martes, 31 de diciembre de 2019

Nueva era 20-20



Solo hay dos alternativas: o se sube al carro del cambio o el cambio lo atropella. No hay manera de quedarse en la mitad. En este escenario se debe escoger porque no existen términos medios, no hay grises. O es una persona anquilosada, vieja, con espejo retrovisor o se suelta y acepta el devenir del mundo. Que es estrepitoso, acelerado, imparable. En todos los ámbitos de la condición humana hay movimiento. Este comienzo de década va a ser “con todos los juguetes” y aceptando el peso y valor de la juventud. Irreverente, desafiante, inconforme, indignada, cuestionadora, solidaria. ¿Qué mundo nos dejan? Lo están preguntando pero también lo están cobrando…

Los retrovisores de los vehículos tienen como objetivo ayudar a ver el panorama para evitar un choque. Son necesarios y por momentos salvadores. Pero cualquiera que maneje sabe que no puede guiarse mirando solo el retrovisor. ¡Imposible! ¿Qué vehículo adelanta direccionado únicamente por un espejo retrovisor? ¿a dónde llegaría? Le serviría como prevención pero nunca como motor de empuje en busca del camino a seguir. Adelante están los destinos, las rutas, la vida, lo que está por construirse. En este momento tan especial, cambio de año y comienzo de década, con un número fantástico 2020 (consulte a un numerólogo) es necesario recalcar que no se puede vivir mirando para atrás, ni haciendo añoranzas de tiempos pasados.  La vida nunca se devuelve por mas que se quieran vivir situaciones semejantes. Ni usted, ni los que lo rodean, ni el mundo son los mismos. El continuo cambio impide (afortunadamente) que los hechos se repitan. Por lo mismo, la salud mental pasa por el hecho de aprender a desprender y mirar para adelante.

No es sano empezar nuevo período con añoranzas enfermizas porque estas  envenenan el espíritu. Es allí donde el pasado hace daño. Cuando se quiere regresar, cuando no se logra desapegar de lo que ya sucedió. Porque tampoco se puede idealizar el pasado, no podemos ser tan ilusos. A su lado deben existir jóvenes y niños que  están cuestionando. ¿Qué mundo nos dejan? ¿Qué es lo que añoran? Es posible que estos jóvenes no sepan muy bien como será el futuro pero es obvio de que si tienen total claridad que no lo quieren como el pasado. No van a repetir. Pueden equivocarse, tienen derecho a hacerlo, pero lo anhelan diferente. La naturaleza posiblemente sea la reina de la película. En torno a ella construirán (ellos y nosotros) sus vidas y sus agendas. Naturaleza, equidad y respeto por la diferencia. No mas paradigmas viejos donde el patriarcado, el autoritarismo, el modelo económico hicieron de las suyas. Las generaciones mayores tenemos que aceptar el cuestionamiento. El mea culpa pasa por admitir que nos  equivocamos pero queremos contribuir desde la experiencia y no desde la imposición.

Parece que lo que definitivamente nos une es el miedo. Como dice la cuántica, estamos frente a un mundo de posibilidades. Y hay miedo en los espíritus porque el porvenir está por hacerse. Entonces podemos unir nuestras manos y nuestros corazones, apelar a lo mas bello de la condición humana, confianza y gratitud para seguir  adelante. Confía, aquí está mi mano, mi corazón y mi experiencia. Dame tu ímpetu, tu nueva mirada y tu juventud para que juntos construyamos lo que esta por venir.

Gloria H. @GloriaHRevolturas

lunes, 30 de diciembre de 2019

No necesitamos cambios físicos...

No necesitamos cambios físicos, sino cambios mentales y espirituales en la conciencia de cada ser.

viernes, 27 de diciembre de 2019

Donde hay amor, hay Vida.

