Marta Lucía Ramírez tiene un hermano narcotraficante (un delito) y
ella, muy dolida, hizo “lo que cualquiera haría en su lugar por un hermano”.
Rafael Uribe Noguera cometió un crimen y sus hermanos “hicieron lo que
cualquier hermano haría en su lugar por un hermano”. No, pero es que son
distintos. Hay delitos menos graves que otros y en los menos graves si es
válido meter la mano sin quedar untados. Es motivación familiar totalmente
justificable. Porque existen hermanos buenos y otros malos. Hay intenciones
buenas y otras malas. Hay hermanos por los que es necesario “hacer cualquier
cosa” y otros por los que si se hace lo mismo califica como delito. Se va a
juicio, se condena y se les restriega la hermandad.
La conducta humana mas difícil de practicar es la coherencia. Nada
tan absolutamente difícil como ser coherente. Los criterios se acomodan al
arbitro de las circunstancias o de los personajes. Este es el verdadero deporte
nacional. Acomodarse. La moral es un caucho que se estira o encoje de acuerdo a
los momentos. Y entonces ahora que Alvaro Uribe pescó una foto de Santos con
Saab, la restriega por twiter para mostrar “la maldad” de su enemigo. Pero,
para no ir muy lejos, él no es capaz de explicar sus fotos con el Ñeñe
Hernández. De pronto no sabía, o lo que sucede tantas veces, hay fotos buenas y
hay fotos malas. Depende…
Cuántos se alegraron “a rabiar” con la actitud del patrullero que
se rebeló contra el “oportuno” desalojo, hace unos días. Desobedeció porque
tuvo objeción de conciencia. No acató la orden que le dieron porque no iba con
sus principios arrasar la vivienda de niños y mujeres indefensos. ¿Correcto o
incorrecto? Mientras, en el Congreso se analiza el proyecto que prohíbe el
castigo físico a los niños y adolescentes.
Aclaro: se debe suprimir el castigo físico. Pero podría suceder (cuando
sólo se toman medidas pantalleras sin ningún sustento formativo) que los hijos
se rebelen contra sus padres y al mejor estilo del patrullero, no obedezcan. En
que quedamos: ¿buena la actitud del patrullero pero malo si sucede en mi casa?
¿Cómo los controlo, dirán algunos, si no es con castigo físico? ¿cómo educo?
¿cómo logro que obedezcan? Porque el poder es para poder. El poder autoritario
se impone y obliga a obedecer. A los niños, con un correazo, una palmada, una
cachetada (¡que horror¡). Al patrullero con un juicio disciplinario, una
censura, una multa por desacato al superior. No da chico para cuestionamientos.
Los queremos niños y niñas pensantes pero sometidos. Y cuando el patrullero protesta es incorrecto
¿pero que los hijos lo hagan en sus casas es correcto? ¿No será que el poder y la autoridad
patriarcales necesitan reingienería?
Y entonces volvemos a hablar de coherencia. Que viva la mujer, hay
que luchar contra la inequidad. Ojo con los feminicidios. El rector de la U.
del Valle, Edgar Varela, en la celebración de sus 75 años, no encontró una sola
mujer valiosa entre las egresadas “para destacar”. Solo hubo lista de hombres.
Y el alcalde de Cali lanza una campaña de conciencia ciudadana empoderando
hombres ”el héroe sos vos” donde la mujer desaparece y se empodera al macho sin
importar niveles de violencia intrafamiliar. Esto es lo que denominamos
coherencia, tan fácil de hablar y tan compleja de practicar.
Gloria H. @GloriaHRevolturas

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