martes, 30 de diciembre de 2014

¿Hemos cambiado?

Un “meme” de los que se multiplican por internet es excelente radiografía de lo que hemos evolucionado así muchos se resistan a aceptarlo. Claro, podemos mirar para adelante o mirar para atrás, elección eminentemente personal, pero esta decisión es una radiografía muy precisa de nuestro grado de salud mental. El meme mostraba al Che Guevara conversando con Fidel Castro. “¿Cuándo reanudaremos relaciones con USA?”, preguntaba el Ché. Y Fidel respondía “el día que exista un Presidente negro y un Papa argentino”. 

Pues bien, lo impensable hace 20 años, hoy ya puede suceder…y mientras el mundo gira, adelanta, evoluciona, se atreve a modificar creencias anquilosadas, es hora de que a las personas, a cada uno de nosotros, también nos llegue la opción de modificar ideas. El fin de año es época propicia para este proceso y entonces, manos a la obra. ¿Cómo empezar? Aun cuando suene absurdo, soltar el pasado puede ser un acto significativo de ese comienzo de cambio. Soltarlo se “representa” a través de acciones sencillas o simbólicas que marcan el corte necesario para “recibir” nuevas creencias. Romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa. Papeles por romper, documentos por botar, libros por vender o regalar. Vestidos que no se usan, electrodomésticos por reparar, proyectos eternos “congelados” en un “cuando haya tiempo”. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de evolución. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que “alguna vez se den cuenta de quien es usted”. No, suelte. El resentimiento, el prender “su televisor” personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo. La vida está para adelante, nunca para atrás.

Pero, qué paradoja, no debo mirar para atrás, quedarme en el pasado, porque ya pasó. Pero tampoco debo obsesionarme por el futuro, por lo que está por venir. La sensación de ansiedad viene de imaginar futuro. El futuro no existe, no le pertenece a nadie y ni siquiera hay seguridad de que llegará. “Imaginarlo” es como avivar miles de fantasmas donde todo es posible y…nada puede suceder, total la paradoja radica en la incertidumbre. El futuro azuza la necesidad de certezas y en la condición humana estas sin que son utopías. Además, desde el punto de vista mental, cómo hace de daño “imaginar” lo que está por venir: los estrellones cuando las ilusiones y expectativas no se dan, terminan siendo fuente inagotable de desajustes emocionales. El 31 de Diciembre es una fecha propicia para planear, organizar, soñar, pero en mas de una ocasión nos “saca” de la realidad cuando en muchos momentos lo que se necesita es poner los pies en la tierra y aceptar “esa” realidad.

Entonces, sólo presente, sólo lo que hoy nos acompaña, lo que hoy vivimos. Sólo por hoy, como dicen en sus magníficos principios los alcohólicos anónimos. Sólo por hoy. No se desgasta pensando en lo que va a venir porque puede convertirse en una pérdida de tiempo. Lo significativo es aceptar que vivir es movimiento, que nada permanece para siempre, que como seres humanos, estamos haciendo una pasantía y por tanto la incertidumbre es nuestra mayor certeza. El 31 es un día propicio para filosofar sobre el sentido de la vida (y de la muerte), para hablar de finales, de cierre de ciclos, o de sueños y futuro. Pero, qué paradoja, tenemos que aceptar que lo único que realmente tenemos es el presente. Y a ese sí tenemos que apostarle con toda nuestra energía. ¡Feliz año!

Cerrando círculos

Cerrando círculos. O cerrando puertas. O cerrando capítulos. Como quiera llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos. Lo importante es poder “dejar ir” momentos de la vida que se van clausurando. ¿Terminó con su trabajo? ¿Se acabó la relación? ¿Ya no vive mas en esa casa? ¿Debe irse de viaje? ¿La amistad se acabó? Puede pasarse mucho tiempo de su presente “revolcándose” en los porqueés, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho. El desgaste va a ser infinito porque en la vida, usted yo, su amigo, sus hijos, sus hermanas, todos y todas estamos abocados a ir cerrando capítulos. A pasar la hoja. A terminar con etapas o con momentos de la vida y seguir para adelante. No podemos estar en el presente añorando el pasado. Ni siquiera preguntándonos por qué. Lo que sucedió, sucedió. Y hay que soltar, hay que desprenderse. No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros. No. Los hechos pasan y hay que dejarlos ir.

Por eso a veces es tan importante romper fotos, quemar cartas, destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa. Papeles por romper, documentos por botar, libros por vender o regalar. Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación. Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas y hay que aprender a perder y a ganar. Hay que dejar ir, hay que pasar la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente. El pasado ya pasó. No espere que le devuelvan, no espere que le reconozcan, no espere que “alguna vez se den cuenta de quien es usted”. No, suelte. El resentimiento, el prender “su televisor” personal para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarlo mentalmente, envenenarlo, amargarlo. La vida está para adelante, nunca para atrás.

Por qué si usted anda por la vida dejando “puertas abiertas”, por si acaso, nunca podrá desprenderse ni vivir lo de hoy con satisfacción. Noviazgos o amistades que no clausuran, posibilidades de “regresar” (¿a qué?), necesidad de aclaraciones, palabras que no se dijeron, silencios que lo invadieron. Si puede enfrentarlos ya y ahora ¡hágalo! Sino, déjelo ir, cierre capítulos. Dígase a usted mismo que no, que no vuelve. Pero no por orgullo ni por soberbia sino porque usted ya no encaja allí, en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en ese escritorio, en ese oficio, usted ya no es el mismo que se fue, hace dos días, hace 3 meses, hace un año, por lo tanto, no hay nada a que volver. Cierre la puerta, pase la hoja, cierre el círculo. Ni usted será el mismo ni el entorno al que regresa será igual porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático. Es salud mental, amor por usted mismo desprender lo que ya no está en su vida. Recuerde que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo, nada es vital para vivir porque cuando usted vino a este mundo “llegó” sin ese adhesivo, por lo tanto es “costumbre” vivir pegado a él y es un trabajo personal aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy le duele dejar ir. Es un proceso de aprender a desprenderse y humanamente se puede lograr porque, le repito, nada ni nadie nos es indispensable. Sólo es costumbre, apego, necesidad. Pero... cierre, clausure, limpie, bote, oxigene, despréndase, sacuda, suelte. Hay tantas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escoja, le ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad. ¡Esa es la vida!

martes, 23 de diciembre de 2014

Navidad y Familia

Uno de los problemas “mas graves” que se enfrenta en Diciembre es encontrarse con la realidad de la familia “tal cual es” y no con el ideal de familia “como debería ser”. El problema con nuestra cultura –o con nuestras creencias- es que se especializa en idealizar personas, instituciones, momentos o circunstancias. Creemos que existe lo perfecto dentro de la condición humana y por lo tanto no somos capaces de abordar lo cotidiano con una mirada crítica que permita su evolución. Diciembre es un mes álgido porque rodeado de esa magia de alegría, entusiasmo y solidaridad que “vende” a borbotones, nos golpea encontrar que la vida diaria se diferencia mucho de los clichés que anuncia la propaganda.

Por eso en Diciembre se corre el riesgo de vivir el síndrome de “exceso de familia” algo así como un virus contagioso donde el sentimiento de culpa está a flor de piel, “obligando” a perder la individualidad en aras de complacer a otros. ¿Cuál es la Navidad perfecta? No la que “se debería vivir” de acuerdo a la programación ideal, sino la que corresponde vivir con los pies puestos en la tierra, con la realidad tal cual es sin necesidad de “decorarla” de fantasías que luego golpean y lastiman. Siendo muy consciente de que así desees una Navidad con unas características particulares de unión, armonía y grupo familiar, sólo puedes responder por tu Navidad y no por la de las personas que te rodean. Allí está la diferencia. Tu deseo de Navidad “maravillosa” la debes esperar desde lo que eres y tienes. Nunca “manipulando” la vida de los seres que te rodean a través de la culpa o la cara de tragedia para que hagan lo que tu anhelas. Los demás no pueden ser marionetas para que cumplan nuestro sueño. “¿Y si fuera el último diciembre que pasamos juntos?”. O qué tal “¿no estarás con nosotros porque prefieres a los “extraños”?

El concepto de “masa familiar”, todos con todos, en las buenas o en las malas, “con los tuyos con razón o sin ella”, es también una de las creencias mas atropelladoras en Diciembre. O el reclamo  materno “primero conociste máma que esposa”, para presionar a que las “nuevas” familias se “separen” en una celebración que debería respetar deseos y emociones de cada individuo. En ninguna otra época como en Diciembre se siente el peso y trampa del síndrome de exceso de familia donde se espera que el “todos con todos” mágicamente limpie asperezas, diferencias y problemas. El chantaje afectivo y amoroso (¡) de la familia está allí a flor de piel, haciendo invivibles el 24 o el 31. Qué rico poder decidir con tranquilidad y distribuir las celebraciones, si es posible, en varios días. Un 24 de Diciembre puede ser un 21 o una comida o un almuerzo pueden “turnar” opciones para estar en paz. El corre- corre absurdo de un minuto en cada casa no hace sino estresar y no produce ningún buen efecto en el ánimo de los participantes.

¿Y si se escogen a los amigos y no a la familia? Para muchos es una traición, olvidando que los lazos afectivos del linaje no siempre son los mejores y una fiesta de 24 o 31 no elimina los sinsabores o dificultades de relación entre miembros de la familia. A todos los hijos no se los quiere por igual, a veces son insoportables los “nuevos” miembros de la familia, o  la parentela de tíos o tías con los malos tragos, los malos chistes o la tacañería. Un papá o una mama humanos, que han fallado cuyos defectos no se “limpian” por ser Navidad, son parte de la realidad. La familia no se vuelve perfecta en Diciembre. ¿Por qué no permitirse entonces “la libertad” de elección y construir una Navidad auténtica y real, sin culpas o melodramas?

martes, 16 de diciembre de 2014

¡Excelentes alumnos!

