dice la propaganda. La familia de la foto no existe. Y menos aún en el mundo moderno, independiente, rebelde, que intenta zafarse de las costumbres para “caminar diferente”. Ya no es tan fácil “obligar” a nombre de la autoridad, o la costumbre o la tradición, a que la familia se reúna a pesar de la hartera y la oposición de varios de los participantes del núcleo familiar. La modernidad ha permitido la sublevación y entonces todos no acatan las “órdenes” del amor parental. Y desde el comienzo del mes surge la “nefasta” inquietud “¿dónde pasaremos el 24?, ¿y con quien el 31?”.

La familia consanguínea está conformada por personas que se supone, fueron “alimentadas” con la misma leche. Se esperaría (se supone) que tengan mas o menos un comportamiento uniforme. Pero la uniformidad y disciplina son pura teoría. Cada vez mas los hijos no siguen las mismas instrucciones, les da hartera la tradición y es mas fácil cuadrar a 4 micos para una foto a que los lazos de sangre faciliten el desenvolvimiento del ideal de familia. Y si a esto se le mezcla las familias políticas con otras costumbres e ideas diferentes, donde los temperamentos, costumbres, comidas, gustos y hasta regionalismos no coinciden, Diciembre lejos de ser el mes del amor y la alegría, puede convertirse en el mes de las pesadillas.  

Por eso cada vez se parece mas a una máscara. Cada año es mas cercano a una tragicomedia, montado sobre una apariencia. Lo importante es “blindarse” contra las falsas ilusiones de que Diciembre trae cosido a sus entrañas la palabra “amor y reconciliación”. Llega Navidad y no significa que los problemas desaparecen. El abrazo del 24 o el del 31 no “alcanzan” para limar asperezas, o diferencias ancestrales. Al menos soportan 4 horas de reunión y varios aguardientes encima… Lo importante entonces es aprender a manejar situaciones incómodas y no soñar con que van a desaparecer.

La tradición continúa pero la actitud debe ser diferente. Lo primero bajarse de la nube de la familia perfecta.  Quedan descartados los reclamos, las ilusiones, las expectativas.  No espere nada, no porque no lo quieran o se lo merezca sino porque nadie tiene la obligación de darle nada. Los hijos tienen derecho a crecer e irse. Tienen derecho a “elegir” con quien pasar las fiestas. Donde pasar el 24 o el 31 no puede convertirse en un asunto de vida o muerte. Y no se debe manipular con la culpa o el chantaje afectivo (en lo que somos expertas las mamas). Es una festividad que si se conecta con lo espiritual debe producir paz interior a pesar del ajetreo exterior. Lo importante es aceptar que  con las luces de Navidad no llega implícita la reconciliación. Esa hay que construirla y no solo desearla.


Gloria H. @Revolturas

lunes, 18 de diciembre de 2017

viernes, 15 de diciembre de 2017

jueves, 14 de diciembre de 2017

miércoles, 13 de diciembre de 2017

martes, 12 de diciembre de 2017

Trump ¿necesario?




Tiene que ver con tus creencias. Y con el sentido de la vida. ¿Para qué nacemos? ¿Qué estamos haciendo aquí? No, no es necesario creer en Dios (ahora tan de moda cuestionar su existencia), pero si preguntarse al menos qué es lo que hacemos en esta tierra como seres humanos con vida. Y si la respuesta (elemental) es que nacemos para aprender, que nuestra tarea cada día es intentar ser “mejores personas”, obvio entonces que individuos como Donald Trump son “necesarios”, casi indispensables en ese aprendizaje. Si no existen seres como él, ¿cómo aprendemos?

Dentro de esta línea de pensamiento, cada quien puede tener su propia lista de tiranos. O torturadores. O malvados. O, (en términos espirituales) de maestros. Sí, maestros. Porque maestro es el que enseña. El que con sus acciones nos motiva a imitarlo o por el contrario nos muestra cuán enfermizos son sus comportamientos para no repetirlos. Y en este terreno, Donald Trump es un experto. A través de los 11 meses de su mandato, cada semana una acción suya, que golpean tan fuerte, señala cómo no debe ser el comportamiento humano. Pasando por encima de cualquiera, a nombre de los Estados Unidos de América, su actitud desafiante y prepotente es un continuo aprendizaje. El egoísmo, el cinismo (o la patología) lo blindan para hacer lo que se le dé la gana. ¿Copiamos?

¿Por qué lo eligieron? ¿Cómo un hombre como él, que le importa un higo lo que suceda fuera de sus fronteras, puede sentarse en la silla de presidencia del país mas poderoso del mundo occidental, excluir y discriminar a los seres humanos, por el lugar donde nacieron, por el color de su piel o por sus condiciones económicas? Actúa y enseña. Afuera, en ese “espejo Trump” podemos mirarnos y ver la injusticia, el absurdo de creerse superior o de “mejor familia” sin dimensionar el dolor o el sufrimiento que nuestros actos producen en los demás. Cómo es de cruel la discriminación y cuánto dolor o sufrimiento generan a personas aparentemente inocentes. Sí, es una sensación de infinita impotencia porque nada podemos hacer, nada. Pareciera como si el mundo mirara el desarrollo de una película sólo que nosotros estamos en el libreto y no sabemos su final. Pero, debemos aprender, debemos intentar no repetir conductas semejantes. ¿Qué tan Trump podemos llegar a ser? ¿Qué tan atrevidos somos, disponiendo de la vida de los que nos rodean como nos da la gana?

