martes, 30 de marzo de 2010

Entrega Especial: Nueva década… ¿nueva ciencia?

Nueva década, nuevos conocimientos y… ¿nueva ciencia? Sería pretencioso hablar de una ciencia nueva pero lo que sí es obvio que a la ciencia también le llegó su reingienería. Los avances producidos a través de la física cuántica han producido un revolcón. Todavía algunos se resisten a aceptarlo pero los científicos –de varias especialidades- que ya no repiten en forma tan elemental (¡) que los conocimientos están aislados y carecen de conexión con un todo, o que divulgan el paradigma de que sólo existe lo que materialmente se pueda medir, o que las coincidencias no existen, crece en forma significativa. El descubrimiento del quanta por Max Planck demuestra “que la materia existe como probabilidades y tendencias en vez de cómo cosas absolutas, sugiriendo que la “realidad” podría no ser tan real ni tan sólida después de todo”.
Y si la realidad no es como la hemos creído ver, si el investigador está cargado con su propia historia e interpretación cuando investiga y “escoge” lo que investiga, significa que la ciencia no es tan objetiva, tan precisa y tan “fría” como parece. ¿Qué es la realidad en definitiva? ¿La que creamos o la que está allá, “afuera de nosotros”, imperturbable, esperando ser descubierta? ¿De qué está hecha la realidad? El espacio que existe entre los objetos ¿de qué está compuesto? ¿Es vacío? El físico Konrad Finagle formuló la pregunta: “considere lo que ocurriría si quitáramos el espacio entre la materia. Todo en el universo se arrumaría en un volumen no más grande de una mota de polvo… El espacio es lo que impide que todas las cosas ocurran en el mismo lugar”. Y queda entonces la pregunta: ¿qué hay en el espacio, entre los objetos materiales? ¿Sólo existe el vacío? Porque si fuera vacío, sin nada, sino hubiese “algo” ¿cómo pueden viajar de un lugar a otro las ondas de energía que transmiten desde nuestras llamadas por celular hasta la luz que se refleja para poder leer? No habría manera de que las ondas se propagaran y estaríamos abocados a ser estáticos e imperturbables. Repito ¿qué hay en el vacío?
Uno de los descubrimientos más sorprendentes de los científicos, que tiene relación con las preguntas sobre el vacío, es el de los campos mórficos, el espacio que se crea y que se “carga” de información sin que medien palabras: sólo la información “llega” y es capaz de transformar lo que llamamos realidad sin ser muy conscientes de lo que allí sucede. El concepto surgió cuando Rupert Sheldrake investigaba sobre cómo se forman los organismos, es decir de qué manera un pino se estructura como pino tanto aquí como en China y ¡es igual! De esa manera la teoría de Darwin sobre la selección natural queda cuestionada puesto que con tantas combinaciones posibles los organismos “escogen” la misma en cualquier parte. Es como si existiera una “memoria” colectiva que se “capta” en cualquier espacio y en cualquier tiempo. ¿Qué explicación puede darse? Sorprende comprobar cómo la información puede viajar más rápido que la misma luz. Aun mas, “en algunos experimentos los datos han llegado a su destino antes de salir de su lugar de origen”. Estamos hablando de memoria universal, que “guarda” y transmite información sin importar el tiempo y el lugar, a través de los átomos y del resultado que se crea a través de lo que se repite. Esta información repetida crea un campo mórfico donde se produce la resonancia.
¿Qué es resonancia?
Tal vez sea una de las palabras claves en la nueva ciencia. Resonancia. Significa que creado un campo mórfico, provisto de una información, los seres pueden resonar en él de acuerdo a sus características individuales. Aun cuando los seres tenemos mucho en común, desde la esencia de seres humanos, resonar significa “encajar” dentro de esa información, sintonizarse con ella y producir un resultado. Igual a tantos otros que pudieron resonar con lo mismo y crean y perpetúan el campo mórfico. Hay quienes entran en resonancia con el dolor, por ejemplo, y pasan de dolor en dolor como si estuvieran “salados”. Su memoria personal está cargada de sufrimiento y sólo se encuentran “a gusto” resonando en un campo mórfico donde exista dolor. El viejo adagio popular que dice por ejemplo, “que la plata atrae más plata”, no es otra cosa que la confirmación de una resonancia dentro de un campo mórfico. Pero claro, en la medida en que caemos en cuenta de esta clase de fenómenos, tenemos la capacidad de “NO RESONAR” en aquel campo mórfico provisto de información negativa. Desde procesos de conciencia se contrarresta el campo mórfico negativo para “crear” un campo mórfico positivo. Sería interesante preguntarse si comunidades como Haití están programadas para “resonar” siempre en el dolor, en el sufrimiento y requieran una toma de conciencia como un terremoto para modificar su futuro.
Muchas cosas están cambiando en nuestro mundo y en la ciencia. Sólo hay que tener la mente abierta para “resonar” en una nueva mirada que construya un nuevo mundo. Max Planck lo dijo: “Como hombre que he dedicado la vida entera a la ciencia más lúcida, al estudio de la materia, puedo decirles lo siguiente como resultado de mis investigaciones referentes a los átomos: ¡no existe la materia como tal! Toda la materia se origina y existe solamente en virtud de una fuerza que hace vibrar las partículas de un átomo y mantiene unido a este minúsculo sistema solar del átomo…debemos asumir tras esta fuerza, la existencia de una mente consciente e inteligente. Esta mente es la matriz de toda la materia”. Allí está toda la información que recibimos y que cada vez resuena más en nuestras vidas.