Perversión en términos psicoanalíticos es lo que confunde, lo que evade, lo que enreda. Una conducta perversa la practica quien nunca da la cara, aquél a quien le preguntan por manzanas y contesta con peras, el individuo dispuesto a formar camorra para evadir la responsabilidad de responder por una conducta determinada. Peleando entonces, embolata, distrae, enreda… ¿Quiere conocer, en vivo y en directo, lo que es una conducta perversa? ¿Está dispuesto a aprender cómo la perversión forma parte de la vida cotidiana y “ni nos damos cuenta” de que nos están manejando de la manera mas descarada posible?
El fin de semana anterior el Centro Democrático convocó a una marcha en varias ciudades del país para protestar por la forma en que se está llevando el proceso de paz. Están en todo su derecho, ni mas faltaba de hacerlo, protestar, argumentar, en fin, lo que quieran para demostrar su inconformismo. Pero el asunto se enredó cuando a Pacho Santos y a Alvaro Uribe se les ocurrió twitear con fotos falsas, para argumentar el “éxito” de su convocatoria. Martín Santos contesto inmediatamente “Tío, esas fotos eran de la manifestación de mi papá hace unos meses, no son de ustedes”. Y claro, de la manera mas cobarde, las fotos fueron borradas al igual que los twetter alusivos al tema. Afortunadamente quedaron registros de lo sucedido.
Pero, aquí vienen los alumnos perfectos, practicantes de la conducta perversa de la que es un maestro el senador Uribe. Sus hijos metieron la mano en el asunto pero no para responder sobre el hecho concreto, no para dar alguna explicación coherente sobre las fotos falsas, chiviadas, con que abusivamente quisieron confundir a la opinión pública para destacar como “convocatoria exitosa” una paupérrima reunión de participantes. La perversión se da cuando los hijos de Uribe no contestan por aquello que se les interroga sino que para poder “lavarse las manos” desvían el tema, evaden el verdadero asunto y responden con “la traición de Juan Manuel Santos en el momento de las elecciones”. Mas perversos, imposible. Observe entonces cómo, el tema que debían de responder sobre las fotos mentirosas es totalmente olvidado para “distraer” formando pelea de otro asunto. Ellos quedan cómo los ofendidos, la opinión pública confundida y la trampa que se quiso hacer, a conciencia, se esfuma para no tener que enfrentar responsabilidades morales, al menos.
Cuántas veces en la vida cotidiana no nos comportamos de una manera perversa, desviando el asunto en el cual nos sentimos atrapados (y perdidos) para evadir la responsabilidad de contestar en forma honesta y precisa. Alvaro Uribe es un maestro. Pero resulta que sus hijos han resultado aventajados alumnos de su padre. Y ni qué decir de Pacho Santos. Queda por preguntarse si todo el grupo del Centro Democrático está practicando la perversión como modus operandi de su estrategia política.
Con una conducta perversa es imposible discutir porque difícilmente enfrenta el hecho “en cuestión”. Su estrategia de salvación es desviar, embolatar, colocar cortinas de humo que distraen del verdadero asunto. Nunca como hoy había sido tan patética la actitud de Uribe y sus muchachos para enredar a la opinión pública. Ni siquiera son capaces de enfrentar sus errores. No tienen las agallas para mostrar sus trampas y manipulaciones. Utilizar una foto de una manifestación de Juan Manuel Santos para “adornarse” ellos, los del Centro Democrático, es la forma mas patética de reconocer el triunfo de su oponente. O como dirían los viejos “se les salió el tiro por la culata”. Pero…esa es la perversión, en vivo y en directo, con su mejor maestro Alvaro Uribe Velez.

martes, 9 de diciembre de 2014

¿Bullyng o humor?


Hay límites muy pero muy sutiles entre la agresión y el humor negro. La delgada línea que los separa depende muchísimo de quién interpreta y claro de la intención con la que se construya el humor. Burlarse de alguien puede ser “chistosísimo” para los espectadores del asunto pero totalmente agresivo para el personaje en cuestión. Así como dar con la palabra adecuada para “retratar” un comportamiento o describir un detalle físico, puede obedecer a un “creativo genial” o al mas despiadado de los cínicos. Línea muy pero muy delgada donde marcar la agresión o el chiste se vuelve muy complejo.

Por eso nunca he podido entender (y mucho menos aceptar) el humor negro de Daniel Samper Ospina en su columna de Semana. Hace mucho tiempo no lo leo porque la decisión de escoger qué te hace daño y qué no, depende de cada quién. Yo escogí no hacerme daño y por ello lo evito. La decisión entonces no depende de que se publique o no, de que se prohíba o no. Cada quién se “alimenta” de lo que quiera. Por ello me llamo muchísimo la atención que el premio Simón Bolívar en columna de opinión, se lo hayan adjudicado a un hombre que lastima de manera despiadada a los demás. El exministro Arias no es santo de mi devoción pero el calificativo “humorístico” de pincher que le endilga Samper Ospina no sólo es denigrante sino totalmente violento. Pero, qué chiste, ja, ja, ja ¿usted se ha reído con las “ocurrencias” de Samper? ¿Le parece ingeniosísimo su manera de burlarse de los políticos, de los cojos, de los gordos, de los flacos o de cualquier defecto físico de otros? Su columna semanal, hasta que la leía, era una diatriba contra alguien, contra sus condiciones físicas, contra sus defectos. Créame, por muy político que sea, por muy blindado que usted esté, la burla pública y sobre todo a los defectos físicos, no es fácil de asimilar. Y Samper se “especializó” en ese tema. Es summa cum laude para la agresión verbal y ofensiva. Claro, para algunos es humor, ja, ja, ja, qué gracia, qué ingenio.

Quien lo creyera, en el manejo de situaciones tan complejas la expresión generalizada de todas las corrientes espirituales es la mejor manera de marcar el asunto. “No hagas a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti”. Pero muy posiblemente Samper responda “como a mi no me importa yo lo hago” y allí sí el límite obedece a salud mental. En Colombia, estamos impactados por la violencia en colegios donde el bullyng o matoneo campea, sin que haya forma de controlarlo. Son niños y niñas y hay que defenderlos. Los colegios construyen manuales de convivencia, convocan talleres de solidaridad y respeto pero la sociedad (de grandes) se carcajea y “premia” a quien ha construido un nombre periodístico burlándose de los demás. ¡Qué viva la coherencia social! ¿Quién defiende la autoestima de un adulto? ¿Quién aboga por la estabilidad emocional de un individuo de más edad? Claro, esta persona termina en manos de un psicólogo o psiquiatra o enfermo de algún órgano de su cuerpo que “grite”una demanda de cuidado o protección. Cada vez se comprueba que las enfermedades tienen bases emocionales. Esto no significa que la sola columna de Samper “enferme” pero que es parte del proceso de aniquilación de una autoestima, sí. ¿De quién no se ha burlado? ¿A quién no ha puesto en su tribunal de ridiculización y mofa? 
Así como en la prostitución los responsables no son solo las que “sostienen” el negocio sino también los que “contribuyen” a este, si usted se “ha gozado” las columnas de Samper Ortega, no tiene autoridad moral para regañar a sus hijos porque se burlan de otros…Esa complicidad pasiva puede haber sido socialmente una manera de contribuir a que ridiculizar a otros sea “un chiste ingenioso”. Y ¡premiado!

martes, 2 de diciembre de 2014

Viena Ruiz


¿Que si los Medios de Comunicación somos perversos? Claro que sí. ¿Que si practicamos una doble moral? Total y completa. ¿Que si manejamos nuestros propios intereses? Quién puede negarlo. Los ejemplos se multiplican… Y aun cuando sé que a Diego Martínez le incomoda que se utilice el escudo de “somos provincia” como una manera de justificar las grandes discriminaciones que “practica” Bogotà con el resto del país, creo que es importante intentar (al menos intentar) mirarnos a nosotros mismos buscando mejorar la escucha con estamentos que carecen de privilegios y poder. Porque la semana anterior los Medios capitalinos le “abrieron” los micrófonos a Viena Ruiz para que se defendiera (está en todo su derecho) por las implicaciones sobre su posible complicidad con el descalabro de Interbolsa. Viena explica que ella también es una víctima de los malos manejos puesto que el dinero honrado que se ganó con su trabajo también lo perdió. Le creo al pié de la letra: a ella también la tumbaron.

Pero donde los medios somos perversos es en la manera como Bogotá “la cuidó” en los interrogatorios. Viena vive en la capital, se mueve en ese entorno y el trato es “especial”, diferente, mas refinado. En casos semejantes (pero de provincia), los Medios han “devorado”, por ejemplo, a Natalia Paris por haber estado casada con un mafioso lo mismo que a Luz Mery Tristán le han cobrado su relación con Mario Valencia. Las dos últimas si son “culpables”, provincianas y “responsables” de su relación con su pareja (¡qué fue lo que escogieron!) y para bien o para mal tiene que sufrir las consecuencias de su elección. Pero Viena no, ella es víctima, lo explica y justifica con miles de razones y documentos. Lo que Viena calla es su “complicidad” en el disfrute del dinero que tuvo con su esposo. Vivió con el billete de un hombre que se enriqueció, según parece, manejando platas ajenas. ¿Cómo lo hizo? La justicia lo determinará. Pero deja un sabor muy amargo mirar “cómo” vivieron, aparentaron, derrocharon, se mostraron, para ahora hablar de “pobrecita yo”, no tuve nada que ver, soy víctima de las circunstancias. El matrimonio de Juan Carlos Ortiz y Viena Ruiz fue ostentoso, desproporcionado y ofensivo, para un país con tantísimas diferencias sociales. Claro, tenían derecho a gastarse la plata como quisieran. Pero es allí donde la mentalidad del rico pierde el sentido de las proporciones. Si vivieron así, en pareja, si viajaron por el mundo (“mostrando” su opulencia en los mismos Medios) entonces ahora “no le queda” a Viena el papel de víctima. “Entiéndame, denme la razón, yo no cogí plata de nadie”. Pero, qué pena, “disfrutó” de las mieles del poder y es allí donde no “cuadra” su papel de pobrecita. Y donde, los Medios jugamos el papel de la doble moral. Viena es víctima pero Natalia París si es responsable socialmente de su elección. ¿Cómo lo explicamos? El uno era mafioso, el otro se presume estafador. ¿Cuál es la diferencia de rebote para sus compañeras? ¿Por qué socialmente a una se le cobra y a otra se le redime?

