“Manos sin fronteras” es una organización expandida
por muchos lugares que brinda información para alivianar el dolor, curar y lograr
objetivos de sanación. El fin de semana estuvo en Cali, Lucía Peña, presidenta
de la organización. Asistí porque el tema de sanación me interesa. Sin embargo
tengo varias inquietudes sobre la forma como se entrega una “caja de
herramientas” para ayudar en la curación pero sin un sustento mas profundo que
“explique” el por qué de lo que sucede. Existirán muchísimas personas cuyo interés
es el instrumento. Para mí es muy importante tener explicaciones coherentes. Me
cansé de escuchar “fe es creer lo que no vemos porque…”. Me cansé de verdades a
medias, de informaciones secretas, de ser “robotizada” para que repita técnicas
sin conocer la razón de su funcionamiento.
El mundo vive una “adolescencia de conciencia” y
las preguntas están por todo lado. Justificar los secretos como parte de la
magia o el encanto de una organización es casi que desconocer la madurez de un
auditorio. ¿Quién es la Jardinera, fundadora de “Manos sin Fronteras”? ¿Una
extraterrestre, un ángel, un canal, una mujer? Nombrarla muchas veces y
silenciar quién es, no creo que sea lo más adulto con los interesados. Tampoco
creo que las organizaciones que tienen que ver con salud deben “borrar” el
concepto de muerte. Creo que de lo primero que se debe hablar es de vida-muerte
porque como decía Gonzalo Gallo, van tan unidas que son lo mismo. Fomentar la
idea de que tener salud es derrotar la muerte va en contravía de procesos de
conciencia porque la enfermedad es un lenguaje y merece “traducción” no
eliminación.
Ser expositor requiere de un talante y una
paciencia donde el expositor debe estar preparado para no molestarse con las
preguntas o cuestionamientos de los participantes. Desde el escenario no puede
generarse “regaños” a quien no entienda o a quien no quiera aceptar la
explicación. Quienes cuestionan no pueden señalarse como angustiados, egoístas, indisciplinados, o incapaces. ¡Y
tienen derecho a molestarse si no les gusta lo que se está exponiendo! La
molestia es un atributo personal que no necesita consenso. Sólo son seres
humanos a los que o no les caló la información o hacen resistencia o no se
descrestaron con lo escuchado. El poder del expositor no se puede construir
desde la prepotencia del saber. La humildad es una de las pruebas de la
coherencia interior que se da de aceptar que mayor conocimiento sólo es un
“accidente” para ser un canal de información.
El instructivo de Manos sin Fronteras sirve, es
útil. Muestra resultados, tiene testimonios que lo justifican. Pero así como
existen quienes sólo quieren la caja de herramientas, mi ignorancia o mi
neurosis o mi intelecto, requieren mas “sustancia”. Sanación Pránica,
Radiónica, Reiki, Reconexión, son algunas de las tantas técnicas que “usan” o
trabajan el poder del campo mórfico y por lo tanto de la energía, de la
información, del éter cósmico por donde es posible transmitir con intención una “nueva” información que mueva
lo ya existente. Resonar en una frecuencia no sólo es un “descubrimiento” de
una organización. Otras también lo han hecho y solo aunando saberes lograremos
también “la paz en el terreno del conocimiento”. Sueño con un saber que “sume”, que acepte que hay miles de
caminos para llegar al objetivo y marque
por qué se escogió éste. Ninguna teoría o técnica es totalmente novedosa o
única. Aceptar la participación de muchos “descubridores” es una forma sana de
integrar. La “nueva” información espiritual debe ser antes que nada, un
esfuerzo de integración y coherencia. ¿Caja de herramientas que robotizan o
explicaciones que aclaran e integran? Cada quien escoge.
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