lunes, 29 de marzo de 2010

¿Que le pasa a la Iglesia?

¿Se equivocaron? ¿Están tan desubicados que no se dieron cuenta de lo que realmente sucedía? ¿Se obnubilaron con el poder, creyéndose “representantes de Dios en la tierra”? ¿Qué le sucedió a la institución Iglesia Católica para encontrarse en este lugar de desprestigio pero sobre todo, de desubique tan marcado?
Primero es una institución humana y por lo tanto no está libre de errores y aprendizajes. Segundo, fue estructurada para una época en que el ser humano, en su proceso evolutivo, era infantil. Hoy, la evolución ha permitido que las personas crezcan y en el proceso de despertar de conciencia, la religión ya no se necesita para vivir, crecer y trascender porque somos capaces de llegar sin intermediarios. Hablamos de espiritualidad. Sin embargo la Iglesia insiste en creencias anquilosadas: prohibir, amenazar, excomulgar, creerse única, condenar al cuerpo y por ende la sexualidad, castigar, esconder, discriminar a la mujer, señalar buenos y malos, no sintonizar con las realidades sociales (número de hijos, derecho al placer, relaciones temporales) en fin…tantos desaciertos porque haberse quedado estática e inamovible en un mundo que ya no es el mismo de cuando se estructuraron sus creencias. Y cada vez su deterioro será mayor porque terca, obstinadamente, como quien se aferra al poder porque siente los estertores del final, no quiere hacer una sana reingienería. Aquí estoy y aquí me quedo, cada vez más sola y desprestigiada.
Uno de los pilares fundamentales de su cambio debe pasar por el celibato. No es coincidencia que un gran número de sacerdotes abusen, en especial, de niños varones. El sacerdocio representa un lugar privilegiado para esconder el miedo a la mujer y desde allí puede hacer metástasis toda la patología que esto conlleva, incluída la homosexualidad latente que termina manifestada con el abuso a los niños. Otros pueden optar por la doble vida con mujeres (ayudantes, vecinas, secretarias, amigas) para evadir el compromiso y la responsabilidad que conlleva una familia. No son todos, pero no debe ser coincidencia el número de casos donde la sexualidad es el telón de fondo.
La Iglesia Católica como institución está a las puertas de su final. En las famosas predicciones con los nombres de Papas, se dice que faltan dos y el terror era asociar “no más nombres” con el fin del mundo. La que termina como institución puede ser la Iglesia, no el mundo, porque cada vez es más claro que para crecer en evolución, hay que dejar la religión. Cualquiera que ésta sea. Porque las religiones generar guerras, caos, política, lucha de poder, marcan lo correcto e incorrecto, buenos y malos, etc. Espiritualidad y religión no son lo mismo. La espiritualidad nunca se deja… Otro error garrafal de la institución católica es promover la culpa a través del concepto de que los seres humanos “ofendemos” a Dios. Imagínese usted al “pobre Dios” recibiendo las ofensas de no sé cuántos humanos… Como si Dios se ofendiera con los actos nuestros. Como si Dios fuera “tan delicado” para sentirse con lo que hacemos las personas. Dios es cada uno y allí radica la gran diferencia de lo que la institución católica no quiere transmitir. Hay tantas cosas que debe cambiar, claro, si se acepta humana, humilde y limitada. Si sigue creyéndose “representante de Dios en la tierra” he ahí las consecuencias…

