El 31 de Diciembre inexorablemente comunica con finales, con
períodos que terminan, con ciclos que se cierran. La vida no es eterna y la
finitud golpea como nunca mientras cantamos “faltan 5 pa’ las 12”. Allí esta el
tiempo escapándose de las manos sin que haya poder humano capaz de detenerlo. Ni
el dinero, ni el poder, ni la sabiduría, logran atraparlo. Corre y corre y
según datos científicos, cada vez mas rápido. ¿Será que sí? Alguien dijo que las actuales 24 horas que
marcan un día, hoy por hoy son en realidad 16. La resonancia Schumann y otras
explicaciones científicas le aclararían el asunto a los interesados. Pero el
tiempo corre y allí estamos nosotros, atrapados en su espiral, o en su locura o
en su inexistencia. Sí, ¿por qué quien dijo que el tiempo existe? ¿Quiénes
hablaron de pasado, presente y futuro? ¿Quiénes nos condenaron a quedar
secuestrados en su secuencia? ¿Acaso existe algo mas que un presente eterno?
Jean Pierre Garnier, científico francés, es el autor de la teoría
del desdoblamiento del tiempo, una manera muy diferente de concebir la vida y
el tiempo, claro. Muy posiblemente vamos a tener que aprender nuevas
concepciones (o realidades) sobre el tiempo. Hasta ahora, manejamos tres
categorías, pasado presente y futuro, que en otra dimensión no existen. No es fácil
de asimilar. Cuando se sale de la órbita terrestre, el tiempo transcurre en
otra resolución, muchísimo mas acelerado. Aquí, en esta dimensión, viviríamos
entonces en un tiempo ralentizado. O sea que el tiempo tal como lo asimilamos,
si cambiamos de órbita no se da como nosotros lo percibimos. Además qué tan
subjetivo termina siendo, qué tanto depende de nuestra percepción o sensación…cuando
estamos en una situación agradable el tiempo se pasa “volando” pero cuando hay
una incomodidad o una espera, “los minutos se vuelven eternos”. En la misma
dimensión. ¿Quién no lo ha experimentado?
Este 31 de Diciembre otra
vez, habla de finales, de épocas que concluyen. Ilusiones frustradas,
expectativas resueltas, metas conseguidas, logros obtenidos, pero finales
definitivos, círculos cerrados, épocas que no volverán. Podemos tener espejo
retrovisor y la amargura será infinita porque lo que ya se vivió, bueno o malo,
jamás volverá. La nostalgia, ese amarre al pasado, ese mirar para atrás
creyendo que allá hemos dejado lo mejor de nuestra vida, termina lastimando,
desgarrando el presente, porque como en las falsas noticias y creencias, la
vida esta para adelante, nunca para atrás. Los seres humanos necesitamos
construir secuencias de manera que podamos digerir los acontecimientos. Un
eterno presente será dificilísimo de manejar pero…es lo único real que siempre
nos acompaña.
Hay muchas maneras de hacerse daño, sin necesidad de que sea un
tercero el responsable de nuestro sufrimiento. Basta con lastimarse añorando
situaciones del pasado, o juzgándose por errores ya cometidos, o carcomiéndose
las entrañas “por lo que no se hizo”. La vida, repito, está para adelante. Y
necesitamos el pasado para aprender de él pero nunca para torturarnos por su
existencia. 31 de Diciembre es una oportunidad maravillosa de esperar lo que
está por venir, con optimismo, y
creyendo en la infinita capacidad del ser humano para superarse cada vez mas,
es la evolución. ¡A eso vinimos!
Gloria H. @Revolturas

No hay comentarios:
Publicar un comentario