Donde hay amor, hay Vida.

martes, 24 de diciembre de 2019

Feliz Navidad


No espere…



Y al filo de la noche, cuando hayan terminado la bulla, los abrazos (falsos o verdaderos), la comilona, el trago, los regalos, el baile, la novena, los disgustos, las desavenencias, allí, en el silencio de su cama, solo o sola frente a su almohada, la sensación que lo invadirá dependerá única y exclusivamente de cuántas expectativas se fijó para este 24 de Diciembre. No hay nadie responsable del estado de ánimo que lo cobija. Nadie. Ninguna de las personas que lo rodearon durante todo el día o la noche, puede entrar al interior de usted mismo y calmarlo, angustiarlo, desesperarlo, tranquilizarlo, darle felicidad o enloquecerlo. No, nadie puede hacer eso para nadie. Cada quien es responsable de lo que siente, de lo que experimenta. Si llora o sonríe, ojalá podamos ser conscientes que nosotros mismos somos los artífices de esa alegría o de esas lágrimas. No le eche la culpa a nadie. Los únicos responsables somos nosotros mismos…

Claro que existen “disparadores”. Pero las grandes frustraciones de este día vienen dadas mas por lo que se espera de una festividad como esta, que de alguna reacción externa. El 24 de Diciembre no se arreglan las crisis familiares, ni surge la plata del árbol de Navidad, ni se ama a los “enemigos”, ni soporto a la que no quiero, ni me vuelvo amiga de quien no he resistido en todo el año.  El 24 de Diciembre es una fiesta con un significado simbólico pero si me “perdí” de esa lectura simbólica, al final termina siendo un día estresante y enloquecedor. Si usted no cree “en nada” (tiene derecho), si en su vida no existe un sentido de trascendencia (espiritualidad) el resultado, allí, solo o sola frente a su almohada, puede ser desalentador. Y le repito, no dependía de nadie…

La trascendencia significa salirse del mundo material y concreto y conectarse con “otro” mundo que no se agota en lo que capta con sus 5 sentidos. Trascendencia  implica trasponer una frontera, pasar de un lugar a otro, superar una barrera. La  trascendencia está vinculada a aquello que está más allá del mundo natural. Son días necesarios para realizar rituales que simbolicen conexión con otras dimensiones. De pronto pensar en la muerte acerca a la trascendencia. Días como este, 24 de Diciembre, nos enfrentan con nosotros mismos, nos obligan a responsabilizarnos de nuestra propia vida. Porque nadie es responsable de nuestra felicidad. Y si mis expectativas están colocadas en algo externo a mi, (regalo, amigos, familia, pareja) con seguridad sentiré desilusión y acumularé otro 24 de Diciembre desastroso. Nadie tiene la obligación de darnos, nadie nos debe. Y si logra permanecer este día (y muchos mas) sin reclamarle a la vida o a los suyos, entenderá (y sobre todo sentirá) que somos los propios artífices de lo que se vive. ¿Que todo lo que hago por los demás y nadie me devuelve en la misma proporción? Que pena decirlo pero usted es un “negociante afectivo”, un cobrador de querencias , factura resultados emocionales.

Apuéstele a no esperar, intente pasar este 24 sin reclamar o demandarle a nadie, aceptando lo que llegue minuto tras minuto.  Nadie nos debe. Es cuestión de mente. Si nada espera, todo puede ser sorprendente. Pero si espera, todo puede ser desilusionante. Inténtelo y sentirá la diferencia. Felices sueños.

Gloria H. @GloriaHRevolturas


lunes, 23 de diciembre de 2019

La Vida es como un rompecabezas

La Vida es como un rompecabezas, cada pieza tiene una razón, un lugar un porque, no insistas en poner piezas donde no caben.

viernes, 20 de diciembre de 2019

He aprendido a no intentar convencer a nadie

He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, un intento de colonización del otro. José Saramango 👌💪👍😄

jueves, 19 de diciembre de 2019

miércoles, 18 de diciembre de 2019

El Amor todo lo vence

El Amor todo lo vence. Virgilio

martes, 17 de diciembre de 2019

¿Peleará el 24 o el 31?