martes, 23 de marzo de 2010

¿Cuál es la lectura que usted le daría al hecho de que a Noemí Sanín se le ocurriera nombrar una mujer como fórmula presidencial? ¿Cómo se sentirían de discriminados los conservadores de este país si a la candidata del partido conservador le parece que otra mujer debe ser su segunda de a bordo? Harto ¿no? Allí si pareciera injusto (y hasta discriminatorio) que Noemí abusara de su poder para nombrar un equipo sólo de mujeres. ¿Cómo así? ¿Y dónde quedarían los hombres? ¿Por qué no les da al menos la oportunidad de entrar a su fórmula presidencial?
Pues bien, todos los precandidatos presidenciales de este país, con excepción de Germán Vargas son unos machistas de marca mayor. De nada sirven todos sus panegíricos sobre la igualdad, valor, importancia y bla, bla, bla, sobre mujeres, cuando no la tienen en cuenta y pretenden gobernar sólo con hombres, en un mundo masculino. Ni siquiera Sergio Fajardo fue coherente. (Y espero que mi admirado Antanas Mockus no la embarre). Porque hablar y pontificar está a “años luz” de actuar y ser consecuentes entre lo que se piensa y lo que se vive. La mujer no existe en este país. No existe para la política, no existe para los medios académicos, no existe en el interior de la familia (los niveles de violencia intrafamiliar son descomunales). No existe porque o es invisible o es ciudadana de segunda. Los dirigentes de este país anhelan que los otros no tan importantes la traten bien y la valoren. Cuando para ellos ni siquiera existe… ¿Cómo crear mentalidad y conciencia con semejante discriminación y doble moral? Los precandidatos presidenciales las utilizan para hacer la carpintería de las campañas. Que decoren, sirvan los tintos, cuadren las agendas, hagan las citas…y pare de contar. Y en todas las instituciones respetables sucede lo mismo: la Iglesia, los militares, los políticos, el mundo académico. ¿Qué tal la respuesta de Adolfo Vera con su congreso médico: de 31 expositores sólo 3 son mujeres “porque no encuentra mujeres en este país” para que participen de su reunión. Sólo el 1% de expositoras eran mujeres. La “crema y nata” de la intelectualidad médica discriminando a la mujer porque no “las encuentran”. ¿Será que no existen mujeres preparadas que sean capaces de exponer en un congreso machista? Luego esta cultura se desgarra las vestiduras, se da golpes de pecho, porque la violencia intrafamiliar no disminuye: por el contrario, pareciera que aumenta con el “aval” de toda la mentalidad discriminatoria de este país. El dr. Emilio Quevedo en la presentación de la Historia de la Medicina en Colombia, expresó un planteamiento filosófico contundente: todo tiene que ver con todo. Los hilos de todos los asuntos se intercalan para crear el gran tejido de la cultura. Mientras no exista una gran actitud de valoración de la mujer en todos los estamentos e instituciones de poder en nuestro medio, se está hablando carreta. En el mes de la mujer, qué paradoja, los candidatos a la presidencia la desconocieron. También en este mes no “calificó” para acompañar a 28 hombres en un congreso patriarcal. Y todavía hay quienes se preguntan por el sentido de elementos como la ley de cuotas, el día de la mujer, cuyo único objetivo es ayudar a generar conciencia sobre la discriminación. No necesitamos que nos regalen flores ni que nos escriban panegíricos. Exigimos equidad en un mundo donde hombres y mujeres somos igualmente socios de la misma sociedad.