Sus acciones  cuestionan la condición humana. ¿Así somos todos? ¿Qué nos diferencia, qué nos iguala? No es un asunto de tener la razón. Es la aceptación de la diferencia como parte fundamental del existir. Aceptación aun cuando no se compartan los comportamientos. Aceptar los hechos no es complicidad, es realidad.   ¡Trump enseña! La soberbia llevada al límite. El poder del poder. Aprender historia, conocer sobre el mundo oriental, captar el poder de la tiranía, la responsabilidad de un voto apresurado, observar a un narciso que no respeta normas, leyes, un hombre que no conoce el significado de la palabra tolerancia. El fantasma de una catástrofe mundial ronda. Lo paradójico es que aún existen personas que lo consideran héroe. La teoría de los niveles de conciencia ayuda a explicar el por qué de su nombramiento. Qué complejo pero Trump ¡es el maestro!  Aprendemos o seguimos repitiendo.


Gloria H. @Revolturas

jueves, 7 de diciembre de 2017

miércoles, 6 de diciembre de 2017

martes, 5 de diciembre de 2017

Etica y Psicología


Esta misma semana, recibí en mi consultorio el caso de una niña, Lucía, 9 años, hija de padres separados, llevada a consulta por su madre porque la menor dice que cuando va a la casa de su papá, él la toca, se mete con ella en la cama e intenta debajo de las cobijas, que se quede quieta y “disfrute” del contacto con su padre. De acuerdo a una sanción de castigo que impuso el Tribunal Deontológico y Bioético de Psicología y al comportamiento que considera se debe continuar ejerciendo, ni yo ni ningún psicólogo podría recibir a la niña sin el consentimiento del padre, a pesar de que la madre desea con urgencia proteger a su hija. La mamá no  acude aún a la justicia para el consentimiento exigido (en reemplazo del padre) porque quiere antes contar con el diagnóstico de un profesional en Psicología que avale las palabras y actitudes de su hija. Lógico, el padre no acepta ninguna insinuación sobre este tema e impide que la niña asista a “esas pendejadas de psicología”.

Según las interpretaciones del Tribunal Deontológico y Bioético de Psicología se está cometiendo una falta porque no importan ni el miedo, la palabra y el cambio de actitud de la niña, ni la impotencia de la madre frente al padre atropellador porque no hay consentimiento oficial de los dos progenitores. Lógico no hay ni podrá haber consentimiento del padre para que la niña reciba asesoría psicológica que podría develar su conducta patológica. La madre no quiere hacer pública la problemática hasta no tener una certeza profesional de las palabras de la niña y por eso está en el proceso psicológico particular antes de acceder a la Justicia correspondiente.

Por lo mismo, la actitudes de la niña claramente manifiestas, de acuerdo al Tribunal Deontológico y Bioético de Psicología no permiten deducir la salud mental del padre puesto que éste no es paciente de la psicóloga que recibe a la niña. Ni la percepción, el análisis, la intuición y el conocimiento, (componentes eminentemente psicológicos y avalados por los estudios de la profesión de Psicología) pueden aplicarse para trabajar un caso. No puede darse ninguna interpretación (técnica psicoanalítica) puesto que desde esta mirada cognitiva de psicología, sólo existe lo eminentemente literal.

No importa ninguno de los efectos de la situación manifestados claramente en el comportamiento de la menor. De acuerdo a los conceptos del actual Tribunal Deontológico y Bioético de Psicología, un niño o niña no merecen ser cuidados y protegidos con la sola duda del peligro que esté corriendo en cualquier nivel de su existencia (afectivo, sexual, emocional). De acuerdo con este Tribunal Deontológico y Bioético de Psicología ¡hay que proteger al adulto! El derecho de los mayores y más del padre, deben privilegiarse por encima de los del menor. Actitud totalmente contraria a las nuevas miradas sobre la necesidad de protección del menor y la lucha contra la violencia del mundo patriarcal. ¿Quién atiende el sentir y el dolor de un niño? Abrir la compuerta de las emociones, empezar a oír historias íntimas de profundo sufrimiento que nunca fueron escuchados, eso es lo que hay reprimido en el inconsciente colectivo. ¿Hasta cuando? Hasta tomar conciencia y considerar que nada, nada puede estar por encima del sentir infantil..


 Gloria H. @Revolutras

jueves, 30 de noviembre de 2017

miércoles, 29 de noviembre de 2017

martes, 28 de noviembre de 2017

El poder masculino


Sí, puede que usted todavía lo dude. Puede creer que son “viejas exageradas”. Y su reflexión sea “ahora les dio a todas por decir lo mismo”. Puede que crea que el mundo se feminizó y todos los hombres se convirtieron en potenciales abusadores. Puede estar pensando que señalar hombres se convirtió en una pandemia, algo así como un virus contagioso y ahora todas las mujeres “si” recuerdan lo que los hombres que rodearon sus vidas les hicieron alguna vez. ¿Qué coincidencia? Todas a la vez. Sin embargo, déjeme decirle que es tan arraigado el concepto del “derecho” de un hombre, un padre, un hermano, un hijo, (hombres todos), sobre el cuerpo, el dinero, las ideas, los horarios de las mujeres, que lo mas delicado es la sorpresa por el descubrimiento. Era tan natural el sometimiento que ver lo contrario es sorprendente. Pasó en las narices de todos y “nadie” vio o se dio cuenta o registró. Pasó (y sigue pasando en todos los lugares) pero nadie lo captó. ¿Por qué?

