miércoles, 31 de octubre de 2018

Solo el alma sabe lo infinito que es el Amor. Rumi


Solo el alma sabe lo infinito que es el Amor. Rumi

martes, 30 de octubre de 2018

¡Bruja!



Quien lo creyera. Por el mundo hoy se pasea una bruja aterradora. Como en las épocas mas oscuras de la humanidad, la Bruja (sí, con mayúscula) aterroriza porque es imposible controlarla. Se salió de madre y no existe ninguna clase de arma o elemento que la detenga. Esta semana que se celebra Halloween, está probando su poder,  está midiendo sus alcances, mientras que los humanos aterrorizados, hacen todos los intentos por detenerla. Control, prohibición, represión, noticias falsas, miedo, son algunos de los métodos utilizados para detenerla. Imposible. La libertad se desplaza por el mundo, la libertad hija de la pluralidad, nos sacó de únicos modelos, únicas verdades, únicas formas de pensar. Y hoy es la libertad lo que mas asusta. Hoy es la libertad la bruja que aterroriza al mundo. Por algo Bolsonaro en el Brasil dijo que combatiría ¨las ideologías” mientras la información política dice que varios países empiezan a elegir gobiernos derechistas que detengan la libertad: de pensamiento, de comportamiento, de actitud, de religiones, de diversidad, de mercados. “Por eso preocupa la tendencia mundial que ha escogido autócratas para gobernar EEUU, Filipinas, Hungría, Polonia, Rusia y Turquía, elegidos democráticamente” (El Tiempo pag.1.2, domingo 28/10/18). Para muchos entonces, llegó la hora de detener al monstruo. La libertad, como la bruja, como la mujer, no pueden andar sin control,  deben estar supeditadas al poder patriarcal. Es hora de detener la libertad.

¿Que ha habido excesos? Sí, no se pueden negar. Es un camino largo y no lleva mas de 80 años intentando caminar. La libertad engendra responsabilidad, compromiso,  conciencia. La libertad genera autonomía.  No sucede de la noche a la mañana pero es obvio que esta asustando. Ha aterrorizado al poder que perdió el control y para éste, es inadmisible que no pueda dominar. No debe ser casualidad que la libertad como la bruja sean femeninas. En definitiva, el cambio actual vino de la revolución femenina, cuando la mujer se atrevió a caminar sola para decirle al hombre “yo puedo, no necesito depender”. La píldora y el voto fueron sus aliados. Y esta expresión ha sido repetida en muchos escenarios, en muchos campos, en muchas modalidades. Enfrentar al poder es lo mas delicado que puede suceder porque el poder mas poderoso es el poder. Ni siquiera el dinero, ni la información, ni el sexo, ni las religiones. El poder aplasta. Y contra éste, contra el poder autocrático, se enfrenta la libertad.

La libertad de pensamiento, por ejemplo, genera pánico. Atreverse a cuestionar, modificar o cambiar “lo de siempre” es una amenaza. Pero esta libertad va montada en el carrito de la información. Y cada vez es mas libre porque la información no se detiene. ¿Quién la regula? ¿Quién le coloca límites? Ella misma en la medida en que es consciente de su poder. Muy posiblemente el límite está en el otro u otra. “No te haré nada que no quisiera que me hicieran a mi”. Ella misma, la libertad, tiene la responsabilidad de medir hasta donde llega. No necesita freno externo. La libertad con conciencia es el camino que nos humaniza. Es Halloween la fiesta de los disfraces. Para muchos la libertad es un monstruo que urge controlar o erradicar. Para otros es magia que transforma. ¡Bienvenida!

Gloria H. @Revolturas

lunes, 29 de octubre de 2018

jueves, 25 de octubre de 2018

miércoles, 24 de octubre de 2018

La vida te da todo lo que necesites

la vida te da todo lo que necesites, con la condición de que no dudes que te lo mereces.

martes, 23 de octubre de 2018

¿Se suicidaría?



Existen multitud de razones para pensar en un suicidio.  Desde religiosas, pasando por  políticas hasta personales y simples. La frustración es uno de los mas fuertes “motivadores”. No soportar que las cosas no resulten como se espera puede desequilibrar hasta el punto de querer desaparecer. ¡No va más! ¿Para qué seguir cuando no vale la pena? Cuando no hay nada que dé sentido a lo que se vive.  Con base en esas reflexiones, no sorprende que en algún momento de la vida no haya pasado por la mente la idea del suicidio. ¿Y si muriera? Existe la suposición que acabada la vida, terminan los problemas. Además las contradicciones religiosas están “obligando” a muchos a caer en un escepticismo galopante.  No existe un “mas allá”, no existe Dios (¿si sus representantes hacen lo que hacen, cómo creer?) o, si es tan poderoso ¿porque “permite” el mal?