“Navidad dulce navidad, vuelve a casa, vuelve al hogar, que llegó la navidad. Navidad dulce navidad… en calor de hogar” dice la bella canción. Y aun cuando la letra de la tonada invita “a casa”, es paradójico lo que realmente sucede en estos dìas en la intimidad de algunos hogares. De acuerdo a la educación patriarcal expresar sentimientos es sinónimo de debilidad por lo tanto fechas como estas pueden ser “angustiantes” porque “debilitan” las corazas y enfrentan con emociones que asustan: la ternura, el abrazo, la sonrisa de un niño o de una niña, la felicidad, la risa, el villancico, la intimidad, los regalos. Es hora de compartir y la mentalidad patriarcal no lo soporta. Sólo conoce de razones, justificaciones, órdenes o autoritarismo, que muchas veces se enmascaran en el trago desenfrenado, la pelea, el malgenio, la incapacidad para disfrutar. Y las festividades terminan siendo fechas de peligro porque enfrentan con sentimientos y  emociones. Imagínese no mas si usted se pasa todo el tiempo rechazando una sensación y de pronto hay una fecha, un momento, en que le toca sentir todas esas sensaciones, qué “atorada” tan grande la que le toca vivir. La mejor manera, entonces, de enfrentarlo es con una pelea. Algo parecido a decir con la actitud “no se me acerquen”, “no soporto sentir”, “no resisto estas emociones”.

Asi son los recuerdos de muchos adultos en Diciembre. “En mi casa siempre había una pelea: o por el dinero, o por el trago, o por la familia donde pasaríamos el 24”. Imágenes dolorosas porque se daban  golpes, o por la cuñada “espantosa” o por la tía regañona o por “tu mamá que no la soporto”. Diciembre no es un mes fácil así la propaganda y la publicidad quieran vender otra idea. Muchos adultos que de niños o niñas vivieron situaciones de angustia, quedan atrapados en la emoción y recuerdos negativos y repiten la misma situación para sus hijos e hijas. En Diciembre construímos vida pero también fabricamos recuerdos que son los que perduran y nos hacen confiar y crecer con optimismo y solidaridad. Pero como cada día hay mas estrés, mas carreras, mas exigencias por la apariencia, para muchos Diciembre debería desaparecer del calendario. No hay un antídoto para evitarlo ni existe conciencia colectiva para hacerlo diferente. Sólo queda sustraerse un poco, blindarse de manera personal e intentar vivirlo de manera mas sana. La forma mas sencilla (y elemental) de hacerlo es aceptar que es temporal y cuando menos se piense, ya pasó. Sólo por hoy y termina. Lo segundo intentar que el ajetreo no lo desespere: todo es relativo. Sino se pudo comprar, no se pudo. Sino se  llegó, no importa. Nadie es mas importante que usted, ni sus hijos, ni su compañero o compañera, ni sus padres. Nada es tan importante como que usted y su inquilino interior estén en paz. Porque si usted está tranquilo puede darles a los demás algo de su mundo personal. Una persona ofuscada, mal geniada o intolerante contamina el ambiente con una energía desastrosa. Es como si oliera mal: de ese tamaño es la influencia. La irradia a su alrededor y todos quedan marcados. Pero la tranquilidad también se contagia. Lo mejor es proponerse dar de lo que tiene internamente. Ojala sea positivo. ¿Cuál es su emoción: miedo, rabia, alegría, ofusque, intolerancia, ternura? ¡Usted decide!

Gloria H. @GloriaHRevolturas

lunes, 16 de diciembre de 2019

Reconcíliate con las células

Reconcíliate con las células háblales con amor, para ellas eres su universo. 👌💪👍😄

viernes, 13 de diciembre de 2019

El Universo se encargará

El Universo se encargará de poner en tu camino justo todo lo que necesites... Solo espera!!! 👌💪👍😄

jueves, 12 de diciembre de 2019

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Hablar de nuestros problemas es ...