Es el poder masculino, el poder de quien detenta los instrumentos para someter a otros. Son abismales sus secuelas y sus consecuencias. Sucede con la mujer, con los niños, con los animales. El sábado se celebró el “día de la no violencia contra la mujer”, donde lo que se busca es crear conciencia para no ver como natural conductas patológicas y humillantes pero es mas fácil derrumbar un edificio que cambiar creencias. Es tan natural generar violencia a nombre del patriarcado que en estos días, dos profesoras de Psicología de una universidad caleña, decidieron favorecer a un papá perturbado emocionalmente, por encima de la situación concreta y asfixiante que vivía su hijo. Dos profesoras de Psicología, en una actitud totalmente patriarcal. Pudieron mas el orgullo y ego del hombre que el dolor y derecho del niño. No importa: es el poder masculino por encima del sentir del hijo. “Por qué nadie me cree, ni Bienestar, ni los jueces de que digo la verdad, que no soporto a mi papá, que me desespera, que me llama todo el día, que me persigue, que se me aparece, que no me quiero ir con él”. Un poder asfixiante que somete, que considera que las mujeres, los niños y los animales, son instrumentos al servicio del patriarcado. Sí, la mujer también puede ser machista, en especial cuando desea ganarse el beneplácito masculino y allí sí, no importa lo que se lleve por delante.

Es visceral, está cosido a las entrañas y como tumor no es fácil de erradicar. Hace metástasis en el cuerpo comunitario. Los jueces son un cuello de botella. Un gran número de ellos no tienen sensibilidad para entender que hay que propiciar equilibrio y no un sometimiento donde “bajar la cabeza” no pueda ser la conducta a seguir. Existen multitud de casos en este momento, a pesar de las campañas, de los buenos deseos.  La información es tal vez el único instrumento para modificar las creencias. Sin embargo el miedo a perder el poder se convierte en el mayor enemigo. No hay que olvidar que el poder mas fuerte de la condición humana, por encima del dinero, del sexo, o de la droga, es el poder. Poder para poder. Poder para humillar. Poder para someter. Los casos se multiplican y pareciera que estemos arando en el desierto.  No hay que perder la esperanza: cada caso que devuelve la dignidad, vale la pena.     ¡Intentémoslo!


Gloria H. @Revolturas

lunes, 27 de noviembre de 2017

viernes, 24 de noviembre de 2017

jueves, 23 de noviembre de 2017

miércoles, 22 de noviembre de 2017

martes, 21 de noviembre de 2017

¿Usted necesita psicólogo?


La celebración del día del psicólogo, 20 de Noviembre, justifica la pregunta. Pero no, no se asuste. No le estoy diciendo que está loco, (es el sentir popular) sólo le estoy preguntando si se ha planteado la posibilidad de sentarse frente a un profesional donde usted pueda “desnudar su alma” sin ser juzgado. Donde pueda ser escuchado, pero tal vez, lo mas importante “escucharse a usted mismo” y caer en cuenta de aspectos de su vida que de pronto ha vivido en automático. Un lunes se conecta con el otro lunes y pareciera que el tiempo pasó en un segundo y “ni se dió cuenta” que fue lo que vivió. La rapidez del mundo actual, los cambios diarios que no dan espera, las nuevísimas formas de relaciones de pareja, la crianza de los hijos… a todo hay que dar respuesta y siente que no tiene las herramientas para poder enfrentar diversas situaciones. Lo que mas escucho en mi consultorio es la repetida expresión “si lo hubiera sabido antes…”. Sí, porque para eso está un psicólogo. Nunca para resolver la existencia, nunca para dar consejos. El psicólogo es la persona encargada de acompañarlo en el proceso de revisión de su vida, para señalar dónde está la dificultad que le impide tener un presente tranquilo.

Pueden ser causas ancestrales, construidas a través de la historia familiar, impactos de la vida presente, situaciones trágicas, momentos inesperados, problemas funcionales, las dificilísimas pérdidas (del trabajo, de un afecto, de una ilusión), hay tanto por revisar. Casi diría que es imposible “sobrevivir” sin la asistencia de la Psicología. Empezando porque sentarse frente a alguien ya es un acto de humildad, un acto que retrata lo humano de la naturaleza: “necesito ayuda” y eso de entrada ya es un comienzo positivo.

¿Cuál es el sentido de la Psicología?  En la interpretación del comportamiento, muchas veces hay que decir palabras fuertes, contundentes ante situaciones que se viven y enferman precisamente “porque no se las ve”. No se va a Psicología para que el psicólogo “preste el hombro” y llorar con él. El comportamiento humano merece revisión e informaciones claras que permitan salir de la dificultad.  Pero ojo, una cosa es una explicación profesional y otra una “opinión” sobre comportamientos. Impresiona la “igualada” donde todos creen saber porque lo psicológico impregna la vida cotidiana y es tan “simple” hablar de ello.  En los Medios abundan los opinadores que “dan cátedra”, no temen igualarse con el criterio profesional y argumentar  olímpicamente “no estoy de acuerdo”, como si fuera razón para cuestionar la teoría. Hace unos días la W hizo un cuestionamiento olímpico al tema de Constelaciones Familiares y como ellos no lo conocen, no les sirve, lo descalificaron de la manera mas prepotente. ¡Plof!

¿Qué los psicólogos tenemos problemas? Claro. Pero la formación ética y profesional que incluye haberse sentado “al otro lado del escritorio” para revisar la propia vida, permite acercarse al paciente desde una perspectiva equilibrada. Y mas que con la teoría (está en los libros) la terapia se realiza con la integridad del profesional que asiste en la terapia. La transferencia es un elemento vital del trabajo terapéutico y aun cuando el pasado no se puede cambiar sí puede aprender a “mirarse” de otra manera. ¡Qué rico ser psicólogo!


