“Es un hecho que personas con ese tipo de inclinaciones busquen
actividades que les faciliten tener a chicos y chicas cerca. Es muy difícil dar
con un pedófilo que trabaje en un hogar geriátrico”, dice un especialista. (…)
Pero está claro en cambio que a los pedófilos les interesa ser sacerdotes para
tener mas cerca de sus presas”. (Semana Edición 1895, Pág. 61)
El tema de la pederastia en la Iglesia Católica es vergonzoso.
Sobre todo hipócrita puesto que “a nombre de Dios” se alcahuetean los abusos.
Es lo que la Psicología llama perversión. Confundir con la palabra mientras con
los comportamientos se contradice lo dicho y de paso se violan los límites.
Pero la olla seguirá “pitando”. Continuarán apareciendo hervores contaminados. Por
todos lados. Lo que significa que el asunto no es circunstancial, ni siquiera geográfico
y mucho menos moderno. Ya le pasó factura al Papa en su viaje a Irlanda. El problema
tiene raíces y mientras no se llegue a éstas, no habrá solución posible. Tiene
que ver con el enredo que construyeron las religiones con la sexualidad. Mejor
dicho, con la dualidad al creer que existen un cuerpo y un alma separados. Un
cuerpo “malo” y un alma “buena”. Cuando la filosofía (y la cultura) aceptaron
que los seres humanos teníamos partes divinas y partes humanas, fragmentaron la
esencia y nos obligaron a vivir en guerra. ¿Cómo convivir con un inquilino
interior diabólico?
La sexualidad y el sexo no son “opcionales”. Así como no lo son
alimentarse, respirar o defecar. Son necesidades básicas de la condición humana
que deben educarse para convivir. A un niño o niña se los educa para “entrar”
en la sociedad con el manejo de sus necesidades primarias. Pero intentar
negarlas de un tajo como si las hubiese buenas y otras malas, allí esta el
despropósito. Lo mas impactante es lo que concluye el especialista en Semana.
Las profesiones, oficios o actividades, atraen perfiles de personalidad que concuerdan
con las condiciones de la actividad escogida. Pedofilia en la Iglesia Católica
en proporciones vergonzosas, ¿por qué? Determinaciones de los años 306 y 325
sobre celibato, deben actualizarse porque el mundo no permanece estático. Y son
las que atraen a pedófilos al lugar “perfecto”, miel para las moscas. La
evolución obliga a modificar criterios caducos que hoy son enfermizos. Ni qué
decir de la discriminación a la mujer, claro, ella le representa el pecado (¿el
cuento literal de Adán y Eva?) y la sigue tratando como hace siglos. ¿Será que
el celibato obligatorio es inhumano?
La Iglesia católica ha pedido perdón varias veces pero el hecho no
es seguir “eternamente” haciéndolo por las faltas que comete como institución
humana que es, sino corregir el rumbo. Mientras no lo haga llegara el momento
en que su perdón se considerara una burla (¿estamos cerca?). Algo así como pecar
e intentar “empatar”, excusándose. Los cambios no son de fachada… ¿Cómo va el
asunto en Cali?
A propósito, en la mente de cada quien se puede ser pedófilo o
cualquier otra conducta demente, pero “pedalear” a la “loca de la casa” no es
en absoluto sano. Alimentar monstruos (como la imaginación desbordada) produce
consecuencias. Salud mental significa colocar límites entre lo que imagino y lo
que realizo. Psicosis significa desconocer esos límites…
Gloria H. @Revolturas

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