La doble moral de los Medios nos debe llevar a revisarnos y a aceptar que debemos tener la misma medida para todos las historias y los hechos. Eso se llama coherencia. Pareciera que a nuestros amigos los “tratamos” diferente pero a los “no amigos” los podemos destruir. Y mas aún, en Bogotá hay un rasero para medir (y justificar) lo que sucede con la gente de la capital, pero la provincia es discriminada, atropellada, culpabilizada. Cuántas personas no desearían el espacio y la vitrina que se le dio a Viena (¿por qué era periodista de la capital?) para justificar lo que no tiene justificación. La discriminación con algunos en detrimento de otros es lo que nos hace perversos. ¿Podemos explicarlo?

martes, 25 de noviembre de 2014

Dar gracias…

Difícil imaginar que el hecho y la actitud de dar gracias nos enriquezca de tal forma. Increíble que la gratitud sea, por excelencia, la emoción humana mas estimulante y maravillosa de cuantas existan. Annie Marquier en su libro “El Maestro del corazón” dice que “midiendo” los efectos de la gratitud, la ola expansiva de esta emoción puede alcanzar hasta 2 metros a su alrededor. Imagínese entonces… Una persona agradecida no puede ser violenta. Una persona que vibra en la gratitud casi, casi, debe vivir con una sonrisa en los labios. La gratitud es uno de los sentimientos que mas nos humaniza, que mas nos contacta con los demás seres y nos muestra qué tan cercana está la condición humana de la divina. ¿Acaso no son lo mismo?
En Colombia por nuestra poca autoestima ciudadana, hemos sido muy dados a copiar cuánta cosa extranjera llegue al país y nos descreste. Nombres, marcas, fechas, celebraciones, comidas, modas…en fin. Casi nuestra esencia moderna se alimenta de copialina. ¿Qué nuevo hay para imitar? ¿Qué esta de moda “afuera” para repetirlo? Me sorprende entonces que no hayamos “copiado” en masa una celebración esa si, que no puede tener dimensión geográfica y que reconforta con lo mas sagrado de la condición humana, el día de “Acción de Gracias” de los Estados Unidos. La tradición para ellos, viene del agradecimiento de los primeros colonos que llegaron a ese lugar y tradicionalmente siguen dando las gracias por la forma cómo el territorio los recibió. Viene de generación en generación y si se compara, para ellos es mas importante el día de Acción de Gracias que la misma Navidad. Posiblemente por su herencia protestante, pero pasar un 24 de diciembre en USA no es lo mismo que estar el último jueves de Noviembre. Literalmente Estados Unidos se paraliza y casi todos los ciudadanos, celebra ese día a su manera y desde su presupuesto, en familia o con las personas mas cercanas. La tradición del pavo es muy americana y podría ser reemplazada por cualquier otra comida. Porque sí, el agradecimiento es alrededor de una cena. No invitamos a comer a enemigos…la asociación comida y afecto viene desde niños cuando la madre, amorosa, se convierte en el primer nutriente del ser humano.
Entonces qué rico que empecemos a celebrar el día de Acción de Gracias en Colombia. Y debe ser el mismo día (para el que lo desee) porque una intención individual no es lo mismo, energéticamente, que una intención colectiva. Unir esfuerzos, aunar gratitudes, puede construir mejores ambientes para mejor calidad de vida. Cada quien puede encontrar algo por qué agradecer, algo. Existir, poder respirar (por ejemplo) sin oxígeno supletorio, tener a alguien amoroso a su lado, hasta (quién lo creyera), tener agua, poder usar un sanitario…se nos olvida agradecer lo que nos parece tan “natural” que ni siquiera lo valoramos. Pero el día para dar gracias, nos remite a “ver” de una manera especial nuestro entorno y comparar cómo pueden hoy otros seres anhelar hasta la precariedad que tengamos nosotros ahora. Que de todas maneras es mejor a la que ellos puedan estar viviendo.
Gracias, si, agradecer, nutrirnos de emociones sanas, amorosas y oxigenantes. Emociones que conectan con lo mas maravilloso de la condición humana, que también existe. No solo estamos hechos para la guerra y la venganza. Para la celebración, no se necesita mucha pompa ni decoración. Un pollo, una hamburguesa, una torta…lo que sea. Sólo que el jueves puede ser el día señalado para agradecer. Dar las gracias es un acto de humildad, de amorosa sumisión, porque es decirle al otro que su existencia o su presencia son necesarias, que nuestra vida es mejor a su lado y que a la vida vinimos a poner un granito de arena para que este mundo sea mejor. ¡Gracias por atender mis palabras!

martes, 18 de noviembre de 2014

¿Niños “congelados”?

Imposible pretender que el mundo evolucione, que el devenir de la sociedad sea continuo, que el desarrollo sea un eterno movimiento pero que exista un sector, un solo sector, que se quede congelado. Imposible soñar que los cambios sean sólo favorables para lo que nos gusta pero que en lo demás se quede estático. El cambio es un proceso que no se puede detener. Por ejemplo, hemos deseado casi con obsesión que el mundo de la mujer sea diferente, que ella “exista” para la cultura, para los pueblos, para la ciencia. Deseamos de corazón (y por necesidad) que la mujer tenga palabra, tenga criterio, tenga poder. Que deje al lado la dependencia y la sumisión y se pueda sentir autónoma, íntegra, capaz.

Posiblemente sea el reducto donde menos esperábamos que se sucedieran modificaciones. Pero ¿cómo esperar que una nueva mujer no engendre y forme un nuevo niño? ¿Cómo pretender que una nueva cultura no genere una nueva infancia? Nuestros niños son diferentes, están en una onda completamente renovada (para bien o para mal) y anhelar el niño o la niña del siglo pasada es una utopía. Mas bien sería un acto nostálgico (al que tengo derecho) pero totalmente desarticulado de la realidad.  Los niños y las niñas de hoy van mas acelerados, sus mundos cambian con mayor rapidez y hasta la biología es implacable. La menstruación les está llegando a las niñas alrededor de los 10, 11 años para advertir que la preadolescencia está cercana a los 10 años. Entonces es necesario precisar que la infancia se está terminando alrededor de los 8 años. ¿Mejor o peor? Argumentos de lado y lado que pondrán llevarnos a discusiones interminables. La realidad, la fotografía de hoy, es que la infancia también cambió. ¿Llegará la humanidad “a quedarse” sin infancia? Miles de posibilidades. Pero si así llegara a suceder, el mundo se adaptaría a ese cambio y viviría de acuerdo a esa realidad. Cada vez es mas claro que la velocidad de las modificaciones no se puede detener y quién lo creyera, lo que mas impacta es la rigidez de la mentalidad que no acepta el devenir de la vida. Para los que nacieron ahora o hace poco “es totalmente natural” lo que sucede. Sin espejo retrovisor no tienen cómo comparar y sólo miran para adelante….

Los que se conmueven son aquellos que comparan y anhelan el pasado. Pero nunca nada será como antes. Un nuevo mundo, una nueva concepción de pareja, de familia. La tecnología bombardeándolo todo, el mundo en ebullición –buena y mala- las religiones cuestionadas, la ciencia en revisión, los papás manipuladores, las políticas generando protestas ante su falta de justicia y desigualdad y…los niños ¿iguales? ¿estáticos? ¿congelados?

Esta nueva mujer, esta nueva familia, está engendrando un niño o niña diferentes. ¿Cuántas veces se comentan “las genialidades” de los niños de hoy? No sólo es el candor de padres o abuelos sino una realidad que a diario se desborda. Mas libres, mas espontáneos, con mas información, mas “estimulados” ¿cómo esperar que sean iguales a los de hace 50 años? A un niño o una niña se los puede manipular para que “actúen” en determinado escenario. Pero no se pueden desconocer las condiciones innatas que les brotan por todos los poros. Preguntan, cuestionan, son “igualados”, retadores, desafiantes. Lo que sucede en un escenario como La Voz kids no es, no puede ser considerado “un desastre”. Allí aprenden a desempeñarse en un mundo real, donde hay competencia, preferencias, estímulos, rivalidades, talentos, tristezas, alegrías, solidaridad, compañerismo. No es fantasía. Es la realidad, la que todos enfrentamos y que deben aprender a manejar. La añoranza del “niño antiguo” es una nostalgia válida, pero no deja de ser eso, una añoranza como tantas otras a las que debemos renunciar.  Hay que quebrar el espejo retrovisor y mirar para adelante. “C’est la vie”

martes, 11 de noviembre de 2014

¿En qué dimensión está?