En ese orden de ideas, el suicidio no aparece tan descabellado. El cuestionamiento a las religiones, el despertar para no creer tan sólo por miedo o inseguridad, los adelantos científicos, Dios no existe, la información desbordada, la prepotencia humana (se dispone de la vida y se escoge cuando morir), múltiples factores que abren mas la puerta para decidir voluntariamente poner fin a la vida. De acuerdo a la edad, las motivaciones varían. Para los jóvenes que comienzan, sentir que no hay nada porque vivir. A propósito ¿qué tan válido es un estudio que relaciona el niño no deseado con mayores tasas de suicidio? O, rodeados de situaciones familiares conflictivas, los líos de papa (¿existe?) de mamá (¿dónde está?), la violencia intrafamiliar (dizque son los que mas quieren y cuidan de mi),  el futuro aparece como una mancha oscura y tenebrosa. No tiene sentido prolongar algo que no va para ningún lado. Los jóvenes dicen que no pidieron que los trajeran al mundo y en esta cloaca no vale la pena continuar. ¿Por qué no morir ya? Los mayores lo pueden considerar por físico desgaste. Para que mas de lo mismo. ¿Por qué prolongar el sin sentido de una vida vacía, fracasada, donde no se logró lo que se esperaba? Las frustraciones, los sueños congelados, la desesperanza, el desamor, todo un coctel de razones donde no hay por qué vivir. El suicidio aparece como una salida, desesperada pero salida, a un sin sentido de vida.

Para escapar de ese hueco de desesperanza existen dos posibles caminos: sentido de trascendencia, creer en un mas allá, creer en procesos de evolución a través de muchas vidas, o dedicarse al servicio de otros a los cuales se les pueda alivianar el dolor. Salirse de uno mismo, de la propia angustia o desesperanza y servir al otro, es una manera sanadora de darle sentido al existir.

Un suicidio es mas angustiante para los que quedan que para el que se va. El ya vivió su calvario. Posiblemente en silencio, confundido, en una desesperanza total: la idea del suicidio se acrecienta en la medida en que la persona se encierra, construye explicaciones y respuestas desde su propia angustia sin permitir airearlas con alguien diferente a su propio yo. Abrirse a otro puede facilitar oxigenación en la oscuridad de la mente. No es fácil. El suicidio en definitiva es un desafío a la ciencia, a la cultura y a la información. No se esta exento de que pueda suceder en el entorno. Hay que poner cuidado.

Gloria H. @Revolturas

lunes, 22 de octubre de 2018

jueves, 18 de octubre de 2018

miércoles, 17 de octubre de 2018

martes, 16 de octubre de 2018

“Insúltame si puedes”



Empiezo por darle una información elemental sobre los insultos. Cuando se dice “vaciar el tarro” significa ensuciar, arrojar “verbalmente” materia fecal al otro. Todo un simbolismo que tiene que ver con los orificios del cuerpo humano. Lo anal se relaciona con la rabia, de allí la expresión “cagarse en los demás”. El afecto se relaciona con la comida y con la boca. Por ello, la anorexia es un conflicto con la madre-nutriente. Cada orificio tiene un significado relacionado con el comportamiento humano. Insultar entonces, es una manera de enlodar al otro. Pero también es importante destacar que el insulto es un “obsequio” que solo cumple su cometido si se lo recibe. Si no llega, no hay manera de insultar.

¿Qué necesito para que me insulten? Recibir la grosería. El título de un libro escrito por J. Mario Valencia,  con ayuda de psicólogas, “Insúltame si puedes”,  sirve de partida para hablar de los insultos y agresiones verbales, a raíz claro de la grosería de la señora a Juan Manuel Santos.  “Insúltame si puedes” es la radiografía mas precisa de que los insultos solo llegan si se los recibe. Es decir, si te das por aludido, si te “engarzas” en la rabia del otro.  De lo contrario el que insulta se queda con el insulto en su boca, “escupe para arriba” y toda la babaza que deseaba echar se le devuelve.

