viernes, 30 de junio de 2017
jueves, 29 de junio de 2017
miércoles, 28 de junio de 2017
martes, 27 de junio de 2017
La telaraña de las redes
Sí, caí. Tan estricta que he sido en nunca repetir una mala
noticia, o una información alarmante (va a suceder, atracaron, advertencias de
peligro), me llegó un whatsapp de una fuente fidedigna con una imagen de atraco
a un “supuesto” líder sindical que me pareció tan pero tan atropellador, que lo
repiqué. Pero mas que la imagen fue la fuente la que me hizo confiar.
“Imposible “ que esta fuente estuviera equivocada, imposible. Solicitaba
alertar para prevenir que se le hiciera mas daño. Inmediatamente otra fuente periodística,
también confiable, aclaró: “no es verdad, es una imagen de Venezuela, de la
Guardia Nacional”. Empecé a “bombardear” a mi primera fuente pidiéndole una
aclaración y su respuesta fue aplastante. “Estoy buscando al remitente, pensé
que al retwitear iba. Sigo buscando y si lo consigo te lo mando”. Minutos
después “Perdón por la confusión”.
Sí, sentir vergüenza y pedir excusas, qué mas queda. A los mismos
que se retwiteó, mandar la “aclaración”. Sin embargo la lección es muy clara. ¡Y
enredada! ¿Cómo hay que manejar las redes? ¿Cómo no caer en la telaraña de
ellas? Es necesario “vivir conectado” pero ¿en quién creer? Ni siquiera fuentes
confiables, aseguran la verdad de la información. En montajes, plagios de whatsapp,
memes, hackers, hoy está la “realidad”. La era de la post verdad, de las falsas
noticias, del poder de la información pero tergiversada a mas no poder. Las
redes son como un monstruo, una telaraña que atrapa, hay que vivir “en ella”
pero conservando la libertad de la
credibilidad. ¿Cómo hacerlo? No es fácil.
Pero el que no sea fácil no significa claudicar. No significa renunciar
a un elemento actual que hay que saber manejar y enfrentar. Lo mas importante
(y peligroso) la inmediatez. En la actualidad lo instantáneo precipita a
errores que con paciencia se habrían podido manejar diferente. Tener un mínimo
de prudencia y hasta donde se pueda, evaluar, analizar, sopesar antes de
retwitear la información recibida. Las exageraciones casi siempre son mentiras.
Los “absurdos” que impactan y lastiman por lo general tienen dosis de veneno y
maldad. Las “rarezas” pueden terminar siendo montajes de los cuales hay que
tener distancia y mesura. Qué tan valiosa es la prudencia en estos casos. Si se
puede, una confirmación telefónica, salirse de la multitud para recuperar la
individualidad de un contacto, puede ser una medida prudente. Asegurar de viva
voz la verdad del remitente es tranquilizador. Pero suena paradójico porque
también la inmediatez puede ayudar a solucionar la dificultad.
Lo que si es claro que imágenes de heridos o muertos o desastres
(Mocoa o la mujer herida en la bomba del Andino) no aportan absolutamente nada
a la información. Lo que buscan es impactar y azuzar el morbo y allí estamos
“cargando” de malestar y perturbación a quienes están conectados. ¿Con qué fin?
Energéticamente resonar en ondas pesadas y densas, nada aporta y por el
contrario contribuye a enredar el ambiente. Lo dicen todos los estudios de
Psicología modernos: cargarse de negativo lo único que aporta es negatividad.
Buscar equilibrio, prudencia, serenidad, conceptos cada vez mas escasos en el
mundo actual, pareciera que son los blindajes necesarios para enfrentar y
navegar en las redes. Hay que saber hacerlo y…sobrevivir.
Gloria H. @Revolturas
viernes, 23 de junio de 2017
jueves, 22 de junio de 2017
miércoles, 21 de junio de 2017
martes, 20 de junio de 2017
Algo mas que Biología
La historia del odontólogo Christian Salazar y su pareja Jorge
Sanabria para engendrar a su hija Guadalupe es un documento que “obliga” a
abrir la mente. Cuestiona creencias sobre la familia, los hijos, la pareja. Y
claro, el impacto mayor se da por el lado de la biología. ¿Qué es lo natural?
¿nos agotamos en lo biológico o la condición humana puede “trascender” la
naturaleza para construir otras formas de vida y de relación? No, Dios no está
“en peligro”. Imposible creer que los humanos somos “mas
poderosos” y le estamos “dañando” su obra cumbre con los cambios y
descubrimientos del mundo moderno. Pero una historia como la de esta pareja si
es un cuestionamiento a qué tanto la Biología es una camisa de fuerza o como lo
dice Bruce Lipton, (U. de Stanford), la Epigenética (por encima de la genética) prueba que existen factores superiores que
pueden cambiar hasta nuestro ADN, lo que no es aceptado por la ciencia
ortodoxa. Para ella sólo somos y nos comportamos como ratones ¡pura biología! Sin embargo hoy es
imposible desconocer los adelantos de la Física cuántica que prueba, por
ejemplo, cómo el observador (o
investigador) altera la investigación que realiza porque su propia y personal
energía le da un sello particular. Aquello en lo que hemos creído se mueve y es
necesario “abrir la mente”. ¿Podremos
entonces también “trascender” lo biológico?
