En términos psicológicos los “debería” son fatales. Obedecen mas a
situaciones ideales y perfectas que a realidades cotidianas y alcanzables. ‘Debería’
es un concepto fruto de expectativas que
pertenecen a un mundo perfecto. Sólo que…la perfección es inhumana, no puede
darse en nuestra condición de seres finitos. Ir en pos de ella es una utopía.
Trae desilusión, desesperanza, apatía, inconformidad. Hay que encaminar
esfuerzos para acercarse al ideal pero este nunca se alcanza, ¡es ideal! Es la fatalidad
de la existencia.
Toda la carreta anterior para referirme al papel del Estado frente
a los ciudadanos. No sólo del estado colombiano sino de cualquiera. Los Estados
‘deberían’ velar por sus ciudadanos pero hay que entender también que no pueden
actuar como padres de niños o niñas rebeldes o desobedientes. A los individuos
nos cabe un mínimo de responsabilidad como miembros de una comunidad. Lavarse
las manos para ‘exigir’ que el Estado supla todas nuestras necesidades y
caprichos, es definitivamente una actitud infantil. La cédula o mayoría de edad
no sólo es un documento necesario para votar sino que, se espera, aporte
conciencia sobre nuestro papel dentro de la sociedad en que vivimos.
Si hay una amenaza de erupción en un volcán o un peligro generado
por reacciones naturales, por ejemplo, el Estado tiene la obligación de
advertir sobre el peligro pero no puede irse detrás de cada ciudadano y
’obligarlo’ a tomar conciencia. En lugares de peligro comunitario, los Estados
alertan sobre los riesgos pero si los ciudadanos deciden ‘no moverse’, no
evacuar, el Estado no puede evitar las consecuencias de esta decisión. Fue realmente
desastroso el episodio de Rosa Cely cuando la abogada acusa a la víctima de
responsabilidad en su actuar. Pero, en otros casos, si el individuo ‘busca’ ser
víctima, desafía el peligro, reta la cordura, pregunto ¿qué tanta
responsabilidad le cabe al Estado en las consecuencias de su actuar?
Salud Hernández se metió a la boca del lobo. Ella lo sabía, era
muy consciente de ello. Por una necesidad de realizar una visión ‘objetiva’ de
los acontecimientos, o por hacer una crónica, o por desafiar al Presidente
(cercana a Pacho Santos, detesta a Juan Manuel), o por todas las anteriores, es
posible que esté en manos del ELN. El estado tiene la obligación de intentar
liberarla, pero ¿qué tanta responsabilidad le cabe a ella en esta acción? Salud
ha sido desafiante, aguerrida, retadora. No se está metiendo con ovejas sino
con verdaderos lobos, machistas, sin escrúpulos y sin conciencia. ¿El que el
Estado tenga el deber de protegerme y garantizar la vida significa que puedo
desafiar los reales peligros de las situaciones? ¿Por qué, entonces, existen
circulares rojas que advierten de peligros en determinados lugares del
planeta? ¿El ciudadano que desafía la
advertencia es responsable de las consecuencias o el Estado debe actuar como
papá que ‘cuida’ al hijo díscolo, cualquiera que sea su actuar?
El proceso de paz está llevando a actuaciones increíbles para
probar quién tiene la razón. Alguien decía que es mas fácil la guerra que la
paz. Es mejor continuar en la confrontación que empezar un nuevo camino. La
resistencia al cambio es descomunal porque lo nuevo, así sea la paz, asusta.
¡Es la condición humana!
Gloria H. @revolturas

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