Y es aquí donde hay que hilar delgado. Si lo perdió todo a cambio
de nada, ¿por qué lo hizo? ¿Cuál es la motivación de una persona para asumir
ese comportamiento? ¿Qué hace que una mujer, aparentemente frágil, se someta a
esta clase de acuerdos? ¿Victima o villana? La información dada por Victor
Boekhoudt habla de una pelea entre dos hombres (dos clanes de la Costa). La
señora Merlano, bonita, de estrato social bajo, gracias a su belleza logra
escalar socialmente, hasta convertirse en “trofeo” para los políticos que la
desean. Su única propuesta en el Congreso fue la reglamentación de la
aguapanela como bebida nacional: no daba para mas. Pero la necesitan, la
utilizan y ella, desde su poquísima valoración personal, accede. ¿Qué tan
víctima es de lo que ha vivido? ¿Qué tan responsable por su actuar? La vida
privada es de ella, sus matrimonios y sus parejas. Pero la pelea de Julio
Guerlein, quien celoso, le reclama a Arturo Char por su relación con Aída es
asunto público. Se la pelearon. El joven Char se la quitó al viejo Guerlein. Y
este es el quid del asunto: Los Char amenazan a los Guerlein que “pagarían” por
su osadía de amenazarlos. Y empieza la debacle: se destapa Casa Blanca, compra
de votos, empresas de los Guerlein son investigadas, etc. Aida Merlano es el
trofeo en disputa.
Valerie Dominguez vivió
algo parecido. Hombres costeños, machistas, “dueños” de sus mujeres. Y mujeres
bonitas, con personalidades frágiles y sumisas, accediendo a sus demandas “a
nombre del amor”. Esta pasión, el amor
unido al poder, forma un entramado capaz de tumbar Estados. ¿No se dijo que el
escándalo 8.000 se destapó por motivos amorosos? ¿A través de la Historia, cuántas
disputas y hasta guerras entre naciones, tienen de base un lío amoroso? Lo que
sigue son consecuencias y venganzas. El gobierno Duque tan caído en imagen y
realizaciones debe mostrarse fuerte ante la muchachita, la hija, que no es
menor de edad, pero si “hija de su madre” con una lealtad y dependencias que no
marcan el calendario pero si un afecto todavía infantil. A ella le va a aplicar su slogan “el que la
hace la paga”, con toda la rabia de quien se siente desafiado. Pero a Andrés
Felipe Arias “se le cuida” su imagen y familia. ¿Coherencia? Aida Merlano puede resultar
muerta. Sabe mucho y no tiene nada por ganar. Estamos ante la novela del año.
Sólo que detrás está una mujer, victima de la clase política colombiana.
¿Violencia social de género?
Gloria H. @Gloria.Revolturas

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