Christian y su compañero, con una relación estable, querían tener
hijos propios. El famoso referendo de Vivian Morales los previno para saber que
para una pareja del mismo sexo adoptar en Colombia sería complicado. Había que
mirar para afuera. Cada uno de ellos colocaría espermatozoides sin importar de
cuál se engendraría el hijo o hija, complementando con la opción “donante de
óvulos” y luego “vientre alquilado”, dos mujeres diferentes en países
diferentes. En USA buscaron el perfil de mujer compatible con los rasgos
físicos de los padres como la donante de óvulos y luego recurrieron en México a
una mujer que alquilara su vientre y cumpliera con los requisitos de ser ya
madre soltera y joven, de manera que no se “apegara” al niño y lo pudiera
entregar. Hubo un primer intento fallido y luego el segundo. El proceso no fue
instantáneo pero hoy, se llama Guadalupe, una niña preciosa educada por sus dos
padres. El resultado está a la vista y hasta Cristian y su pareja “imaginan”
darle un hermanito a Guadalupe. ¿Qué va a suceder?
Las preguntas están a pedir de boca. ¿Le darán legalmente un
hermanito a la niña con otra donante y otro vientre de alquiler? ¿Guadalupe es hija biológica de la mujer de
“alquiler de vientre”? ¿De acuerdo a la legislación actual la podría llamar
mama? ¿Es hermana de los hijos de su mamá de “alquiler de vientre”? ¿Y con la
mujer que donó los óvulos qué relación tendría? Sí, es una verdadera revolución
que cuestiona el sentido de familia, la biología, la vincularidad parental, la
legislación sobre derechos y obligaciones sobre los hijos. Pero el que haya
multitud de preguntas no “agota” el proceso de una pareja del mismo sexo que desea
tener un hijo propio. La humanidad está abocada a conciliar adelantos
científicos y tecnológicos con legislaciones que pareciera se construyeron para
quedarse congelados. La mente es como un paracaídas, solo sirve si se abre…
Gloria H. @Revolturas
viernes, 16 de junio de 2017
jueves, 15 de junio de 2017
miércoles, 14 de junio de 2017
martes, 13 de junio de 2017
El cáncer del Ministro
¿Qué es la enfermedad? En palabras simples la enfermedad es un
lenguaje. Es una forma como nuestro cuerpo “habla”, expresa emociones,
sentimientos, frustraciones, resentires. No es un castigo, Dios “no cobra”,
pero la enfermedad si tiene un significado muy particular de acuerdo a la vida
y ancestros que se tienen. Carl Jung decía que “la enfermedad es el esfuerzo
que hace la Naturaleza para curar al hombre”. Como dicen las nuevas miradas de
la Medicina, antes que suprimirla, la enfermedad se debe investigar. ¿Qué
transmite el órgano enfermo? Cada sistema, cada parte, cada conexión, tienen un
significado. Como holones, cada uno es particular pero pertenece a un todo. Nuestro
cuerpo es el vehículo como se manifiesta aquello que no se ha expresado de otra
forma. Hasta los ancestros se ven reflejados en las enfermedades. Lo importante,
repito, es investigar.
“Todo empieza con el Dr. Ryke Geer Hamer, cuando su hijo sufre un accidente y muere. Meses más tarde
desarrolla un cáncer de testículo. Se ocupa de sus pacientes de otra manera y
les pregunta que drama han sufrido antes de enfermar. Halla un impacto en cada
traumatismo, no es psicológico, es biológico y psíquico. Busca los resentires
que hay detrás de cada shock. Construye una cartografía órgano/resentir”.
Palabras extraídas de un texto de “Descodificación Biológica”, conocimiento que
integra cuerpo, mente y cerebro, para dar una explicación diferente de la
enfermedad.
Me impactó el cáncer del Ministro
Alejandro Gaviria porque todo parece indicar que es una enfermedad “ganada” por
el servicio al país. Sí, nadie lo obligó, nadie le exigió ser funcionario
público y dejar su “cómoda” actividad intelectual, pero como no es un hombre
deshonesto, ni vivo, ni tramposo, ni aventajado, los hechos y contratiempos de
un trabajo tan desgastador, pudieron pasarle “su factura”. Alejandro Gaviria
escogió servir a su país pero ni él ni ningún funcionario público decente está
preparado para la avalancha de situaciones, improperios, interpretaciones que
debe recibir en el cargo que desempeña.