lunes, 15 de marzo de 2010

Lo que hace daño

En el proceso de evolución existen situaciones, hechos o circunstancias que “hacen daño” o detienen los procesos individuales de conciencia. Dicho de otra manera, no ayudan a crecer espiritualmente. Son talanqueras para poder despertar. Podemos mirarlo como los pasos inferiores en el proceso de crecimiento espiritual. La primaria del colegio de la vida. Y hay que crecer, hay que desapegarse de ideales y falsas creencias para poder continuar un proceso evolutivo. Somos seres divinos viviendo una experiencia humana. Hay que despertar.
¿Quién lo creyera? Las religiones ocupan uno de los lugares más destacados en los inconvenientes evolutivos para despertar conciencia. Las religiones amarran, asustan, detienen. Las religiones dividen, hablan de “mejores y peores” en criterios, filosofías o dogmas por lo que son absolutamente competitivas. Todavía resuenan en mis oídos “la única, fuera de la cual no hay salvación”. ¿Cuál consigue más adeptos? Las religiones se basan en la fé y aun cuando sorprenda, en Dios no se puede creer. Cuando se cree en Dios, todavía se está en niveles inferiores. Crecer espiritualmente es tener la certeza de Dios o de una fuerza superior. Y como ya no se necesita fé (fe es creer lo que no vemos porque Dios lo ha revelado), porque se tiene la certeza, se vive en un nivel de sabiduría por encima de las religiones y sus creencias.
Otro de los procesos inferiores de evolución son los políticos. Desde la política no se puede crece espiritualmente. La política pertenece al terreno de los años inferiores del colegio cuando no se acepta que el desarrollo del universo es “perfecto” y que cada situación está hecha para crecer y despertar. Por lo tanto el papel de los políticos es jugar a ser dioses y creer que ellos si son capaces de modificar el rumbo. El mundo cambia sólo en el momento en que procesos individuales toman conciencia de que deben vivir de manera diferente. La política pareciera que es el arte de engañar. A sí mismos y a sus electores. Pero bueno, ellos, los políticos, están en el lugar indicado, desempeñando el papel indicado: creerse dioses y no poder hacer nada por nadie. En procesos evolutivos el mundo es perfecto como se desarrolla y como se desenvuelve. Lo que no significa licencia personal para no hacer nada o asumir posiciones absolutamente abusivas y destructoras. No es fácil de aceptar pero es real en el proceso de desarrollo espiritual. No olvide que el 2.012 ya empezó…El deporte competitivo tampoco es apto para crecer espiritualmente. La competencia es inferior en el camino de la vida evolutiva porque el otro o la otra son seres a los que debo derrotar: se convierten en rivales para mi desarrollo. Son los grados inferiores del crecimiento y todos tenemos que pasar por todos los cursos del colegio de la vida para poder alcanzar la plenitud. La competencia –en ningún campo humano- indica crecimiento. No es fácil aceptar cómo los seres humanos debemos ser coherentes para poder avanzar. No basta con pensar o creer. Hay que actuar. Y eso que deliberadamente no se nombran “las ayudas caritativas” que también pueden ser “inconvenientes” de crecimiento espiritual para quien las da y para quien las recibe. Lo que es obvio es que el camino espiritual no es un camino de rosas. Atreverse a revisar creencias es la forma más clara de transitar el proceso de conciencia así choque con lo que aprendimos.

lunes, 8 de marzo de 2010

Apague el Televisor!

No es necesario votar para ello. No necesita que nadie esté de acuerdo con usted. Tampoco se requiere que entiendan su posición. Sólo es necesario su criterio. Sólo es indispensable lo que usted opine, lo que piense al respecto. Puede ser una posición muy solitaria, puede ir en contravía de toda la opinión pública. Escúchese a usted mismo, mire su entorno, véale la cara, la conducta y la actitud a sus hijos e hijas y tome la decisión. No importa lo que le digan los “importantes”, los poderosos, los maestros, los psicólogos o los analistas. Es hora de escuchar sólo a su criterio. Si quiere, escuche su corazón, él no se equivoca. Llegó el momento de obrar.
Porque es imposible que como papá o mamá no entienda el daño tan grande que le están haciendo las telenovelas de narcos a los muchachos y muchachas de hoy. Rosario Tijeras es “la tapa”. Pero ya que nadie hace caso y algunos medios en aras del raiting les importa un bledo lo que suceda con la juventud, es hora de que papá y mamá asumamos una actitud. No les supliquemos mas, no imploremos, no les pidamos que “nos hagan el favor”, no. No más. No les hablemos de una historia colombiana llena de narcotráfico APRENDIDO en una cultura traqueta que parece quisiéramos perpetuar. ¡Actuemos ya! Pero como no puede existir televisión sin público, así de fácil, apague su televisor. El suyo, el de su casa. Las telenovelas no existen si no tienen quien las vea. Es hora de construir un bloqueo frente a lo que nos daña, decisión que depende de cada quien y no necesita ni referendos, ni leyes, ni senadores o representantes. No necesita de nada, ni de nadie. Sólo de su decisión… Pues bien, como los canales no logran “captar” lo que está sucediendo, como su necesidad compulsiva de competir entre ellos los ha llevado a este grado de enfermedad mental, se vuelve prioritario que muchas individualidades hagan montón. Que criterios absolutamente personales formen un tejido. Que apaguemos el televisor a la hora de esas novelas. No mas “Pandilla, guerra y paz”, Capos, Mujeres de la mafia, Rosario Tijeras y tantas otras de una violencia patológica. Sí, eso lo ha vivido Colombia pero la manera de enseñar no es regodearse en las situaciones sin ninguna clase de análisis crítico o cuestionador. Que el ideal de un joven de barrio, hoy por hoy, sea ser como el capo, o tener plata como los narcos, no sólo depende de lo que hagan papá y mamá sino de lo que “venden maravillosamente” los canales nacionales.Es menos dañino que sus hijos e hijas vayan a la calle a las 9 de la noche y que se encuentren con la vida tal cual es. En la calle pueden sentir miedo y reaccionar. Frente al televisor hay fascinación y “todo es posible”. Es mejor enfrentar situaciones reales, por impactantes que sean, que protagonismos virtuales donde el poder y el dinero hacen de las suyas. El sólo hecho de tener momentos en que se puede ser tan poderoso y despiadado, ya de por sí justifica que valga la pena “intentarlo”. No importa el final. Los muchachos y muchachas hoy creen que la vida no vale “mucho la pena” por lo tanto un buen momento –así sea muy corto- justifica su logro. Y que los medios nacionales vendan el protagonismo del dinero y el poder, entonces… Frente al televisor de su casa usted tiene toda la autoridad y jerarquía para apagarlo. Quítele los cables, haga lo que quiera…y demostremos que los ciudadanos del montón podemos ser tan poderosos como las grandes cadenas de televisión