Es paradójico porque la cultura motiva para que “responda”, “no se deje”, sin entender que el verdadero poder personal está precisamente en no responder. Se necesita “entrenamiento” pero se logra. Y produce una inmensa satisfacción estar blindado contra los insultos que le producen mas rabia a quien está disparando y no logra su cometido. En definitiva somos libres de recibirlos. En el video la mujer no logra su propósito porque Santos no se los recibe. Ni se inmuta. No la mira. No existe para él, entonces la mujer se queda “untada” de su propia inmundicia. El video fue promovido por el Centro Democrático para “golpear” a Santos y justificar el hecho. Pero otra vez, un representante de este grupo, Carlos Holmes Trujillo reclama por el insulto de Maduro a Duque. Claro, apoyamos esta molestia contra el Presidente del país, pero eso no justifica fomentar otros insultos a otras personalidades. Para ser coherentes, no pueden existir insultos justificados y no justificados, en especial pedaleados por el mismo “promotor”. La coherencia es vital… y definitivamente el Centro Democrático no la conoce ni por el forro.

Discrepar con argumentos es diferente a insultar. A través de redes y de opiniones, la gente se aficionó a empajar como una manera de refutar ideas. El anonimato fomenta esta actitud que solo retrata a quien la practica. Me imagino que muchos de los que lo hacen,  pueden ser padres o madres de familia que critican las violencias, feminicidios, violaciones sexuales, sin captar que estas actitudes son entrenamientos hogareños para que sus niños o adolescentes, (ahora o mas tarde), no sólo vomiten agresiones  sino también no duden en actuar su rabia matando, violando o lastimando. Todo tiene que ver con todo. Ese “inocuo” insulto conecta con toda una red de emociones desbordadas que pueden terminar asesinando. Insúltame si puedes dice mas del que lo lanza y quien lo creyera, puede que nunca llegue a ninguna parte. ¿Se justifica?

Gloria H. @Revolturas

jueves, 11 de octubre de 2018

martes, 9 de octubre de 2018

La Ley del Talión



El gobierno de Iván Duque se siente muy orgulloso de la expresión “el que la hace la paga”. Siendo candidato a la presidencia la dijo y terminó convirtiéndola en motivador para generar la filosofía de su gobierno. Y aun cuando es necesario hacer justicia y asumir consecuencias de los actos, definitivamente es diferente buscar lo justo  a “cobrar”, buscando que se pague por los errores. La diferencia está en la intención. Intención traduce el propósito que alienta la conducta, independiente del resultado. Aún mas se puede llegar al mismo objetivo con intenciones diferentes. La intención no es algo que la persona hace, sino una fuerza que existe en el universo como campo de energía invisible. La intención es el propósito que alimenta la acción. Ser cobrador, a cualquier nivel, es uno de los actos humanos mas denigrantes. Ni qué decir a nivel emocional. El “cobro” es una retaliación que envenena la condición humana porque habla de la venganza como forma de reparación. ¡Emocionalmente demoledor!
Por ello, no se pueden escribir en el mismo renglón la educación y la venganza. No puedes intentar construir mejores opciones de vida cuando el “bichito” de la retaliación nutre los deseos de cambio. Mejorar y cobrar no caben en la misma línea.  La determinación de aumentar a cadena perpetua la condena de los violadores de niños y niñas, se escucha mas como una retaliación que como una determinación acertada. Aun cuando suene muy fuerte, el violador ha sido “educado” en alguna familia o “antifamilia”, con cualquier cantidad de problemas a las que la sociedad no le ha dado solución. ¿La sociedad (usted, yo, todos) tendremos “algo” que ver con la formación de personas enfermas? Ahora, en este mismo momento, existen multitud de otros hogares que están “educando” futuros violadores. ¿Qué se está haciendo en realidad para evitar que el problema continúe? ¿La cadena perpetua es la solución? ¿La pena de muerte lo será?

Somos muy dados a “apagar el incendio” pero no a llegar al fondo del problema. La columna de la exministra Paula Moreno el domingo, refiriéndose a Tumaco, expresa una verdad impactante que muy bien puede aplicarse en este momento. “Muy pocas veces se escucha: vamos a enviar 100 psicólogos, 1000 trabadoras sociales, 300 artistas, a generar 5000 nuevos empleos para que nos ayuden a reconstruir el tejido social”. ¿Educamos o aumentamos penas? ¿Llenamos las cárceles de delincuentes y…? ¿Existirá cárcel para tanta gente? ¿No será hora de mirar para el comienzo y no para el final? La idea de perseguir, encarcelar, aumentar penas, no son mas que columnas de humo “atractivas” para quienes creen que el miedo es educador de generaciones. No encuentro mucha diferencia entre 60 años y cadena perpetua. Además, existe la enfermedad mental, lo que no significa que no deban asumirse las consecuencias. Pero los enfermos mentales se “construyen” en sociedades enfermas.