Así se crea que las personas públicas “resisten” cualquier situación o
están preparadas para el manoseo, el vituperio, las encerronas, el bullyng
mediático, la realidad es muy diferente. Sienten, se resienten y su cuerpo
manifiesta su angustia. En Descodificación Biológica se dice que un melanoma es
cuando uno “se siente ensuciado”. O también cuando se siente “tocado en su
integridad”. ¿Tendrá algo que ver? Alejandro Gaviria es un hombre inteligente,
brillante, que decidió servir y de alguna manera su cuerpo resintió la
avalancha del oficio.
Creer que todos los políticos son
deshonestos o tienen intereses ocultos es parte de la cuota que debe aguantar
un funcionario público decente. Considerar que no sienten y se los puede acusar
de “lo divino y lo humano” porque no hace las cosas como “yo creo se deberían
hacer” es también un despropósito. Con tantos sabiondos que “si saben” valdría
la pena que les pusieran oficio público para ver como se desempeñan. Los
críticos de fútbol y de los alcaldes, deberían realizar el rol que cuestionan para
observar “con qué salen”. Con seguridad “puro tilín tilín y nada de paletas”.
Tan fácil que es criticar… El Ministro merece gratitud, consideración y
respeto.
Gloria H. @Revolturas
lunes, 12 de junio de 2017
jueves, 8 de junio de 2017
miércoles, 7 de junio de 2017
martes, 6 de junio de 2017
“Perra” ¿una mujer?
Pertenezco al grupo (¿grande, pequeño?) de los que no se resiste a
Vicky Dávila. ¡No la soporto! Es especialmente chocante su soberbia, su prepotencia,
compitiendo con Dios y juzgar, por ejemplo, quien merece perdón y quien no. Es
insoportable su actitud cuando reclama, (¿exige?) apoyo por la ofensa que ha
recibido. “Me sorprende también que tantos se queden callados…” dice en twitter.
¿Por qué? ¿A quien le reclama porque no se está con ella? Su atropello a la
familia del viceministro, en el famoso caso de los Policías que le costó su
puesto (era mas importante agitar morbo que cuidar seres humanos) pasará a la
historia del periodismo como aquello que éticamente no se debe hacer. Para mi
es grande su historia de desaciertos. Ella pertenece al grupo de comunicadores
que hacen de sus espacios un alter ego para su imagen y reconocimiento.
Aceptando todo lo anterior, sin embargo es imposible callar frente
a la forma como un hombre dizque profesional, educado e inteligente como
Roberto Prieto, se refiere a una mujer cuando está energúmeno. Así la expresión
se extraiga de una conversación privada, lo grave es qué tan naturalmente
“brota”. Prieto llama “perra” a la sra
Dávila por la forma como cree él, ella lo ha tratado en los medios de
comunicación. ¿Qué es lo que hay
guardado en el inconsciente de un hombre que “disparada” la ira puede tratar
tan mal a una mujer? ¿Por qué Prieto escoge el adjetivo “perra” para esta
circunstancia? ¿Por qué esa connotación sexual y machista? “Perra” es su
respuesta, su manera de cobrar la impotencia en que él se encuentra. Debe ser
una perra la que lo dejó impotente, acusado, sin poder, contra las cuerdas.
Prieto se siente humillado y degradado, sin “potencia-poder” y el equivalente
para “devolver” atenciones es este insulto.
La actitud de Prieto se puede equiparar a la de los hombres que cuando
ya no pueden dominar o controlar a una mujer, cuando se quedan impotentes (porque
no pudieron salirse con la suya) solo les queda la venganza en el “mismo
idioma”: usted me castró, me quitó poder, yo la ensucio, la denigro, usted es
una perra. Es decir la humillación, la vejación. A lo único que le apunta para
doblegarla es a su condición de hembra, no puede verla como mujer integral.
Perra, por retaliación porque sólo una perra puede dejar impotente a un macho. No
escoge otra expresión o insulto despectivo (bruta, despiadada, bruja,
manipuladora). Le “nace” perra porque algunos hombres cuando sienten esa rabia
visceral y quedan impotentes, la única forma de potencia que aún tienen es su
connotación de machos, su enorme falo. Es lo único que aún no ha perdido y se
lo recuerdan: jamás seremos iguales. Nadie, ni usted, me lo quita. El
calificativo es denigrante: por igualada, por “atrevida”, hay una amenaza, pero
aun queda el poder del patriarcado, el machismo primario y visceral, para
humillarla y pisotearla, para mostrar la diferencia. Impotente yo, perra usted.
Para muchos hombres en esta cultura la única arma que les queda
para someter a una mujer es la sexual. Lo peligroso es descubrir qué tanto está
inmerso en un inconsciente colectivo donde ni el estudio ni la educación logran
desterrarlo. Lo visceral, lo que brota “espontáneamente” dice mas de lo guardado
que de lo que se muestra. ¡Impactante!
Gloria H. @Revolturas
lunes, 5 de junio de 2017
jueves, 1 de junio de 2017
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