Gloria H. @Revolturas

lunes, 20 de noviembre de 2017

viernes, 17 de noviembre de 2017

jueves, 16 de noviembre de 2017

miércoles, 15 de noviembre de 2017

martes, 14 de noviembre de 2017

De Mocoa a Corinto…


El destino (la suerte, Dios, como quiera llamarlo) tiene unas jugadas que “válgame Dios”, sin ninguna clase de explicación. O contrario a las palabras de Einstein, momentos en que pareciera que “Dios si juega a los dados con el universo”. ¿De qué otra forma justificarlo? ¿Cómo explicar (o entender) que una familia en Mocoa, enfrente la avalancha, sobreviva, decida salir del pueblo de su desgracia para desplazarse a Corinto, donde –vuelve y juega- encare otro conflicto semejante? ¿Qué razón lógica podría explicarlo? ¿Azar, coincidencia, sincronicidad? Sin embargo los adelantos científicos prueban que las coincidencias no existen porque estamos escogiendo futuro de nuestro presente. El libre albedrío, la física cuántica, el desdoblamiento del tiempo, dan respuestas diferentes y dinamitan el concepto de coincidencias. Allá cada quien con su teoría… A lo que vamos ¿por qué suceden hechos como estos?

El humor negro  gritaría a voz en cuello “avisen pa´donde van, para saber los demás pa´donde nos movemos”. Porque aun cuando no es chiste, es tan absurda la situación que el humor pareciera ser la única herramienta disponible para digerir el asunto.  ¡Hay historias! La de una pareja sobreviviente de un accidente de avión de Air France en el Atlántico, que se desplazaba de Brasil hacia Europa, pero días después tuvieron otro accidente de automóvil en Italia y allí si murieron. O están los relatos de personas que huyeron de Colombia evitando un secuestro y fueron extorsionadas en Miami. Como si aquello que tenemos que vivir, como prueba de aprendizaje, o lo vivimos o lo vivimos. No podemos escapar de lo que hay que aprender. De lo que nos corresponde en el árbol genealógico. O de nuestras lealtades con nuestros ancestros. O de los pendientes del alma familiar. ¿Qué explicación puede darse?

¿El destino es una trampa? Desde la Psicogenealogía se dice que los pendientes del alma familiar siempre se cobran. Y como hay una deuda alguno de los miembros de la familia “asume” saldar la cuenta. ¿Por qué él o ella y no otro? Son las llamadas lealtades que pueden darse por repetición de nombre (Juan abuelo, Juan hijo, Juan nieto), cercanía con fecha de nacimiento o muerte, gemelo no nacido, en fin… Es posible que un nieto, un sobrino (hasta vivenciar un fractal), puedan ser las explicaciones de repeticiones a estos acontecimientos. Estamos conectados mucho mas  de lo que  desearíamos o quisiéramos aceptar. Pero ¿ hay solución?

Si, puedo asumir no “cargar” la historia familiar y sus pendientes en la medida en que  tome conciencia de ella. Pero debo conocer esa historia, no para juzgar o condenar, sino como proceso de aceptación. Los secretos, los abortos, los suicidios, las quiebras, robos, asesinatos, los excluídos, las venganzas, todo queda allí, en esa gran nube inconsciente y alguno en la  familia asumirá el papel reparador. Puedo “zafarme” siempre y cuando caiga en cuenta del contexto (soy parte del alma familiar, lo quiera o no) asuma el compromiso y responsabilidad con los ancestros, honre su historia (hicieron lo mejor que creyeron) pero “suelte” sus vidas para asumir la mía propia. Es un ejercicio que desde la Psicología puede trabajarse y solucionarse. ¿Por qué la avalancha “persigue” a esta familia? Interesante investigación…


Gloria H. @revolturas

viernes, 10 de noviembre de 2017

jueves, 9 de noviembre de 2017

martes, 7 de noviembre de 2017

Rafael Uribe Noguera paciente


El crimen de Yuliana Samboni, causado por Rafael Uribe Noguera, genera diversas miradas. La mas fácil, lógica e inmediatista, llenarse de indignación, repudiar al criminal y al estilo Trump, pedir pena de muerte para el asesino. Es la forma como la sociedad busca cobrar (y ¿reparar?) el hecho. Podría ser también un intento por lavarse las manos y expiar una posible responsabilidad social. No es la única arista.  Está la familia de la niña, su dolor, su angustia, su indignación. El perder a su hija y mas aún la manera en que fue asesinada. No hay compensación para su sufrimiento. Papá y mamá, impotentes, doblegados por el hecho, sin tener alguna forma de explicación que mitigue la pérdida de su pequeña. 

Están la Justicia, los jueces, la interpretación del hecho. Entiendo de acuerdo a las declaraciones del último fallo, que existen errores individuales que se asumen como ejemplos para la sociedad. Un individuo y su falta son ejemplarizantes para el núcleo social. De allí que a Rafael Uribe se le hayan extendido tanto la pena de  52 a 58 años como la multa, hasta el punto de no tener con que pagarla. Cobro con todo el peso de la ley. Me pregunto si a un individuo condenado a mas de 50 años de prisión le “afecta” que no sean 52 sino 58… es una manera punitiva, pero no reparadora de sanar problemas. Como cuando a un niño se le impone un castigo tan excesivo y prolongado que al final “se acostumbra” y ni se acuerda  por qué se lo “ganó”.

La otra arista fundamental, la familia del agresor. Desde la mirada psicológica me pregunto qué clase de familiares, (padres, hermanos, hijos) cuando se encuentran con un hecho tan impactante y sorpresivo, lo primero que  hacen es tomar el teléfono y llamar a la policía. ¿Qué clase de seres actuarían de esa manera? Si claro, los ideales… En un acontecimiento tan pero tan aterrador e increíble, lo que inicialmente se  intenta hacer es asimilar, digerir, “entender” qué sucedió. Estos “seres ideales” que llaman ipso facto a la policía no parecen existir. Lo que no significa complicidad sino tiempo para digerir los hechos… La sociedad espera comportamientos ideales para seres normales y allí radica una contradicción abismal. No se aceptan las fallas, los errores…la enfermedad. Es mas fácil hablar de seres malos que aceptar que existen patologías que motivan a esos comportamientos. El sufrimiento de la familia del agresor es tan fuerte y desgarrador como la de la niña. Ambas se encontraron con situaciones inesperadas, ambas sufren por sus propios hijos.

