En un reportaje el periodista transcribe lo que el entrevistado
dice. No es un trabajo de investigación. Y si el entrevistado afirma que ‘él es
Dios’, el periodista puede inquietarse, dudar, preguntar, pero en definitiva
consigna lo que le dijo el entrevistado.
Traigo a colación esta introducción para referirme a la entrevista
que el viernes la revista Gente le hizo a la educadora Maritza Uribe de
Bonilla, dueña del jardín Infantil Críos. Sus declaraciones han causado inmenso
malestar porque no hay actitud mas desagradable que creerse “únicos e
insustituibles”. En provincia decimos que a veces los bogotanos tienen unos
aires de superioridad atropelladores puesto que actúan como si “colonizaran” al
resto del país. Se consideran “los mas” puesto que creen que están rodeados de
personas ignorantes, provincianas y pueblerinas. Qué hartera. Alguien lo
explicaría como “la culera bogotana”. Pues bien, en la entrevista Maritza
cuenta cómo ella, llegó a Cali desde Bogotá hace 27 años, después de estudiar
en Toronto. Aquí, descubrió e implementó cosas que “nadie había realizado en
Cali”. “Al principio muchos la miraron con extrañeza porque su jardín infantil fue
el primero que … ”
El reportaje es descrestante: ella fue “la primera” que consideró
importante que un médico, un psicólogo y una fonaudióloga estuvieran de planta
en un Jardín Infantil. Fue la primera que aprendió “hechos que nadie mas
conocía” en Cali. Supo de conexiones cerebrales en el mundo de los niños y
trabajó por áreas “como nadie mas lo había hecho en nuestra tierra”. Sus
respuestas son molestas y chocantes por presuntuosas y equivocadas. Para un
grupo de educadoras y directoras de jardines Infantiles, mucho mas antiguos que
Críos de 27 años, Maritza está faltando a la verdad desconociendo lo que había
antes de que ella “nos alfabetizara”: instituciones educativas de trayectoria,
con trabajos serios de investigación en educación infantil. Pero Maritza, se
cree “la primera”. Nadie como ella había logrado ver y aprender lo que le
aportó a la “ignorante Cali”. Ella “sorprendió”
(¿a quienes?) con su saber… En lo
que si fue pionera fue en cobrar matrícula 2 veces por año. ¡Nadie lo hace como
ella!
Lo que impacta es que sea una educadora con conocimiento,
experiencia y conciencia la que pueda expresar (y creerse) esas “verdades”
totalmente contrarias a la realidad.
¿Por qué la mentira y la distorsión se están convirtiendo en algo
habitual en el diario vivir? ¿Así educamos y transmitimos valores? ¿Por qué mi
fantasía la propago como verdad universal? Existen tantos hechos y datos que
“tumban” la teoría de la directora de Críos. Las Escuelas Maternales en Cali y
la Asociación de Preescolar del Valle desde esa época eran pioneras en Colombia
en trabajos interdisciplinarios de
avanzada en el campo de la educación infantil. Si Maritza lo desconocía no
significaba que no existieran. Si no encontró Jardín para su hija, no significó
que no los hubiera y de excelente calidad y conocimiento.
¡Qué coincidencia! Me pregunto si esta idea de creerse su propio
cuento tiene algo que ver con el apellido cualquiera que sea su región. ¿Será
que el “Uribe” tiene incluído un gen de distorsión de la realidad? Sobre el
tapete la harta sensación de una mentira descomunal de una educadora confundida.
Gloria H. @revolturas

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