Usted escribe un artículo, habla ante un grupo de personas, explica un tema, conversa con sus amigos y quién lo creyera, lo que usted dice, escribe o transmite, no es “entendido” de la misma manera por sus interlocutores. Aunque es el mismo discurso, cada uno “capta” de forma diferente pero no por un asunto de inteligencia, sino por un tema de conciencia. Dependiendo del nivel en que cada uno está, cada uno entenderá algo diferente. Y reaccionará de acuerdo a su desarrollo evolutivo. Porque conciencia tiene que ver con evolución. Así, todo aquel que ante cualquier idea diferente a la propia reacciona con “una piedra” muy posiblemente está en un nivel “elemental”, casi de sobrevivencia y cualquier comentario le suena a agresión. Está en peligro, su nivel de sobrevivencia, lo impulsa a protegerse. Para este nivel, no existe mas mundo que el propio, por lo mismo, la diferencia de criterio o pensamiento significa peligro. Y ¡se defiende! Pero como en ese nivel no hay argumentación sino sólo emotividad, la única respuesta son insultos, agresiones, ofensas, descalificaciones. 

Las reacciones, actitudes o pensamientos, “delatan” nuestro nivel de conciencia. Si puede argumentar, su nivel es mas evolucionado. Nuestro mundo es una comunidad de diferencias no de igualdades. Pero si la respuesta es ofensiva es porque hay miedo, existe la amenaza externa de que algo puede cambiar e inmediatamente viene la ofensa al interlocutor, la única manera mágica de “frenar” lo que no me gusta. Los comentarios a las columnas, por ejemplo, son un retrato casi perfecto de quienes las comentan. Viscerales, mesurados, ofensivos, amenazantes, degradantes. Lo curioso es que esta clase de “aportes” no llegan porque cuando no hay argumentos y usted está preparado, los insultos no penetran…se devuelven a quien los dijo y denigran mas de quien los dice de quien podría recibirlos. Porque no se reciben. Cada quien interpreta de acuerdo a lo que lee, que no es lo mismo que lo que se ha escrito. Sorprende si, como las redes se han convertido en un inodoro público, donde algunos vomitan toda clase de improperios cuando algo no les gusta. Es su miedo, su nivel de conciencia. El twitter se convirtió en excelente medidor de allí que los seguidores del sr. Colmenares, por ejemplo, muestran una elementalidad visceral porque una columna de opinión no “encajó” en su libreto. Incluído él, lo que prueban sus reacciones es la confirmación mas precisa de que en este juicio no está en juego la verdad sino las pasiones. Y allí si ¡fue Troya!

¿Quién es dueño de la verdad? Una opinión ¿por qué es tan amenazante? En Psicología se explica que lo que nos altera o emociona es porque “toca”, sintoniza algo que guardamos en nuestro interior. El problema no está en lo que se dice sino en lo que llega. Y lo que me llega es de mi total y entera decisión. Yo lo dejo “penetrar”. La resonancia es lo que nos hace vulnerables, la que produce una reacción que será manejada de acuerdo al nivel de conciencia.

El nivel mas elemental es de sobrevivencia y cual animalito del monte, la reacción es de insulto, a la defensiva. ¿Se identifica? Mas adelante existe un segundo nivel donde el sentido del grupo, del clan, de la tribu, es básico. Aquí por ejemplo están los integrantes de las barras de fútbol, las ofensas al honor familiar, la necesidad de agruparse para defenderse. Diríamos que gran parte de la población vive en este nivel de conciencia, independiente del dinero que tenga o de la preparación intelectual que posea. Las dimensiones o los niveles de conciencia no dependen de cuánto sepa sino de cuánto ha vivido que su verdad no es universal y que por lo mismo, el respeto por la diferencia se convierte en la piedra angular de un individuo sano. Pero eso es evolución.

martes, 4 de noviembre de 2014

Sr. Colmenares

Lo primero sí, decirle que lamento mucho la muerte de su hijo. Y mas, la forma en que sucedió y todas las inexactitudes, interpretaciones y manipulaciones que ha producido su fallecimiento y que aun ahora, siguen sin esclarecerse, cuatro años después. Sinceramente lo lamento. Es muy complejo hablar de este tema porque muy posiblemente la verdad nunca se sabrá. Aclaro, “la verdad” que cada quién anhela escuchar. Esa verdad será imposible de obtener porque es como si existieran múltiples verdades y por lo tanto el consenso de verdad, jamás se conseguirá. De allí surge mi deseo de escribirle estas palabras. Percibo su dolor, el de su familia. Percibo su angustia, su impotencia…sobre todo, me impactó mucho que le hubiera molestado tantísimo, por ejemplo, que Laura Moncada se hubiera desplazado a Brasil, a participar del Mundial como una espectadora mas cuando para usted y los suyos, la vida se detuvo hace 4 años. “Ni siquiera puede disfrutar el fútbol desde que mi hijo se murió, porque a él le gustaba mucho…” fueron sus amargas palabras.
Está en todo su derecho a sentir y manifestar su dolor. A reclamar por ello. Pero, si acepta una idea diferente, si se permite “oxigenar” un poco sus emociones y sentimientos, qué tanto, en su necesidad de esclarecer los hechos, hay una terquedad obsesiva, una necesidad de “no perder”, una angustia por “tener la razón”. Nada de lo que suceda de aquí en adelante le va a devolver la vida a su hijo. Pero su actitud no permite, en términos energéticos, que él descanse y que ustedes, en familia, retomen sus vidas. La energía existe, imposible negarla, pero en esta historia cada vez habrá mas amargura en su corazón y mas oscuridad en su entorno. No se da una energía que fluya, una energía que permita esclarecer los hechos, no. Por el contrario, todo se obstaculiza, se dificulta, se enreda. ¿Se ha preguntado el por qué? Su tranquilidad no puede venir de creer que pudo probar “su verdad” porque de pronto, corre el riesgo de que el resto de su vida sea un infierno cuando no logre su objetivo. ¿Vale la pena?
Es lamentable verlo en la televisión, donde cada vez es mas notoria su rabia, su rencor, su impaciencia. Desde afuera, los “espectadores” del caso podemos interpretar que este pleito se convirtió en un escenario para el odio, la venganza, la retaliación. Ya dejó de ser un juicio para esclarecer la muerte de su hijo, y se convirtió en una plataforma para representar una lucha de poderes, egos, regiones, abogados, jueces, mentiras, triquiñuelas, dinero, medios. ¡Es lamentable! Puede existir, sin embargo, una salida sólo si usted se decide a transitar por ese sendero. Sólo si usted decide soltar, aceptar (con razón o sin ella) que los hechos ya se dieron y que cada quien deberá llevar el peso de su conciencia y nada mas, sólo así usted será libre. Y su hijo descansará en paz. Si la justicia no logra encontrar al responsable, el peso de la culpa hará el resto. En esta generación o en las próximas. No olvide que los pendientes en el alma familiar siempre se saldan.
Hay quienes deciden vivir la vida para reivindicar una muerte. ¡Qué paradoja! Como si la muerte fuera un castigo o sólo se murieran los “malos”. Y si conoció a su hijo, si como usted dice era un muchacho “de bien”, ¿usted cree que él aceptaría este desgaste familiar y personal? ¿El era lo “mas importante” de su vida? Y ¿sus otros hijos, su esposa? Su futuro está retenido en el pasado, usted hipotecó su vida y la de los suyos. Pareciera que no tiene futuro sólo la amargura del pasado. ¿Se justifica vivir de esa manera? ¿Vivir para odiar? ¿Vivir para vengarse? Sólo usted señor Colmenares, decide…

martes, 28 de octubre de 2014

Mujer ¿invisible?


¿Que si los admiro? ¿Que si los aprecio? Claro que sí, son dos hombres valiosos, estudiosos, carismáticos. Hombres con poder de la palabra, con una capacidad de convocatoria enorme, que difícilmente se le arrugan a una dificultad. Hombres capaces de aceptar planteamientos y respetar diferencia de criterios. Allí estaban los dos, Santiago Rojas y Gonzalo Gallo, dando una conferencia en la semana de la “onda rosa”, ante cientos de mujeres. Sólo que en la tarima de los conferencistas, la organización del evento no acató dar un espacio para que una mujer pudiera dirigirse a las demás, en el mismo espacio de autoridad y poder que tuvieron estos dos seres valiosísimos. ¡En un evento sobre cáncer de seno! Así lo quisieron los organizadores, que no ellos, pero es importante caer en cuenta. Ni manera de decir que se desconoce el valor del símbolo, el significado de las alegorías, el poder de los modelos, el significado de las representaciones. ¿Imagina una conferencia dictada por dos mujeres en el marco de la semana del cáncer de próstata? ¿Cuántos hombres asistirían? ¿Cuantos “aceptarían” sus palabras? 

No, lo que ellos dijeron fue muy positivo, con seguridad a mas de uno de los asistentes reconfortó y servirá de luz para sus vidas. Pero las mujeres necesitan un lugar, necesitan el reconocimiento de una sociedad donde todos los detalles y todos los momentos sumen esfuerzos por modificar la mentalidad patriarcal que invade el siglo XXI. ¿Qué tanto tendrá que ver el cáncer de seno con la invisibilidad femenina? ¿A quién debe “nutrir” esta mujer cuyos senos “hablan”? Como se dice en términos de juego “no se nos puede pasar ni una”: cada ejemplo, cada detalle, contribuye en cualquier lugar a generar respeto, consideración y reconocimiento. Se necesita conciencia de equidad por todo lado y en todas partes. Todavía (¡todavía!) se considera exageración de feministas la necesidad de recalcar el lugar e importancia de la mujer, cuando la violencia, explotación o la “sencilla” discriminación ondea de extremo a extremo. Todos los días, en cualquier lugar del planeta, hay abusos contra las mujeres. Sólo la conciencia sobre la dimensión del problema podría contribuir a producir un efecto dominó. El efecto dominó ayudaría a que resonará la necesidad de un lugar equitativo para esta mujer, cualquiera que sea su condición. Es ¡persona!, dejó de ser objeto de decoración o de servicio. La igualdad, en el mismo terreno, en el mismo escenario, en el mismo contexto. Cuántos foros, cuántas organizaciones, cuántos simposios, siguen desconociendo a la mujer. La revista Semana, por ejemplo, rectificó, cambió, y ahora en su Premio de Excelencia, ya existen candidatas mujeres. Quién lo creyera, en la primera convocatoria, no existieron mujeres colombianas que calificaran para excelentes. Y qué tal la Iglesia Católica que no le da aún su lugar: no está a la altura de los sacerdotes y mucho menos del Papa. Entonces, ayudar a caer en cuenta sobre la necesidad de la equidad es tarea obligatoria, casi obsesiva. Si cada día uno, dos o miles de personas, dejan de ver “natural” la discriminación, si caen en cuenta de qué manera tan sutil se da el desequilibrio, ayudaría a generar mentalidad de respeto y cambio. La exclusión en cualquier escenario produce distancia, aislamiento, resuena en muchos espacios para los que todavía es normal el atropello, el abuso, el desconocimiento. Hay que dejar de verlo natural, estar con las antenas puestas, cuestionar, analizar, mostrar. La mujer no es invisible. En la intimidad de los hogares, en las empresas, en lo cotidiano, en la política, la discriminación sigue tan campante como hace 50 años. Tal vez la mayor diferencia está en que ahora se puede mostrar. Pero el cambio donde se valora a la mujer está muy lejos de darse… para muestra los ejemplos, hasta de organizadores de un simposio sobre cáncer del seno…

¿Una demanda de Vélez?