Si usted como Psicólogo recibe a un paciente como Rafael Uribe lo juzga como malo o lo trata como a un individuo enfermo. ¿Como profesional de la salud mental cree que existe la maldad o lo que hay son seres humanos “atrapados” en historias personales, genéticas y sociales, de las cuales no es fácil “liberarse”? ¿Cómo lograr el equilibrio? ¿cómo lograr una mirada donde todas las aristas sean consideradas para construir futuro mas sanador? En términos espirituales ¿cómo se explica el comportamiento de Uribe Noguera? Si se lo pregunta a un pastor o moralista obtendrá una respuesta condenatoria. Pero si se le pregunta a una mente espiritual se sorprenderá de su explicación. Existen, entonces, varias miradas que deben articularse para definitivamente sanar sociedades.
Gloria H. @Revolturas



viernes, 3 de noviembre de 2017

jueves, 2 de noviembre de 2017

miércoles, 1 de noviembre de 2017

martes, 31 de octubre de 2017

“María” ¿tiene vigencia?


Asociar a Jorge Isaac y “María” es inevitable. Sin embargo no creo que su único mérito  fuera escribir “María”: su vida está llena de situaciones significativas que fueron  divulgadas en los últimos días. Por ello cuestionar la vigencia de “María” no significa cuestionar los méritos del autor. Debo confesar, entonces, que no entiendo cómo hoy las nuevas generaciones leen “María”. ¡Sin dormirse! Se que el texto es representativo del Valle, sé que adoro a mi tierra, pero también es válido que aquí en un Valle incluyente y tolerante, podemos tener maneras diferentes de “mirar” el acontecer regional.  La obra como trabajo literario es una cosa, la región que describe es otra y la actualidad del manuscrito, otra. Reunir los tres componentes y hacer una amalgama  para justificar su vigencia, lo considero una equivocación, o mas suave, un despropósito.

Personalmente, no la soporto. No me la imagino en el mundo de hoy. No sé cómo un joven del siglo XXI puede digerirla. No entiendo cómo se le ocurre a un profesor exigirla como texto para una clase de español. No logro asimilar qué podrían hacer hoy María y Efraín en el acelerado mundo actual. Cómo, un muchachito o  muchachita de 14 años, en el mundo de los juegos electrónicos, la época de los animados japoneses, la era de las galaxias, o en los mundos llenos de colores, movimiento y empuje, pueda resistir dos páginas seguidas de “María”. Sí, que estoy diciendo algo que para muchos sonará a blasfemia, pero ¡es real!  Que la obra es poética, que transcribe paisajes increíbles del Valle del Cauca, también es cierto. Pero en el trepidar del mundo de hoy, qué difícil es poder digerir “María” y descubrir su valor como obra perenne. Como  texto representativo para las generaciones  del siglo XXI.

“María” es un referente vallecaucano y debería ser consultada para estudiosos de Literatura o interesados en temas de vallecaucanidad. Es un texto para “expertos” o especialmente motivados. Pero pretender que “guste”, que  la “disfrute”, un joven en bachillerato lo considero un poco pretencioso. ¡El mundo cambió! No podré renunciar nunca a mi profesión inicial de profesora de Literatura (con título) y por ello entiendo que sintonizar con el momento del estudiante es vital. No educamos tan sólo para llenar de conocimientos sino también para darle sentido a sus vidas. Y “Maria está a “años luz” de la vida de los jóvenes de hoy. O en términos de la novela, su idealismo termina siendo chocante precisamente por iluso. Salido de la realidad, el mundo de hoy “no soporta” la lentitud de “María”.  En el mundo real  para un adolescente es mas fácil acercarse en vivo y en directo a “El Paraíso” que digerir  la novela. Donde no pasa nada. Donde las descripciones requieren de la fantasía del lector para suponer lo que sucede. “María” es vallecaucana, si,  pero hay que buscar “adaptarla” al mundo de la juventud de manera que dé información sobre la historia del Valle, pero que no se “duerman” en el aprendizaje. Leerla por obligación puede “matar” el gusto por la lectura. Hay textos maravillosos que pueden consultarse pero “imponerlos” en procesos educativos es un suicidio. Lo importante es que las nuevas generaciones conozcan y valoren  nuestra historia. Pero que no se aburran con ella. ¡Ni se duerman!


Gloria H. @Revolturas

lunes, 30 de octubre de 2017

viernes, 27 de octubre de 2017

jueves, 26 de octubre de 2017

miércoles, 25 de octubre de 2017

martes, 24 de octubre de 2017

Mi “vecino” terrorista


Moises Naím, magnífico analista, escribía hace unos días que en la gran mayoría de los casos el terrorismo que enfrentan algunos países no lo producen extranjeros. Absurdamente los mas peligrosos terroristas son nacionales, aquellos que conviven son quienes atacan. Se pueden blindar fronteras, colocar trabas a los forasteros, reglamentar el ingreso de los foráneos, pero los “nuestros” son los que se ceban en hacer el mayor daño. ¡Que lo diga Colombia! Y qué tal USA donde sus mayores terroristas han nacido en su país, se educan en sus escuelas y Universidades y claro, “matan a los suyos”. El mundo oriental  a diario comprueba esta hipótesis: se agrede a lo que conozco y no soporto. El cobro por creencias diferentes es el precio de la nacionalidad, como si nación fuera sinónimo de unidad y no de diversidad. Cuando mueren extranjeros (lo que impacta a la opinión mundial) se cree que, como la propaganda de Davivienda, estos individuos estuvieron donde no “debían” estar, en el lugar “equivocado” en el momento “equivocado”. Craso error. Estamos donde debemos estar, nadie muere por accidente. Pero va siendo hora de modificar el concepto de terrorismo. ¿Terrorista sólo es el extranjero o también (y peor) “el mío”, el nuestro, el conocido, el vecino, aquel que se nutre de nuestra propia idiosincrasia?