Hablar de nuestros problemas es nuestra mayor adicción. Rompe ese hábito, habla de tus alegrías. 👌💪👍😄 Gloria H

martes, 10 de diciembre de 2019

En Diciembre ¡no!



La llegada de Diciembre produce variadas reacciones. De todo color y sabor. Hay quienes se enloquecen de alegría con la sola mención de Navidad y hay quienes, por el contrario aborrecen la proximidad de esas fechas. Con el agravante de que esa cultura literalmente “asesinó” a Noviembre. El consumismo lo eliminó de un tajo, dandole 60 días de vida a Diciembre para zambullirnos en un espiral enloquecedor. No se necesita ser psicólogo para deducir lo que produce la saturación. De cualquier elemento o especimen.  Estamos abocados entonces a la locura de Diciembre sin posibilidades de sobrevivencia cultural. El muñeco Grynch es la prueba literal de que no todo es diversión y felicidad. Y en este mundo donde muchos quieren “diferenciarse” el odio (o mas suave), el desprecio por la Navidad puede ser contagioso. ¿Podrá detenerse?

Los motivos pueden ser infinitos. Y quien lo creyera, el mismo consumismo loco y desbordado puede ser una de las causas de su “asesinato”. ¡Qué hartera! Diciembre se volvió una feria comercial. El sentido de la Navidad se ahogó ante el peso de las compras, las carreras, los tumultos, la escasez de plata y hasta el mismisimo black friday. Pero también, sin lugar a dudas, una causa muy marcada son nuestros recuerdos de infancia.  ¿Qué calidad de vida se tenía en esas Navidades? ¿Cuáles recuerdos nos acompañan desde entonces? Revisar el pasado es doloroso pero necesario. El interés por hacerlo no se reduce a la fantasía de modificarlo (no se puede) o eliminarlo “del todo”, pero sí se puede aprender de lo vivido. Lo más valioso de la historia personal es que sirve para crecer. Es valioso si se la sabe “leer”, para que nuestros hijos e hijas tengan mejor calidad de vida. Si para que ellos tengan mejores condiciones y puedan vivir en paz, con la disposición para ser felices, es necesario que sus padres hayan aprendido a través del sufrimiento, entonces está justificado el doloroso aprendizaje de los mayores. ¡Es evolución!

Nuestra responsabilidad como padres es cuidar, al menos en forma consciente,  la vivencia de sus Navidades. No se puede evitar que algunos de los seres que amamos muera en Dicembre: son las circunstancias que se deben aceptar aun cuando  desgarren el alma. Pero también alguna vez escuché la historia de una niña cuyos padres en Diciembre, por castigo, le regalaron un bulto del carbón. Al lado de las bicicletas. patines y muñecas para sus hermanos y hermanas, ella tuvo como regalo  el agresivo presente. ¿Qué clase de Diciembre pudo registrar el resto de su vida en “su computador interior”? Y aun cuando existan terapias y psicólogos que ayuden a reparar el dolor, la huella es imborrable y acompaña el resto de la existencia. ¿Se justifica?

Los buenos recuerdos no son sólo con regalos. Si se deben asumir decisiones dificiles, una separación por ejemplo, valdría la pena esperar e intentar llegar a Enero para enfrentar ese momento. Veinte o treinta días más, es la distancia entre construir un buen o un mal recuerdo. Una separación vivida en Diciembre es la manera más contundente de inyectar veneno en posteriores Navidades para los miembros de la familia. Vale la pena pensar en los recuerdos que se crean. Un niño, una niña, un adolescente, un adulto cerca a nosotros, agradecerá que le “cuiden” sus Navidades... 

Gloria H. @GloriaHRevolturas
Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay 

lunes, 9 de diciembre de 2019

Si estás atravesando un mal momento...