Desde mi profesión de psicóloga me impacta sobremanera el “florecimiento” (por decir lo menos) del narcisismo. Como conducta enfermiza, siempre ha existido, solo que su protagonismo como enfermedad hoy por hoy, sólo es comparable con los niveles que alcanza la depresión. El narcisismo, a diferencia de la depresión que se “sufre” individualmente, produce muchísimo mas daño “social” porque ni siquiera se detecta como enfermedad. Por el contrario, hoy es una “condición” natural para surgir, para “destacarse”. Los narcisistas modernos abundan en el mundo del espectáculo, de la política, del periodismo. Allí es donde mas se intenta brillar a cualquier costo, el ego de un narcisista es intocable. ¡Ay de quien se atreva! El narcisista, maestro en la construcción de una imagen, perpetúa una ilusión de perfección y poder. Siempre está preocupado por la impresión que da. Hombres o mujeres cuyo ego no les cabe en el cuerpo. Individuos sin sentimientos, capaces de arrasar con lo que se les atraviese, con tal de salirse con la suya. Con un narcisista no se puede dialogar porque siempre, siempre se pierde. 

A raíz de mi columna anterior donde me preguntaba de qué está hecho Luis Carlos Vélez, director del Noticiero de las 7 de Caracol, recibí una llamada de él “sorprendido” porque me atreviera a cuestionar su trabajo. Sorprendido e indignado porque yo dijera que posiblemente había heredado la misma actitud de su papá, negativo, descalificador y crítico destructivo. Para mi, el Noticiero de Caracol no transmite noticias sino miserias. Alguien lo definió como el noticiero de la porno-miseria. Cositero, la noticia mas importante de un día puede ser que en un pueblo perdido de la costa, alguien se robó una gallina. Con esa noticia Luis Carlos Vélez puede descrestarnos a los colombianos de lo qué es un manejo informativo audaz. ¡Por Dios! Bueno, esa fue mi crítica porque considero que alimentar de miseria (que no de verdad) la mentalidad de una comunidad, es una gran responsabilidad. Velez, furioso, argumentaba “usted no tiene derecho a decir que soy un resentido” y veladamente amenazó con la idea de que mi artículo podría merecer una demanda por injuria y calumnia.

No lo podía creer. Para mi era difícil asimilar la fragilidad de un hombre público que no soporta una crítica, que no resiste una opinión que no alabe su egocentrismo. El, periodista, público, aparentemente fogueado en comentarios, ideas o diferencias, no soporta que alguien –con razón o sin ella-, lo toque con opiniones que no sean a su favor. Peor dolor, porque si hasta el día de la llamada lo consideraba duro, arrogante, pretencioso, ahora considero que su debilidad es su peor defecto. Pobre hombre porque escogió una profesión que creía lo podía llevar al estrellato pero ésta puede ser su peor desgracia. Si lo critican se desmorona, si lo cuestionan no resiste. Y “amenaza” con demandas por injuria y calumnia.

Lo que desconoce el señor Vélez es que existen demandas jurídicas que son como un trofeo, como una presea que se llevan con orgullo y dignidad. Son como un reconocimiento a que nuestro pensamiento y nuestras ideas “dan en el blanco”, así exista la presión del poderoso narcisista por aplastar. Tras la máscara perfecta, maestro de los grandes engaños, el narcisista siempre está preocupado por la impresión que da. La deidificación del yo surge como una religión emergente en el mundo de hoy. Pero no me asusta, por el contrario, lo único que hizo el señor Vélez fue confirmar las motivaciones de su noticiero: rodearse de miseria para saber si de esa manera él puede brillar. No decían los viejos que “en el mundo de los ciegos el tuerto es rey”. Qué lástima, pero ni eso me hace prender el televisor a las 7 de la noche. Y usted ¿lo prende o lo apaga?

martes, 14 de octubre de 2014

¿De qué está hecho?


Cuando estoy frente al televisor y coincide con el Noticiero de las 7 de Caracol, mientras las noticias (¡) desfilan, me convierto en “observadora”: no tengo mas que preguntas frente a la personalidad de su director. ¿De qué está hecho? ¿Qué es aquello que lo motiva? ¿Cuál es el sentido de lo que cree que es periodismo? ¿Quién lo formó como comunicador para considerar que lo que transmite son “noticias”? ¿Conoce el significado de la expresión “miseria humana”?, ¿Cuál es el placer que encuentra en buscar en las alcantarillas sociales lo que debe transmitir? ¿Luis Carlos Vélez “disfruta” haciendo esta clase de noticiero? ¿Se cree un periodista verraco, bien informado? ¿Cuál es el instructivo que imparte a sus corresponsales y comunicadores en el momento de “escoger” la información?

El no tiene hijos aún pero es interesante saber si aceptaría darles comida dañada o alimentos en descomposición. Si escogería la comida en basureros o en lugares donde se pudren los alimentos. Porque, cuando el noticiero se ve completo (y se aguanta el impacto de lo que aparece en pantalla) es tenaz constatar lo que se transmite como información diaria. ¡Es increíble! Hurtos en la tienda de la esquina, robos en un pueblo de la costa, estafas en una compra de un t.v, asesinatos entre pandillas, peleas por un celular, en fin, ese es el país de Luis Carlos Vélez y el que disfruta transmitiendo. Mas veneno mental, imposible. Alguien lo llamó el noticiero de la “porno-miseria”. Claro, yo también vivo en ese país de Vélez, pero para mi “ese país de Vélez” es sólo una “parte”, porque “en la otra parte” (la mas grande) existen multitud de cosas que desearía poder ver y que se transmitieran en el Noticiero. Para Luis Carlos Vélez regodearse con la miseria humana es lo “máximo” de la información. Pareciera que eso le da caché, lo hace diferente, le da poder. Los vampiros energéticos se alimentan de carroña, de aplastar a otros (por cualquier método) para crecerse y sentirse poderosos. El noticiero de Caracol es el noticiero de la porno-miseria, se alimenta de miseria y claro, trasmite miseria como alimento diario para la salud mental de los colombianos.

No, no es necesario que me crea, sólo constátelo, pruébelo por usted mismo y pregúntese si “ese” es la síntesis perfecta de Colombia y si hay derecho a envenenar el espíritu de esta manera. Con lápiz y papel revise qué clase de noticias transmite Caracol y qué tan sanador puede llegar a ser para la opinión pública alimentarse solo de odios, desesperanza, frustraciones, problemas, angustias. Claro en Colombia existe la libertad de información como también la libertad de apagar o prender el encendido de un aparato. Por ejemplo CMI hace un noticiero diferente en “ese” mismo país, sin necesidad de mentir o esconder. Sólo que no se regodea con la miseria humana… Los pueblos, al igual que las personas, tienen autoestima y esta se puede construir o destruir con base en la información que se diga. No es mentir pero tampoco cebarse en la condición humana. Si “papá Vélez” es tan negativo que no daba un peso por la Selección Colombia, parece que su hijo no da un peso tampoco por este país. Y ese resentimiento lo vomita todos los días en el noticiero: “lo hago como tu papá”. A propósito, muchos de nuestros dirigentes (en todos los escenarios) son hijos de padres amargados, resentidos, humillados, machistas, con “cuentas pendientes” con la vida y Colombia está pagando la frustración de estos hijos de padres famosos. Aquí hay toda una investigación pendiente: los hijos del machismo, o los hijos de la ira. Bueno, ese es otro asunto. Por ahora, el Noticiero de las 7, es el noticiero del envenenamiento nacional. ¿Lo prende o lo apaga?

martes, 7 de octubre de 2014

La médica

¿Qué tan culpable o inocente es Ana María González? Desde su preparación científica, de una persona que está del lado de la vida, definitivamente no, no es culpable. No es congruente con su trabajo y compromiso con los pacientes. Así mismo, desde su preparación profesional no iba a ser tan “elemental” dar un veneno dejando todas las opciones abiertas para ser descubierta. Lo habría hecho mejor, de manera que no quedara tan implicada. Su historia personal, responsable, comprometida, tampoco “aporta” culpabilidad a su actuación. Sin embargo, un perfil psicológico diría que su persistencia en lo que ha conseguido podría dar muestras de obsesión, de terquedad. Esto no es bueno ni malo, pero es interpretable dentro de un comportamiento psicológico. Se podría concluir que este tipo de personas “no sabe perder” por lo tanto insisten hasta conseguir su objetivo. Pero, ojo, también estas personas inteligentes, obsesivas, son controladoras y no “cometen” un desatino cuando desean encontrar el resultado. En estas personalidades no hay precipitud sino cálculo y todo ello no encaja con lo sucedido. A su vez, está el tema de la soledad, ¿qué  tanto lo sentía? También podría hablarse (interpretando lo que se ve y lee) que es una mujer austera, parca, con un control grande de sus emociones: gestos, vestido, silencios, todo apunta a una mujer que no se “descuaderna” ni se sale de sus casillas fácilmente aún bajo mucha presión. La tuvo durante el juicio. Pero, también cuando una personalidad controlada, se descontrola, el desborde es completo y total.