La ley del Talión es la oficialización de la venganza, lo mas contrario a procesos educativos. Para una sociedad enferma es una solución “perfecta”, claro, cerrando los ojos al futuro porque es como alimentar un círculo vicioso. En el otro extremo está la educación. Educar es brindar opciones, dar posibilidades, abrir caminos, reparar, generar esperanza, ofrecer alternativas. ¡Escoja!

Gloria H. @Revolturas

lunes, 8 de octubre de 2018

martes, 2 de octubre de 2018

¿Dónde está el padre?



¿Qué tienen en común el actor Bill Cosby y el hombre que ayer asesinó y quemó a una niña en Fundación Magdalena? ¿Qué iguala al obispo chileno Karadima con el candidato Kavanaugh a la Corte de USA? ¿Cuál es el poderoso hombre que en Colombia violó a Claudia Morales? ¿Por qué la multiplicación de  historias donde el abuso es imposible de callar? Cómo no aceptar, entonces, que lo que vive nuestro mundo es un resquebrajamiento tenaz de la figura del padre. Cómo entender que lo que se destapa, día a día, país tras país, época tras época, es el abuso del patriarcado a todos los niveles. En términos psicoanalíticos el padre significa el orden, el límite, la norma. El padre es quien protege, el que controla, el que organiza. Pero aunque parezca contradictorio, el padre no necesariamente tiene que ser el papá o un hombre. Lo importante es que exista un límite que introduzca al niño o niña en el mundo real.

Pero el hombre, que en principio debía desempeñar esa función, se enloqueció con su poder ilimitado, con su falo agresivo y con el dominio sobre todo lo que lo rodea. Se creyó dueño de sus hijos, de su compañera, de su madre, de su entorno, de la naturaleza. Y cual rey tirano, hizo y deshizo. La ciencia, las artes, la religión, la política,  todo estaba para él, para hacer lo que se le viniera en gana. Creyó, ingenuo y prepotente,  que nunca habría un cambio. ¿Por qué lo iba a haber si todo marchaba como “él disponía”? La justicia estaba a su servicio. La historia él la escribía (e interpretaba), las naciones “sólo” él las controlaba, las mujeres no votaban (solo él lo hacía), todo un paraíso de dominio y  explotación. Las historias de atropello por parte del patriarcado son innumerables. Es como un tsunami de información donde cada día se destapa un abuso diferente. No hablemos de estadísticas porque las víctimas no son un número. En su mayoría niños o mujeres golpeadas por el poder patriarcal que ahora, hipócritamente, se sorprende de los escándalos. Un asunto es la historia pública y otra las historias desgarradoras de cientos de mujeres que tienen pegado a sus entrañas el dolor lacerante del abuso: fue mi padre, un hermano, los amigos en una fiesta, el tío, mi abuelo, el vigilante, el profesor, el cura de la Iglesia. Historias de nunca acabar. Impacta el número de mujeres que guardan “su secreto”. La estadística que debería hacerse es al contrario: ¿Usted es, acaso, una de las privilegiadas que está “limpia”?

Claro, hay una ira represada de siglos de abusos y silencios. Lo que sucede es que la mujer despertó pero el patriarca cree que el mundo aún le pertenece, que el mundo sigue igual. La sorpresa es desmesurada. ¿Cómo silenciarla? Imposible. Hay que seguir hablando y denunciando. El hombre patriarcal se queda sin herramientas de control y por ello, golpea o mata. No sabe manejar a esta nueva mujer que le habla de igual a igual. Está asustado y no le queda mas camino que la violencia. Da qué pensar si el timonazo hacia la derecha de muchos países es posiblemente una búsqueda desesperada de regreso al pasado, la necesidad de volver al poder patriarcal que se les esfuma de las manos. En el orden “anterior” el patriarca era el rey. En el mundo de hoy debe, necesariamente conciliar. No lo sabe hacer: no hay padre, si muchos tiranos…

Gloria H. @Revolturas