lunes, 1 de marzo de 2010

Mujer ¿Todavía pide permiso?

Empieza el mes de la mujer. Porque dada las estadísticas de violencia doméstica que viven las mujeres en nuestro medio, sería un contrasentido dedicarla tan sólo un día y menos aún, adornarlo de flores, panegíricos y… frases dulzonas. Llegó la hora de ser coherentes. Es el momento de caer en cuenta que ni con celebraciones exteriores ni con medallas o condecoraciones estamos enfrentando el problema de fondo. Que no es otra cosa que una lucha de poder. Porque las relaciones entre hombres y mujeres hoy por hoy son un campo de batalla donde el poder –quien manda, quien controla- es el trofeo por el que se vive, por el que vale la pena arriesgarlo todo, hasta el amor que creo tenerle a quien me acompaña en este momento de la vida.
La mujer despertó. O si lo quiere ver de esta manera, está intentando valorarse a sí misma sin necesidad de depender del hombre en las proporciones en que siempre lo había hecho. Es capaz de trabajar, puede ganar dinero, se da cuenta de que puede vivir sin “ese” hombre (o lo puede reemplazar) y es capaz de mantener y educar a sus hijos e hijas. Y el que el hombre se dé cuenta de que la mujer no lo necesita, es un golpe demasiado fuerte a su ego masculino, a su machismo, a su mente patriarcal de quien detenta el poder. No lo soporta. No lo resiste. Y como se le acabaron los argumentos para “hacerla obedecer”, no queda más remedio que la violencia, los golpes, el maltrato psicológico, el chantaje con los hijos e hijas y la rabia porque “se le salió de las manos” y “hace lo que le da la gana”.
Bueno, ¿y por qué no puede hacerlo? ¿Por qué tiene que pedir permiso? ¿Acaso es la hija “mayor” de su cónyuge? Eso no significa que viva a espaldas de su compañero. Pero de allí a pedir autorización para vestirse, gastar su dinero, cortarse el pelo, pintarse las uñas, visitar a sus amigas, estudiar lo que desee, chatear o reírse a carcajadas, existe un abismo. Se acabó el tiempo en que el hombre mandaba. Ahora o somos socios de la misma sociedad y jugamos en igualdad de condiciones o… cada vez las relaciones serán mas tirantes. Nos debemos amar, no necesitar, y el amor es un proceso de respeto y valoración de la otra persona. No puedo desear cambiarla ni moldearla de acuerdo a una imagen personal. Un buen inicio de este proceso de evolución de la mujer (y del hombre) es aceptar que la compañera que vive con usted no tiene que pedirle permiso para decidir lo que considere pertinente. Si el hombre, en el mes de la mujer, empieza a caer en cuenta qué tan machista o controlador es de su compañera y qué tan atropellador (y descalificador) es ese control, podríamos empezar a hablar de un cambio que genere mejores condiciones de equidad. La violencia doméstica comienza en la certeza masculina de que él es superior y es el que manda. En que él tiene la razón y su mujer es menos capaz. O en creer que él, hombre, tiene más derechos que ella por el sólo hecho de que es varón.
Por eso si usted es de los cree que los hombres están hechos para mandar, que las mujeres deben ser “cuidadas” y que los hombres son más inteligentes fácilmente puede convertirse en un atropellador de mujeres. Nadie puede sentirse superior sin “marcar territorio” y hacer gala de su poder. Nadie que se crea mas inteligente es capaz de conceder la razón. Entonces, no más panegíricos dulzones. Es hora de cambiar creencias y empezar verdaderamente el cambio por donde debe empezar: en el interior de la casa de cada quién.