¿Cómo analizarlo? Difícil, son interpretaciones desde los poquísimos datos personales que se tienen. A su vez, cuando su familia habla, tiene unos “silencios” que pueden confundir a la opinión pública. Por ejemplo, cuando les preguntan sobre la posible frustración de Ana María por no haber tenido hijos, no hay respuesta y en la ¿necesidad? ¿angustia? por engendrarlos ¿qué tanto puede juzgarse como elemento determinante para culparla? Mas análisis: el médico que jugó al engaño con dos mujeres, con una doble vida y por ser dizque la víctima, carece de responsabilidad en el proceso. ¿Qué tan provocador fue? Está también su novia “oficial” que debe ser la mas ofendida porque por lo general, aun cuando se gane “el trofeo”, el resentimiento perdura por el solo hecho de haber “engendrado” una infidelidad. Ni contar con la letra menuda donde hasta los laboratorios farmacéuticos tienen que ver en la “pelea” profesional para que la doctora González no descubra elementos mas baratos para realizar quimioterapias.

El juicio contra la médica debió enfocarse también con información y aportes psicológicos de los protagonistas del insuceso. Un triángulo pasional no puede sustentarse únicamente en recopilar acontecimientos, aportar pruebas “externas” y pare de contar. Celos profesionales, envidias, laboratorios farmacéuticos, personalidad de los “participantes”, historias laborales, todo entra en juego. Pero no jugó. La razón y las emociones en contraposición cada una halonando para su lado. Además, con el aporte sobre el sistema jurídico de Texas que hizo el periodista  Juan Esteban Constaín, se completó un panorama desolador sobre lo que realmente sucedió en ese estrado.

Es desconcertante para la cultura racional encontrarse con información que no se pueda comprobar en un laboratorio bajo los parámetros de la ciencia newtoniana, la determinista, la de “piezas de un reloj”. Todo aquello que se salga de este contexto, todavía se descalifica, se desprecia, se considera subversivo. Desafortunadamente la Justicia cuando carece de información psicológica, desconoce el aporte de esta Ciencia en la resolución de conflictos. Pero cada vez mas en cualquier escenario la mirada psicológica se vuelve necesaria. Casi, diría yo, indispensable porque sin ella estamos fragmentando el comportamiento y teniendo una visión sesgada de lo sucedido.

miércoles, 1 de octubre de 2014

¡Se acabaron los niños!

Mejor sería decir se acabó el concepto que teníamos sobre lo que es un niño o una niña. Ha caducado, por completo, la idea de que un chico es una persona frágil, insegura, tímida, dependiente, incapaz de valerse por si misma. Los niños y las niñas de hoy se salieron de nuestro molde y casi podría decir que la niñez es una etapa de la vida que puede durar unos 6 años, máximo 8. De allí en adelante la preadolescencia irrumpe con fuerza en la vida de estos chicos que sorprenden con su seguridad, su desparpajo, su “atrevimiento”, su propósito en querer alcanzar su sueño. Claro, tiene bueno y malo. Existirán quienes sientan que “se está perdiendo” lo “lindo” de antes, pero también existirán de los que creen (allí me incluyo) que es la evolución y el mundo va para adelante construyendo un modelo diferente de ser humano. Si vivo con espejo retrovisor, sentiré que es un despelote porque lo de hoy no se ajusta a los parámetros conocidos. Pero si miro para adelante podré aceptar que es diferente y es necesario hacer ajustes para adaptarnos al momento.
“La Voz kids” es una radiografía impactante de una nueva Colombia. O de una nueva generación (¿universal?) de niños y niñas. Se presentaron 17.000 candidatos y estamos en la eliminación de la eliminación. Claro, han llegado los mejores, pero son extraordinarios. A la gran mayoría no se los siente “preparados” o actuando. Son espontáneos, arriesgados, pícaros, seguros. Ni siquiera el jurado, totalmente seductor (a veces demasiado empalagoso) logra engarzarlos. Van por lo que quieren. Son capaces de controvertir al adulto, no se dejan mangonear y pueden enfrentarse a un escenario con cientos de ojos sobre ellos. Tienen el desparpajo de saber lo que quieren. Puede que detrás exista una frustración de un padre o una madre y el “aliento” de ellos alimente la historia y los sueños de esta nueva generación. Qué tanto los sueños fallidos de papá y mamá (o de generaciones anteriores) son el combustible de los hijos para desear ser artistas y “complacer” el anhelo de sus ancestros. Porque hasta las profesiones y los oficios están “marcadas” por la historia familiar, ya sea para compensar, reparar o expiar los pendientes del alma familiar. Pero es obvio que son extraordinarios. Y como el árbol genealógico siempre está presente en nuestra vida (no podemos excluir nuestros ancestros) es interesante otear qué tanta es la influencia de la frustración en esas actuaciones infantiles.
Al final de las presentaciones varios de los niños y de las niñas lloran, lo que es muestra del impacto del momento lo que es absolutamente sano para su equilibrio emocional. Estas lágrimas retratan el stress de haber vivido el acontecimiento pero hasta ahora ningún niño se ha doblegado en el escenario. Resisten, aún mas, se crecen y logran controlar emociones y nervios para realizar presentaciones muy seguras.
Son “otros” niños y es hora de que los adultos nos preparemos para convivir con esta nueva modalidad de chicos. No es anhelando regresar al pasado sino tratando de adecuarnos a la combinación de evolución, tecnología, madurez infantil, impacto de medios y publicidad, necesidad de autonomía, como debemos prepararnos para la realidad de lo que hoy se vive. Mucho se ha dicho sobre la madurez biológica de los niños, a partir de 1990 cuando ya en Alemania se logró probar el cambio evolutivo en los cerebros infantiles. Ahora lo vemos en su comportamiento y no podemos frenarlo o peor aún, descalificarlo, alegando que no se parece a nuestra infancia. Sería mas una actitud cobarde que madura. Aun mas, sería aceptar que nos quedó grande el presente. Y mas grande aún ¡el futuro!

viernes, 19 de septiembre de 2014

Amor y Amistad

En este mes de Amor y Amistad les traigo este super obsequio para que regales un excelente detalle a tu pareja o amig@. Consiguelo en el Tel. 6683176.


miércoles, 17 de septiembre de 2014

¿Quién educa estos nietos?


El programa “Séptimo día” el domingo anterior mostró un documental sobre una colombiana que viajó a Estados Unidos para estudiar una Maestría, se casó con un norteamericano, tuvo 2 hijas con él, pero terminó asesinada por su esposo en un ataque de celos. Las dos niñas están en manos de los abuelos paternos, padres del asesino. La familia de la mujer asesinada reclama, y con derecho, que sus nietas estén al lado de ellos, en Colombia, para ser educadas por la “parte sana” de la relación y no por la familia del asesino. La justicia norteamericana tiene la última palabra en este caso, pero como en Cali existe una historia semejante, bien vale la pena hacer algunas precisiones. Aquí, es Bienestar Familiar, el que debe decidir qué hacer con los niños hijos del asesino de su madre, hecho que sucedió hace dos meses. Aun mas, ya empezó a decidir dejando los niños en la familia que educó al hombre asesino, argumentando que el entorno de estos abuelos es lo que los niños ya conocen. La abuela, madre de la mujer asesinada, está reclamando el derecho a tener sus nietos pero Bienestar argumenta “lo que quieran los niños” sin analizar qué es lo mas conveniente para salud emocional de estos chiquitos. Ojalá que la nueva directora nacional, Cristina Plazas, se entere del caso y tome las medidas pertinentes por la salud emocional de los niños no por la inmediatez de los acontecimientos.

Claro, los niños están mas apegados a la familia del padre asesino porque con ellos es con quienes han vivido. Con ellos se han relacionado pero ¿serán los mas apropiados para educarlos? Cuando por ejemplo, unos niños viven con padres drogadictos, es necesario “sacarlos” de ese ambiente aun cuando duela la separación, la costumbre y la inmediatez. Nadie argumenta “déjenlos allí porque los niños están acostumbrados a sus padres drogadictos”. Por el contrario, aun cuando duele hay que proteger su futuro generando un nueva forma de vida que les ayude a formar una personalidad sana. Porque mirando su futuro, hay que “sacarlos” del ambiente contaminado para darles oportunidades de una vida diferente. Los niños de Cali, como las niñas de USA, no pueden estar “respirando” este aire de tragedia, con el fantasma del asesinato rondando sus vidas a diario. Además en honor a un equilibrio energético y sanador, ¿qué hubieran querido las mujeres asesinadas? Si ellas pudieran decidir, ¿cuál sería su voluntad? La de Estados Unidos y la de Cali ¿no murieron precisamente porque querían apartar a sus hijos de estos padres celosos, posesivos y enfermos? Entonces dejárselos a las mismas familias que educaron al los asesinos, es un doble irrespeto a la memoria de estas mujeres madres que lo dieron todo por sus hijos. En Cali, la familia que educó al asesino “vigila” el contacto de los niños con la abuela materna porque no los quieren perder. Pero, ¿es ese el ambiente mas sano para los niños?