Desde otra  perspectiva, podría decirse lo mismo de las familias, de las parejas, de los colegios, de las instituciones. Sí, hay agresiones de desconocidos, pero los “nuestros” son los mas crueles y despiadados en el momento de infringir el daño. A nombre del amor o de la cercanía parental y familiar, se cometen atropellos que muy posiblemente un extraño no se atrevería a realizar. Como muy bien dijo una mujer abusada “me alertaron de cuidarme de los extraños pero nunca me advirtieron que debía protegerme de mi padre”. El sentido de pertenencia, básico para sobrevivir,  es como un resorte que se puede estirar para incluirme y sentirme parte de, o en el otro extremo, sirve para agredir a quienes no piensan o actúan como “creo” que “debería ser”. Es complejo el sentido de pertenencia o inclusión, porque para muchas personas la igualdad se puede convertir en una obsesión y quien “difiera” del modelo es un apóstata. Agredo a los míos por “traicionar” los valores familiares o nacionales. Pero también están los que “necesitan” la diferencia porque la igualdad los asfixia y por ello lastiman.

¿Cuándo soy parte y cuándo soy diferente? ¿Cuándo los míos son soporte y cuándo son cárcel? No es asunto fácil porque depende del nivel de conciencia que se viva. Encontrar el justo medio entre qué tanto necesito de los míos y qué tanto puedo caminar independiente pasa por la construcción de la individualidad. Pero una individualidad consciente de que, a nombre del amor o de la cercanía no debes esperar y por lo tanto, tampoco debes reclamar. Más aún, no te da permiso para agredir porque “no te entienden” o no comulgan con tus ideas.  Nos destruimos, nos matamos, nos separamos, porque creemos que la unidad monolítica de pensamiento nos debía salvaguardar del peligro pero cuando éste se quiebra por las fisuras de lo diferente, empieza el terror. Solo queda un camino, educar en la flexibilidad, en el respeto por la diferencia. Llevamos siglos intentándolo pero…


Gloria H. @Revolturas

viernes, 20 de octubre de 2017

martes, 17 de octubre de 2017

Rumbo a Cataluña


La suerte me dio la oportunidad de estar mañana en Barcelona, participando de un curso increíble sobre “el desdoblamiento del tiempo” concepto antiquísimo que vuelve a actualizar el físico Jean Pierre Garnier. Ser conscientes de que construimos  futuro con la sola energía del pensamiento es impactante.   Los antiguos lo sabían pero la mente racional y el querer demostrarlo todo nos han marginado de conocimientos y herramientas utilísimas que bien vale la pena desempolvar. Y ¡practicar! Ya les contaré porque este ciclo es el 2 módulo de tres sobre el tema de “el doble” y el desdoblamiento del tiempo. Garnier físico francés, reconocido por la Ciencia en su teoría de fluidos, “descubre” el tema del “doble”, lo actualiza y lo propaga para asegurar mejores condiciones de vida. Sobre todo, calibrar el poder del pensamiento y medir todo su potencial. El pensamiento es onda y energía, construye futuro y está en las manos de cada quien saberlo utilizar.

Pero ¿cómo es volver a una Barcelona revolcada por sus cambios políticos? En menos de 3 meses, esta ciudad ha vivido impactos fuertes que no se quedan tan solo adheridos a las fachadas de los edificios o “rodando” por sus calles. Impactos como lo de Las Ramblas y ahora la supuesta independencia, “tocan” la condición humana y claro, afectan las relaciones entre unos y otros. El ambiente de una ciudad lo hacen sus gentes, su forma de respirar, de pensar, su manera de crear sueños o desilusionarse de su entorno. Barcelona siempre ha sido encantadora y ahora convulsionada por la energía que la ronda, debe ser una ciudad diferente. Eso no significa que haya perdido encanto, pero si es una comunidad donde la fractura se debe respirar en cada rincón. La división genera prevención y de allí viene el miedo. Los diferentes pueden sentirse como peligrosos y entonces…

Lo que si es claro es que en cualquier parte del mundo, los políticos son iguales. Ofrecen mentiras y claro, no pueden sostenerlas. ¿Cómo hacerlo? Su esencia es el cinismo, el descaro, la indiferencia, el no “importaculismo”. Pareciera que juegan con la gente, como si la creyeran con discapacidad mental. El “si pero no” de Carlos Puigdemont definitivamente es vergonzoso. No quiere quedar mal con nadie pero se asustó con las consecuencias, imagino que la económica de primera. Mas de 100 empresas que ya retiraron su sede principal de Barcelona, evitando el posible colapso de verse obligadas a salir de la Unión Europea. Al igual que con el brexit, no se miden efectos y los dirigentes “matan el tigre y se asustan con el cuero”.  Afortunadamente para muchos, la supuesta independencia quedó en veremos y ahora, aun cuando  parezca que recular es humillante, mas vale corregir antes de definir.

