miércoles, 15 de mayo de 2024

martes, 14 de mayo de 2024

Culpas en Primera Comunión.

 


Es la historia de un niño, cualquiera, que como tantos otros, ahora en Mayo hace su Primera Comunión iniciando así su relación con lo sagrado y trascendente. Un momento muy significativo que ayudara a perfilar su conexión con lo espiritual.  Los niños y niñas hoy en día no “tragan entero”: cuestionan, se atreven a hacer preguntas “incómodas” que para anteriores generaciones habrían sido calificadas como irrespetuosas o desafiantes. Pero, el mundo cambia y un chico de 10 años puede llegar a expresar “Dios es asesino porque se lleva a las personas que quiero”. Claro lógica deducción si se le han transmitido creencias como “es la voluntad de Dios”, “si Dios quiere”, “Dios lo puede todo”. Entonces si ese Dios dispone de todo, podemos ser títeres en sus manos y El sería el “responsable” tanto de lo bueno como de lo malo que sucede en nuestra vida. ¡Lógica conclusión!

Si, pero debería ser diferente. La información debería transmitirse en forma razonable de manera que un niño no sienta que porque es niño se lo engaña o es “bobo”, para que cuando sea grande se dé cuenta, o se rectifique ,o se le “cuente” el cuento de otro modo. ¡Los niños tienen uso de razón! Pero parece que muchos sacerdotes se quedaron congelados. Pareciera que el objetivo es “seguir asustando” para convertirnos de esa manera en buenas personas (¡). Usando el miedo, tratan de aconductar. Entonces hablarle de pecado a un niño, llenarlo de culpa, decirle que los humanos “ofendemos” a Dios, no sólo es anticuado sino atropellador. ¿El objetivo es despejar el camino de la espiritualidad o invadirlo de escollos? Creí, ingenua yo, que la Iglesia Católica podía haber revisado y estar dispuesta a transmitir criterios religiosos con un enfoque más sano y equilibrado. Creí, ingenua yo, que “el Dios que castiga” eran teorías del pasado. Creí que el Dios al que se ofende con el pecado, pertenecía al museo de errores religiosos que no volverían a repetirse. Pero no, ahora estos niños están repitiendo “pecado, culpa, ofender a Dios, infierno”, conceptos que empiezan a minar su salud emocional y espiritual. No puedo imaginar qué clase de Dios puede resistir (y aguantar) las ofensas de no sé cuántos seguidores. ¡Pobre Dios!, terminará convertido en un colador recibiendo perdigones…

Pero en serio, ¿un humano tiene el poder de ofender a Dios? ¿Por qué el sentimiento de culpa: acaso la culpa educa y concientiza? ¿Un niño de 10 años qué confiesa? ¿De qué se acusa a si mismo? No, no somos perfectos. Venimos a la vida a aprender, de allí que los errores sean tan valiosos. Es lo que más nos enseña. “Si borro mis errores del pasado, perdería la sabiduría de mi presente”. ¿Me arrepiento de ellos o por el contrario los enfoco como “maestros” de mi evolución? El solo hecho de “confesarse”, sentarse (cuando no arrodillarse) frente al sacerdote para reconocerse pecador, sentirse “malo”, culpable de haber vivido ¿es sanador? ¿qué repara? Y luego se preguntan por qué la deserción de fieles, el por qué la resistencia a las creencias religiosas, sin medir el daño que hace la culpa en la salud emocional “por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa”. ¿Este es el camino para acercarse a lo trascendente? Definitivamente se necesita una reingienería para abrir nuevas miradas al mundo espiritual. ¿Alguien se atreve?

Gloria H. @GloriaHRevolturas
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domingo, 12 de mayo de 2024

No te engañes, SIEMPRE tendrás problemas

 


No te engañes, SIEMPRE tendrás problemas. Son el alimento de tu crecimiento. Lo que cambia es tu manera de relacionarte con ellos. Rafal Vídac.

Gloria H. @GloriaHRevolturas

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jueves, 9 de mayo de 2024