Educar un niño no es fácil y argumentar “lo que quiere el niño” no puede ser, en ningún caso, una buena política de educación. Un niño “normalmente” quiere lo fácil, lo agradable, lo inmediato. Educar es precisamente disciplinar, proteger, intentar asegurar lo que mas le conviene un chiquito que no siempre es lo que mas le gusta. Un niño debe enfrentar dificultades, debe manejar sufrimiento. Cuidar su salud mental es precisamente colocar límites para poder enseñar a manejarle la frustración. En las 2 historias de mujeres asesinadas por sus maridos, qué importante sería que para ayudar a compensar un poco el dolor, el asesinato y la tragedia, los abuelos, padres de los asesinos, “ayudaran” a sus nietos a encontrar un camino sano educándose al lado de la familia de su madre. Es una forma de reparar una falta que aun cuando es individual tiene alcances de familia. ¡Esto es salud mental!

miércoles, 10 de septiembre de 2014

¿Usted se quedaría?


Un señor mató a su esposa en un acto de “ira e intenso dolor” después de que se escondió en un closet y escucho su conversación, de la que concluyó que ella quería separarse de él. Como tantos otros casos de historias en Colombia, este hombre macho no aceptó que su “mujer-propiedad” se fuera de su lado. O es mía o es de nadie. La mató de la manera mas vil sin ni siquiera considerar que tenían dos hijos que iban a sufrir el demoledor impacto (para toda la vida) de que su padre asesinó a su madre. Sucedió y usted pudo haber conocido esta historia hace unos días en los medios de comunicación.
Además de lo desgarrador de la situación y para “completar” el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, por interpretación de una de sus funcionarias y apoyada dizque en diagnósticos psicológicos de la psicóloga particular que “orienta” el caso, (amiga de la familia del homicida) decide entregar la custodia de estos niños a la abuela paterna, es decir a la madre del asesino, y a uno de sus hermanos. Madre y hermano del homicida son ahora, temporalmente, los responsables de la custodia de los niños mientras que la abuela materna tiene casi mendigar que le permitan ver a sus nietos, hijos de su asesinada hija. ¿Lo puede creer? Claro, vendrán los alegatos, las roscas, justificaciones (¿y algo más?), pero el sentido común, el mas elemental, el mas coherente, diría que estos niños deben “airearse” y salir de un entorno cargado, negativo y energéticamente contraproducente. Soy consciente que los problemas no se arreglan con cambios geográficos o locativos, pero a los niños si les aporta “desligarse” de la escena y el ambiente del crimen, para ubicar sus vidas en otros espacios. Se le puedan dar miles de interpretaciones a este caso pero el hecho real es que se produjo un homicidio donde un hombre mató a la madre de sus hijos. Por lo mismo cualquiera con sentido común podría considerar que el mismo ambiente que “educó” al homicida no puede ser el mas adecuado para educar a los nietos. O será que sí. O será que existen “teorías psicológicas” que justifican la permanencia de los niños en ese ambiente.
Salto de garrocha. Toda la explicación anterior, totalmente impactante, me sirve de apoyo para justificar (¡por Dios!) la salida a la carrera de la excontralora Sandra Morelli para Italia. Cuando le dicen y le advierten que no le pueden dar detención domiciliaria porque ella es un peligro para la sociedad y su falta muy grave y por lo tanto Bienestar Familiar se haría cargo de su único hijo de 10 años (huérfano de padre), creo que Sandra Morelli tiene todas, pero todas las justificaciones para salir corriendo y buscar que no le quiten a su hijo. Conociendo antecedentes como la resolución del caso del asesino de la madre de sus hijos por Bienestar, claro que la señora Morelli debió salir disparada para evitar que el Instituto le termine de educar su hijo ante la ausencia de otros familiares. Hay hechos que no dependen de reglamentos o leyes sino de interpretaciones personales. Qué mamá se va a atrever a “correr el riesgo”. Hagan una encuesta entre mujeres, aún mas entre abogadas, o entre jueces mamás, para escuchar cuántas responden “Yo me quedo, yo espero”. La inmensa mayoría saldría corriendo. Y qué tal que con esas “particulares” interpretaciones Bienestar pudiera terminar entregando el hijo de la doctora Morelli a la familia del fiscal por considerarlo “buen educador” del hijo de su enemiga. ¿Acaso no es lo que ha sucedido con los niños de la primera historia? Las interpretaciones se hacen con base en hechos concretos y esto son los resultados de las acciones de Bienestar. ¿Usted mamá se quedaría en Colombia pudiéndose ir y proteger a su hijo?

martes, 2 de septiembre de 2014

Pareja Ministerial

Hay que hablarlo pero no tanto porque sorprenda sino por lo que representa. Por lo que simbólicamente significa que dos mujeres inteligentes, capaces, protagónicas, sean pareja y ambas estén en el gabinete del Presidente Santos. Algunas empresas por ejemplo, no aceptan por reglamento, que una pareja (cualquiera que sea su sexo) pertenezcan a la misma empresa. Si se enamoraron dentro de la organización, hay la exigencia -si consolidan su unión- que uno de los dos se retire. A veces es el empleador el que “escoge”, en otras ocasiones la pareja decide. ¿Tiene lógica está limitante? Multitud de argumentos a favor y en contra pero si no existe la exigencia en el reglamento no hay porque aplicar la medida.

No se había presentado el caso y por lo tanto no debe existir determinación al respecto. Es muy seguro que ambas puedan (y deban) continuar. Es aquí, en momentos concretos, donde surgen las preguntas e inquietudes. Una pareja puede estar junta en un gabinete ministerial o en uno departamental, o ¿la proximidad del afecto impide que deban desempeñarse para la misma organización? La respuesta puede obedecer mas a la hipocresía social que a una realidad. Cuántas relaciones clandestinas se dan, se han dado, Presidentes con amigas, gobernadores con “sucursales”, y como no se conocen “públicamente” han podido continuar. Pareciera que “el delito” está en anunciarlo. En darlo a conocer, en “salir del closet”. En nuestra sociedad pacata, mientras se esconda no hay delito. Mientras no se conozca, no existe. El problema está en decirlo, transmitirlo. Si recibe el juicio de los demás, adquiere categorías diferentes porque la mirada externa aprueba o desaprueba. En el fuero interior muchas cosas son permitidas, obedecen mas a criterios que pueden representar libertad, rebeldía, sumisión, angustia. En fin…

Pero cada vez es mas claro que sí, estamos viviendo en un nuevo país. El que socialmente se estimule abrir mentes, en la opinión pública, para oxigenar creencias adaptándolas a las experiencias reales de los seres humanos, es construcción de salud mental. Claro, habrá personas con miedo. El miedo al cambio es uno de los temores mas ancestrales de cuantos existen. Cada quién tiene derecho a creer lo que quiera. Pero el proceso de evolución es movimiento no quietud. En el tema de las dos Ministras, Cecilia y Gina, el Presidente está dando unas muestras de apertura que revolcarán a los opositores. Se deben estar carcomiendo las entrañas pero es necesario hacerlo de esta manera, dándole opciones al amor, a la paz, a la diferencia. En toda decisión hay que escoger, todo no se puede tener. Decidir es escoger. Y la decisión de tener un país diferente ya es reparador. Con todos los escollos que puedan encontrarse. El sentido del perdón, por ejemplo, puede interpretarse de 40 millones de formas diferentes. Difícil llegar a un consenso. Pero hay que intentarlo.

Sí, el riesgo de dos trabajando para una organización, es que el retiro o la salida de uno de los dos de la pareja, implica que el que queda puede sentirse “untado” de la salida (o sacada) del que se fue. ¿Resentimientos? ¿Cuentas pendientes? ¿Retaliaciones? El Presidente tendrá que decidir qué hacer cuando se presente la crisis. Posiblemente, saldrán las dos. Pero el “atrevimiento” de permitir que en su Gobierno se de una muestra palpable de respeto por la diversidad es ya una colaboración a la salud mental de Colombia. Mientras tanto, disfrutemos de este nuevo momento del país donde el respeto por la diferencia permite mirar a compatriotas de una manera diferente. A no ser que el anquilosamiento sea total y sólo la muerte pueda movernos de esa quietud aplastante.

martes, 26 de agosto de 2014

¿Cuál es su “guerrillero”?


Aun le parezca absurdo en el plano material y mientras vivimos en este mundo, cada quien tiene uno o varios guerrilleros “personales”. Cada quien puede anidar en su corazón, en su cuerpo, en su familia, en su historia, alguien que le ha producido muchísimo dolor, angustia, maltrato, sufrimiento. En el plano material o en el plano emocional, o en ambos. Alguien a quienno se soporta y se fantasea con eliminar, así no sea sino un sueño efímero, para mágicamente creer que así podremos vivir en paz, sin esa desazón que produce tenerlo frente a nosotros Alguien muy cercano o muy lejano. Puede ser miembro de la familia, un extraño, un vecino, un desconocido, alguien que cruzó por su vida y dejó una huella imborrable de angustia y sufrimiento. Ese ser que nos genera los mas absurdos sentimientos y a veces logra despertar el monstruo interior que llevamos dentro. Es tarea de cada quien reconocer a su propio guerrillero como parte de su entorno. Y de su aprendizaje

Es obvio que mi “guerrillero personal” #1 es Alvaro Uribe, sus posturas, sus ideas, su comportamiento, su patología. Las emociones que me produce su conducta fluctúan entre la rabia mas infinita al desprecio mayúsculo. Y claro, mi proceso personal es aprender a manejar esas emociones, a aceptar que él tiene derecho a su postura, a su patología y que la impotencia que me produce “no poder cambiarlo” es parte de mi aprendizaje. A eso venimos a la vida, a aprender. A entender la diferencia. Los mejores maestros siempre son aquellos que mas nos tallan. Y están allí precisamente para “enseñar” convivencia, tolerancia, aceptación. Una personalidad como la de Uribe es “necesaria” en la toma de conciencia de este nuevo país que está emergiendo. Todos los fundamentalistas son maestros de tolerancia porque enseñan “en carne viva y sin anestesia” cómo extremar posiciones es una forma de vida que ayuda a caer en cuenta de cómo no repetir esa conducta. Se le llama aprendizaje por oposición, diferente al aprendizaje por imitación.