A esta Barcelona convulsionada se llega esperando que el proceso actual no quiebre su encanto y no dañe el talante alegre y despreocupado de sus gentes. Algún psicoanalista podría hasta explicar los hechos con una supuesta rivalidad entre ciudades hermanas. Ambas, Madrid y Barcelona, reclaman el mismo puesto y el mismo poder. Ser segunda sintiéndose capaz de ser primera no es fácil de asimilar. Envalentonar comunidades detrás de espejismos es muy fácil pero aterrizarlos a la realidad si que es complejo.  Allí está Barcelona a la expectativa de su futuro.


Gloria H. @revolturas

viernes, 13 de octubre de 2017

jueves, 12 de octubre de 2017

miércoles, 11 de octubre de 2017

martes, 10 de octubre de 2017

Clínica Transgénero


Al revisar la historia se ve que la gran mayoría de los cambios de la humanidad, sus avances para el desarrollo, los grandes descubrimientos que permiten mejores condiciones de vida, los han realizado hombres y mujeres que se atreven. Personas que logran trascender lo cotidiano, lo concreto, lo que está allí y parece obvio pero con la convicción de que “hay mas” revisan, investigan, analizan y… logran el avance. Descubren que todo no es en blanco y negro, que existen los matices, que las diferencias se dan no para agredirnos sino para aceptarnos. No es fácil porque son quienes “ponen el pecho” y se ganan condenas, diatribas, vergüenzas, hasta la muerte. El escarnio público está a la vuelta de la esquina pero de la mano de la ciencia estos hombres y mujeres siempre se han atrevido. Son los pioneros. Y por el bien de todos logran su propósito. Sí, hay quienes “usan” esos avances en beneficio propio o para lograr objetivos no claros, pero vale la pena correr el riesgo. ¿Se gana o se pierde con el “atrevimiento” científico?

¿Qué le habría pasado a la Humanidad si las creencias religiosas hubieran “mandado la parada”? ¿Dónde estaríamos? ¿Si la Ciencia, en especial, la relacionada con la salud, hubiera optado por seguir amarrada a la Religión, que hubiera pasado con el  mundo moderno? Para bien y para mal. No, no voy a hacer un panegírico de la modernidad como si fuera una panacea perfecta. Pero estamos donde estamos y estamos mejor gracias a que el mundo evoluciona. Panika lo dice en sus trabajos. Ni siquiera los niveles de violencia son medio parecidos a los anteriores en la historia del mundo. Hemos avanzado gracias a los pioneros que se atrevieron. La quietud, lo estático es muerte.

Entiendo que la ignorancia produce miedo. Y cuando el miedo invade, no hay razonamiento que valga. Visceralmente el miedo obnubila, cierra, encarcela. La ignorancia sobre el tema sexual es abismal. Mezclado con religión es un coctel molotov que produce desastres. Y muertes. Todavía en pleno siglo XXI mentalidades asustadas siguen creyendo que la homosexualidad es una enfermedad. Y lo que es peor que “la curan” como si fuera un ”mal” que se suprime. Sorprende que sean las Iglesias las que mas lastiman la conducta humana con su mirada excluyente y enjuiciadora. ¿Creen que Dios “perseguiría” homosexuales? ¿Qué clase de Dios es aquel en que creen? 

Una clínica incluyente donde se analiza interdisciplinariamente situaciones de identidad de género, es un avance científico y coloca a la ciudad en el terreno de la inclusión como ninguna otra en Colombia. Desde una posición tolerante, incluyente y científica, felicitaciones a la Fundación Valle del Lili por su audacia y responsabilidad al asumir como pioneros un tema tan delicado y necesario. La ideología de género no existe (otra vez la ignorancia haciendo de las suyas) y trabajar el tema de las dificultades en el campo de la identidad de género, desde una posición interdisciplinaria, es absolutamente reparador. Es tenderle la mano a hombres, mujeres y sus familias, para aprender a vivir de manera menos angustiante, desgarradora y dolorosa. El rechazo social impacta y posiciones conservadoras  agravan el problema. ¿Quiénes les han dado la potestad de juzgar a quienes son diferentes? ¿”Su” Dios los autoriza?


Gloria H. @Revolturas

lunes, 9 de octubre de 2017

viernes, 6 de octubre de 2017

jueves, 5 de octubre de 2017

miércoles, 4 de octubre de 2017

martes, 3 de octubre de 2017

Andrés Felipe Arias victimista


Sí, tiene derecho a cambiar. Tiene derecho a ser mejor ser humano. Tiene derecho a arrepentirse. Tiene derecho a su dolor y a que su familia esté “destruída”. Las palabras de su padre son totalmente lógicas por la situación que viven. “MI hijo no ha hecho nada malo”. Para un padre o una madre es difícil aceptar las “faltas” de sus hijos. Su esposa y sus hijos también tienen derecho a la dimensión de su tristeza. A expresarla, a gritarla, a suplicar. Tienen derecho  a no aceptar que un Juez norteamericano lo haya condenado. Como lo condenaron también en Colombia. Es un dolor sincero, profundo, pero…

Víctima y victimismo no son lo mismo. La víctima es una persona que ha sufrido una agresión, que ha vivido situaciones complejas, propiciadas desde el mundo externo sin “colaboración” del doliente. La agresión es inesperada y por momentos sorpresiva. Su dolor puede ser infinito y desgarrador. El victimismo, por el contrario,  es la actitud de un individuo que  asume el rol de “pobrecito”, que necesita que lo vean sufriendo para generar sentimientos de conmiseración y de esa manera lograr su objetivo. ¿Cuál? Manipular y confundir al medio que lo rodea.  La acción victimista es de adentro hacia afuera, un papel estudiado y calculado, donde lo importante es responsabilizar o culpar a los otros del aparente dolor o humillación.

