¿Cuál es la lectura que usted le daría al hecho de que a Noemí Sanín se le ocurriera nombrar una mujer como fórmula presidencial? ¿Cómo se sentirían de discriminados los conservadores de este país si a la candidata del partido conservador le parece que otra mujer debe ser su segunda de a bordo? Harto ¿no? Allí si pareciera injusto (y hasta discriminatorio) que Noemí abusara de su poder para nombrar un equipo sólo de mujeres. ¿Cómo así? ¿Y dónde quedarían los hombres? ¿Por qué no les da al menos la oportunidad de entrar a su fórmula presidencial?
Pues bien, todos los precandidatos presidenciales de este país, con excepción de Germán Vargas son unos machistas de marca mayor. De nada sirven todos sus panegíricos sobre la igualdad, valor, importancia y bla, bla, bla, sobre mujeres, cuando no la tienen en cuenta y pretenden gobernar sólo con hombres, en un mundo masculino. Ni siquiera Sergio Fajardo fue coherente. (Y espero que mi admirado Antanas Mockus no la embarre). Porque hablar y pontificar está a “años luz” de actuar y ser consecuentes entre lo que se piensa y lo que se vive. La mujer no existe en este país. No existe para la política, no existe para los medios académicos, no existe en el interior de la familia (los niveles de violencia intrafamiliar son descomunales). No existe porque o es invisible o es ciudadana de segunda. Los dirigentes de este país anhelan que los otros no tan importantes la traten bien y la valoren. Cuando para ellos ni siquiera existe… ¿Cómo crear mentalidad y conciencia con semejante discriminación y doble moral? Los precandidatos presidenciales las utilizan para hacer la carpintería de las campañas. Que decoren, sirvan los tintos, cuadren las agendas, hagan las citas…y pare de contar. Y en todas las instituciones respetables sucede lo mismo: la Iglesia, los militares, los políticos, el mundo académico. ¿Qué tal la respuesta de Adolfo Vera con su congreso médico: de 31 expositores sólo 3 son mujeres “porque no encuentra mujeres en este país” para que participen de su reunión. Sólo el 1% de expositoras eran mujeres. La “crema y nata” de la intelectualidad médica discriminando a la mujer porque no “las encuentran”. ¿Será que no existen mujeres preparadas que sean capaces de exponer en un congreso machista? Luego esta cultura se desgarra las vestiduras, se da golpes de pecho, porque la violencia intrafamiliar no disminuye: por el contrario, pareciera que aumenta con el “aval” de toda la mentalidad discriminatoria de este país. El dr. Emilio Quevedo en la presentación de la Historia de la Medicina en Colombia, expresó un planteamiento filosófico contundente: todo tiene que ver con todo. Los hilos de todos los asuntos se intercalan para crear el gran tejido de la cultura. Mientras no exista una gran actitud de valoración de la mujer en todos los estamentos e instituciones de poder en nuestro medio, se está hablando carreta. En el mes de la mujer, qué paradoja, los candidatos a la presidencia la desconocieron. También en este mes no “calificó” para acompañar a 28 hombres en un congreso patriarcal. Y todavía hay quienes se preguntan por el sentido de elementos como la ley de cuotas, el día de la mujer, cuyo único objetivo es ayudar a generar conciencia sobre la discriminación. No necesitamos que nos regalen flores ni que nos escriban panegíricos. Exigimos equidad en un mundo donde hombres y mujeres somos igualmente socios de la misma sociedad.
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