martes, 10 de abril de 2018

¿De quién son los nietos?



Pregunta absurda porque es obvio que estos niños, antes que nietos son hijos y los hijos pertenecen a los padres. Los abuelos jamás deberían olvidar ese orden y pasar por encima de la jerarquía familiar, asumiendo que “tienen derecho” porque son hijos de sus hijos y esta circunstancia les da potestad de transgredir principios elementales de organización. El amor no da ningún poder para atropellar y desordenar la estructura familiar.  La disputa de las reinas, Sofía y Letizia, es una buena oportunidad para ventilar hechos cotidianos que suceden a diario pero que ocultos bajo el manto de la idealización de la familia pareciera que fuera muy difícil cuestionar. Vale la pena tocar el tema para hablar de jerarquías, autoridad, clanes e interferencias que suceden en casi todas las familias. El impase entre Sofía y Letizia pone sobre el tapete una situación cotidiana que pertenece al terreno de lo que “debería ser” frente a lo que es.  Y ni qué decir del conflicto suegra-nuera (no-era). Lo importante entonces es “abrir la mente” o en lenguaje mas sencillo, revisar creencias, asumir que el mundo evoluciona y la familia como organización, también merece revisión.

Porque el problema no es sólo de “quien manda” o quien tiene la autoridad sino también de situaciones colaterales propias de la evolución del mundo moderno como rivalidades entre hermanos (a todos los hijos no se los quiere por igual), celos entre familias, preferencias, jubilación de personas con salud y futuro pero “desocupadas”, “descaro” de hijos frente a la crianza de sus retoños, cuentas ancestrales “por cobrar”, mujeres cuya vida estuvo al servicio de sus hijos y ahora que estos crecieron afrontan “desempleo” emocional, etc, etc.  La institución familia merece una reingeniería, empezando por revisar la creencia de que es “perfecta”, de que es “lo máximo” que puede vivir un ser humano, que no existe amor superior al que ella entrega y tantas otras creencias que “atrapan” en lealtades enfermizas que impiden un sano desarrollo.

Si hay rivalidad entre Sofía y Letizia, qué pena, pero  mamá va primero que abuela. ¿Por qué existen esta clase de encontrones? ¿Qué quiere hacer Sofía que Letizia no permite?  ¿Qué tan “metida” resulta una suegra frente a la nuera? El que una mujer sienta “amenazada” su maternidad por otra que desea hacerlo “a su manera” no es fácil de vivir.  Claro, el “arbitro” del partido es  el hijo-esposo, que debe tomar una decisión compleja pero su actitud organiza a la familia y la estructura en su desarrollo. El tema de los apegos y dependencias puede carcomer las nuevas relaciones pretendiendo que “nadie te va a querer como nosotros”, o la fatídica “primero conociste mama que esposa” que tanto daño ha hecho. La familia es una organización y como tal una estructura con jerarquías. Colaboración y apoyo no es lo mismo que propiedad e imposición. Sofía y Letizia quedaron en entredicho porque las cámaras filmaron el incidente. No hay cámaras en todas las familias pero si es repetitiva la disputa por los afectos o por “imponer mi ley”, o “así hemos actuado en esta familia”. Ya no somos ni clanes ni  tribus. El respeto por la familia nuclear, por el lugar de cada quien, es un principio elemental de organización. Primero que abuelos van papá y mamá  así duela y no nos guste.

Gloria H. @Revolturas

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