Andrés Felipe Arias es un hombre de “dos tiempos”. Aun que se refugia en el victimismo como mecanismo de presión, puede estar arrepentido, “no lo vuelvo a hacer”, “me equivoqué”, mientras que Colombia aún no olvida ni pasa la página. Aquí recordamos su enorme prepotencia, su soberbia cuando en actitudes desafiantes, no le importaba medir las consecuencias de sus actos. “Hijo” de Uribe era intocable, lo iba a suceder, iba a continuar con igual política, con igual actitud, con igual arrogancia. Porque si algo tengo presente del señor Arias es precisamente eso, su arrogancia, su displicencia. Su desfachatez para no medir la gravedad de su acción. Argumentar que no se robó un peso, no significa que su actuar fuera correcto. Además, suma una falta gravísima: volarse de la Justicia. Quien le recomendó que se volará le complicó el asunto. No se que tanta culpa anida Uribe que fue hasta allá a acompañar a su pupilo preferido. “Se voló” al igual que se vuela ahora el senador Musa Besaile y si hoy esto es una hecho delictivo, también en su momento lo fue (y lo es) la acción de Arias. No midió consecuencias. La prepotencia obnubila asumiendo que podría estar por encima de la Justicia. Creyó que no tendría repercusiones, que podría explicar… Arias y su familia olvidan la gravedad de su actuar y el victimismo de él y los suyos en este tiempo no borran su comportamiento en el “otro tiempo”. Creo que esta actitud fue una de las que mas impactó a la Justicia norteamericana y por ello, lo mandaron a la cárcel para que “no se vuelva a volar”. ¿Justicia amañada?

Ni él ni su familia creyeron que fallarían en contra. Por eso el victimismo en que se escudan no convence. En “otro tiempo” las triquiñuelas de la política “justificaban” esas actuaciones. “Te ayudo y financias mi campaña”. Arias aprende junto a los suyos, que este país quiere otra clase política. Solo le queda asumirlo para que en Colombia no se vuelva a repetir.  


Gloria H. @Revolturas

lunes, 2 de octubre de 2017

viernes, 29 de septiembre de 2017

jueves, 28 de septiembre de 2017

miércoles, 27 de septiembre de 2017

martes, 26 de septiembre de 2017

Inteligente y/o malcriado


Los Medios de comunicación tenemos muchísima responsabilidad en pregonar estudios de no se cuál instituto u organización y repicarlo como “verdad científica”. Tan fácil hoy publicar una supuesta investigación (¡) y darla por válida, construyéndole encuestas, datos estadísticos y otros soportes para justificar un resultado. O una tendencia. Sin embargo se olvida que internet está invadido de mentiras que escapan a todo control. Un último (¡) estudio de determinado instituto pregona que la lactancia prolongada “hace” hijos mas capaces. Que si una madre da pecho por un largo período su hijo será mas inteligente. Entonces, detrás de la importancia de la inteligencia las mujeres alimentarán a sus hijos 2, 3 (¿mas?) años porque “alguien” probó que este hecho los haría mas capaces. Y como para la cultura occidental lo mas importante es la inteligencia, qué maravilla encontrar un “estimulador” de inteligencia. “Pienso luego existo” dijo Descartes y para muchos “esa” inteligencia cartesiana es lo mas valioso de un individuo.

Pero, lo que sucede es que los humanos no somos solamente biología. Por alimentar un cuerpo, mas de un especialista “olvida” el contexto de los niños, donde los vínculos y la relación con la madre no pueden convertir el pecho materno en un “dispensador de leche”. Los factores emocionales que marcan la conducta de un niño de 2 años “exigiendo” teta y “apoderándose” del seno como si fuera un “fragmento” de su propio cuerpo, dan grima. Sí, es posible que de acuerdo a la teoría de lactancia prolongada, pueda convertirse en un niño “intelectualmente brillante” pero de comportamiento elemental y “bobo”. Un niño que no enfrenta el destete máximo al cumplir 8 meses, se convierte en un chico dependiente, sobreprotegido, caprichoso, con comportamientos de malacrianza al que “le ganan” la dependencia y la incapacidad para enfrentar la vida. Los berrinches, los caprichos, por no manejar la frustración simbólica que le produce el destete dan al traste con la inteligencia más aguda. En esta teoría sobre la importancia del cuerpo “biológico” y la inteligencia “intelectual”, se desconocen otras condiciones donde la frustración simbólica es necesaria, indispensable y estructurante.

El mito de la inteligencia como factor principal de la educación muestra seres “inteligentes y brillantes” pero no integrales. Seres fragmentados, “cabezas que caminan” sin un ápice de humanidad. El narcisismo, la soberbia, la prepotencia, son “herederos” de la inteligencia donde siempre se debe ganar. Cuando se observa el “poder” formado en los mejores “centros de inteligencia”, se concluye que no puede ser la inteligencia la que debe orientar la vida. El mito de niños inteligentes, el premiar la inteligencia per se, es el coletazo de una mentalidad racional a la que solo le interesan los resultados, el poder y ganar. Por el contrario, seres integrales deben manejan la frustración, el error, el “no siempre se puede”. Un niño o una niña lo construyen desde el destete, cuando comienzan a sentir la frustración de que su madre-teta no les pertenece, ni su deseo de poseerla “siempre” se puede cumplir. Otra vez, ¿qué tanto sabemos de procesos psicológicos? ¿Qué tan necesaria es la psicología en nuestras vidas y en la construcción de una nueva mentalidad?

 Gloria H. @Revolturas


lunes, 25 de septiembre de 2017

jueves, 21 de septiembre de 2017

miércoles, 20 de septiembre de 2017