Resulta que ahora tengo otra “nueva” guerrillera personal. Cada vez toma mas presencia y “arde” con su actitud y su postura. Su manera de juzgar el entorno, “toca arrebato” y revuelve las entrañas. Pero, hay que aceptarla. María Fernanda Cabal con su cinismo y contradicción “emerge” como una nueva maestra de tolerancia y respeto por la diferencia. Tenemos que aprender a convivir con ella, con su rigidez y fundamentalismo, con sus actitudes descalificadoras hacia los demás porque entre mejores sean los maestros de “lo que no debe ser” mas posibilidades existen de que no se nos olvide. Su manera de juzgar la actitud de Angela Giraldo en La Habana, habla de una intolerancia exagerada. Sin embargo, allí no radica su mejor “lección”: cuando terca y obstinadamente dice que “le pido disculpas, pero eso no hace que yo retiré nada de lo que he dicho” (El País, viernes 22 de Agosto)está dando prueba inequívoca de algo que en psicología se denomina perversión: si, pero no. Lo hago pero no lo hago. Una actitud plenamente perversa porque lo que hace es confundir al adversario. Sí pido perdón pero no retiro nada de lo dicho. ¿Logra entender?

El Procurador Ordoñez es otro de mis guerrilleros maestros. Su fanatismo religioso es definitivamente chocante. Cada quién tendrá su galería de guerrilleros personales. Lo anterior no significa silenciarse frente a sus conductas (ni de ellos frente a las nuestras) sino poder expresar la incomodidad de las actuaciones que nos tallan aceptando que en este mundo todos debemos caber. Y opinar. En ningún lado debe existir “delito de opinión”. Mejor expresar que callar. Convivir con esos guerrilleros personales es la manera de demostrar que somos una sociedad pluralista y tolerante.

miércoles, 20 de agosto de 2014

¿Qué nos deprime?


En el lenguaje mas simple y elemental, una depresión es hija de una frustración, es el resultado de algo que se esperaba y no se logró. De una ilusión que se convirtió en desilusión. De un anhelo frustrado. De un duelo congelado, no hablado, no resuelto. Una depresión viene cuando los sueños no coinciden con la realidad. Cuando el hastío se apodera porque no conseguimos lo que creíamos llegaría a nuestra vida. En cualquier nivel, en cualquier aspecto, en cualquier circunstancia. Por eso “la madre” de la frustración es la cultura, aquel ambiente en que vivimos y que exige, coloca parámetros de inteligencia, belleza, éxito, felicidad, propios de propaganda televisiva pero que distan muchísimo de ser reales. Entonces no somos como creímos ser, la vida no resultó como esperaba, como la soñamos.

Las depresiones se “viven en el alma”, dentro del cuerpo pero no todas tienen causas físicas. Una inmensa mayoría apuntan a situaciones del medio que disparan la tristeza o la melancolía o el aburrimiento. Además, hay que recordar que en el mundo emocional “no hay tiempo” y de pronto una circunstancia actual casi inocua, “conecta” con algo no resuelto en el pasado y entonces se presentan la crisis. Aparentemente sin una causa “inmediata” pero allí estaba solapada, “en remojo” a la espera de sacar la cabeza por el guardado reprimido. Las depresiones entonces merecen un trabajo de investigación que puede remontarse a los ancestros donde una situación familiar heredada y no resuelta, produce el desastre. ¿Heredamos depresiones? Sí y no solo por el ADN sino también por los duelos congelados, las disputas familiares no resueltas y transmitidas de generación en generación, las preferencias familiares, los odios y envidias entre hermanos…en fin ¡el listado es grande!

La depresión es la resultante de cómo un ser humano enfrenta la vida. Quien logra manejar lo cotidiano sin llegar a ideales exagerados de perfección es posible que pueda superar los normales inconvenientes. Pero es en el hogar donde se cocinan los primeros brotes de una depresión que tiene tanto pero tanto que ver con lo que se espera de una persona. Defraudar a los padres, no cumplir sus expectativas, nacer hombre y deseaban mujer o viceversa, nacer mujer y esperaban varoncito, no estudiar la profesión anhelada por los padres, todo va “marcando el camino” y personalidades frágiles “se revientan” con la presión. La depresión termina siendo rabia guardada (contra algo o alguien, hasta contra la “desastrosa vida que llevo”) que como no se expresó, no se exteriorizó, la devuelvo contra mi mismo. Rabia porque no me resultaron las cosas. Rabia porque no eras como yo esperaba. Rabia porque la vida es injusta conmigo. Rabia porque al “malo” le va bien y a mí que soy bueno, no. Rabia y frustración forman el coctel perfecto para darle vida libre a la depresión.

Quien lo creyera, de lo que mas frustración produce y la cultura se ufana de pregonar, son las metas. “Póngase metas”, “construya ideales”, “sueñe”, “haga planes”, prepare la cartelera del éxito, visualice su futuro. Sí, hay muchas personas a las que las motivan las metas y logran llegar a ellas. Pero muchas otras no las alcanzan y el golpe es contundente: “no valgo, no sirvo, soy un desastre”. Porque los seres humanos somos diferentes y pretender que una fórmula de comportamiento o actitud le sirva por igual a todos, es una utopía. El manejo de la diferencia, el respeto por la diversidad, son de los elementos mas sanos con los que podríamos, colectivamente, ayudar a enfrentar la depresión. Enfermedad del siglo XXI, de la forma cómo hemos concebido la vida. Y la felicidad. Y el éxito. Y dadas las circunstancias cada vez habrá mas depresivos.

miércoles, 13 de agosto de 2014

El nieto desaparecido


Como vivimos en un mundo concreto, material, en la tercera dimensión, queda muy difícil aceptar que existen otras dimensiones, otra información y casi casi que otros mundos. Maravilloso entonces que una entidad como Coomeva, (en sus inicios cuna de la crema y nata de la Medicina) traiga como orador destacado en Exposer al neurólogo cirujano Eber Alexander, quién habla precisamente de esos otros mundos, de esas otras dimensiones. La historia del Dr. Alexander es impactante no sólo por su “muerte” y regreso (“La prueba del cielo”), sino también por su historia de adopción. Es allí, en esas historias familiares donde radica una prueba contundente de las otras dimensiones, otros mundos, otras historias guardadas a las que podemos acceder a través de los llamados campos mórficos y las nuevas herramientas psicológicas y científicas con las que se accede a esta información.

Ah, claro, la ciencia tradicional no cree, se burla y ridiculiza estos saberes (qué se hizo el psicólogo forista que denigraba de esta información y de paso creía que pisoteaba mi carrera de Psicóloga). Pero la ciencia se burla porque no tiene cómo probar, desde los instrumentos científicos, que este conocimiento se da. Es una paradoja: no cree porque no tiene herramientas para evaluar pero no tiene instrumentos porque no cree. ¿Cuándo romperá el círculo? La historia del nieto de la abuela de la Plaza de Mayo, en Argentina, es una de esas historias que conmueve y que “habla” de los “otros” mundos. Las dras Luz Mary Sánchez y María Cénide Escobar, tienen un libro extraordinario “Mitos y Secretos familiares” editado por la Universidad del Valle como resultado de un trabajo de investigación muy serio. Nuestra colega Paola Guevara está a punto de publicar su libro “Cartas a Mara” donde contará otra historia real que contribuye lenta y pausadamente a abrir la mente a esos otros mundos, a la información “guardada” en la historia familiar y que silenciada, termina haciendo tanto daño, causando hasta enfermedades físicas. El mundo científico, de la mano de investigadores como Bruce Lipton, Brien Weiss, Frank Capra, Ernest Hammer, Masaru Emoto, Rupert Sheldrake, Alice Miller y tantos otros que se han atrevido a romper los estrictos paradigmas de la ciencia, sometiéndose a la burla de sus compañeros pero abriéndole la mente al mundo científico y a la tradicional cultura. Hay miedo por descubrir pero ellos se han atrevido…

Pues bien, la historia del nieto perdido que ahora aparece para satisfacción de todos, plantea muchísimos interrogantes. ¿Es mejor tener secretos que destapar la verdad? ¿Se deben desnudar los secretos familiares? Hijos que no son, asesinatos, suicidios, abortos, robos, amores prohibidos, secuestros, toda una temática silenciosa que ha construido un entramado de problemas y pendientes que hay que resolver. Recuperar a los “excluídos”, poner en paz el alma familiar son algunos de los desafíos de la psicología actual porque nadie se enferma “solo”, ningún humano puede vivir sin raíces y conexiones. Alguna vez, Henry Lipsky (¿recuerda la historia de la niña Raquel Lipsky desaparecida hace mas de 30 años?) planteaba que si hubieran encontrado a su hija 20 años después, de pronto no la traería de regreso al hogar: comprobaría que estuviera bien pero “respetaría” los actuales lazos de la niña con su “nueva familia”. El nieto de Argentina es adulto. Pero, por ejemplo ¿un adolescente “recuperado” debería regresar al hogar biológico? Preguntas que se deben manejar de acuerdo a cada historia. Pero, lo importante sí, es destapar porque si no se develan esos secretos en forma consciente, el alma familiar “busca” y encuentra la manera de airearlos y “poner en paz” el pendiente. Muchas situaciones se podrían evitar en la medida en que se hablan. La vida real y la nueva ciencia aunadas para construir un mejor ser humano. ¿Está listo para aprender?