Si estás atravesando un mal momento... sigue caminando. Lo malo es el momento, no tú. 👌💪👍😄

viernes, 6 de diciembre de 2019

Dios cree en ti

Mientras la religiones te dicen:
Cree en Dios.
La espiritualidad dice:
Dios cree en ti,
... no importa en qué creas tú.👌💪👍😄

miércoles, 4 de diciembre de 2019

Hay cosas que tienen que pasar

Hay cosas que tienen que pasar para que otras pasen... Y todo es para bien.👌💪👍😄

martes, 3 de diciembre de 2019

Las emociones, a la calle.



Están allí, desbordadas, expresándose de todas las formas posibles. Por momentos parecieran incontrolables, agarradas a cualquier excusa para manifestarse. Se salieron del lugar oscuro y vergonzoso donde la cultura de la razón y la inteligencia las escondió. Las emociones eran para controlarlas, nunca para expresarlas. Las emociones significaban fragilidad, sensiblería, femenino, blandito. Las emociones nunca fueron “educadas” porque la mejor manera de manejarlas, era esconderlas. ¿Todavía es de los que espera que “siempre” le hagan “buena cara” o reclama porque “le abrieron los ojos” o le hicieron un gesto despectivo? Pues si usted reclama por esas manifestaciones emocionales, posiblemente pertenece al grupo que considera que las emociones deben esconderse, nunca expresarse. El estoicismo es la corriente filosófica que considera  ejemplar el dominio de las pasiones valiéndose de la virtud y la razón porque las emociones perturban la vida. Se salen del espectro de la razón. Entonces, sentir es peligroso…

Todo parece indicar que el estoicismo, donde se esconde lo que se siente, ha llegado a su fin. Los países no solo  viven situaciones materiales y económicos. Poco se habla sobre las emociones de esa multitud anónima de seres que manifiestan un gran descontento. La calle es ilimitada, abierta, amplia. En la calle se expone la emoción fruto del descontento, de la desigualdad, de las expectativas no cumplidas. La calle pasó a ser el escenario donde una multitud de personas le están gritando al mundo su desesperanza, su frustración. Por eso es tan complejo encontrar una solución a esa oleada de inconformidad. Pero lo que si es básico para comenzar a buscar una salida, es escuchar, oír.

Los mayores no sabemos escuchar. Parte de la cultura se construyó sobre la imposición y el sometimiento. La cultura patriarcal es una cultura atropelladora no solo para la mujer sino para todo aquel que intente salirse del libreto. Y el libreto mandaba a obedecer, a acatar la norma y a no expresar emociones “disonantes” con las buenas maneras. Estas generaciones quiere otra forma de vida. Su rabia es innegable. Rabia brotada de la frustración. Y como ya lo dije en alguna otra columna, la mayor falla que hemos tenido los mayores radica en la forma de educación que les hemos brindado. Un total y solemne fiasco. La educación “intelectual” y racional, donde se pretende explicarlo todo como si todo tuviera explicación. La vida muestra que en terrenos emocionales dos mas dos puede ser cinco. Que existen necesidades mas profundas que lo económico y material. Mirar tan solo el bienestar material es una de las grandes frustraciones humanas. Así como dicen los “entendidos”, si la humanidad está pasando a la cuarta dimensión, es claro que allí se requieren elementos mas trascendentes que lo tangible. Las generaciones jóvenes quieren un cambio. Su mundo emocional fluyó y requieren algo mas que la racionalidad extrema de sus ancestros.

Oír tiene que ver con emociones. ¿Sintonizamos con ellas? No significa hacer todo lo que se pida, pero requiere apertura de corazón. El mundo emocional muestra que sentir humaniza, libera del racionalismo puro y nos acerca al sentido de la vida. Seres en transición, seres de paso haciendo una pasantía para llegar al verdadero hogar. ¿Cuál?

Gloria H. @GloriaHRevolturas

lunes, 2 de diciembre de 2019

La vida te da todo lo que necesites

La vida te da todo lo que necesites, con la condición de que no dudes que te lo mereces.