Los criterios, ideas u opiniones de las personas respecto al tema
de la educación de sus hijos son de todos los colores, olores y sabores.
Respetables sí como idea personal, pero en mas de una ocasión en contravía del
verdadero sentido de la educación. Varias de las respuestas de padres y madres
eran de una “obviedad tan obvia” que cabe la pregunta si saben para qué van sus
hijos al colegio. Muchos afirmaron “consígase un colegio o jardín mas cerca”
como si las instituciones educativas fueran supermercados donde da lo mismo comprar
salsa de tomate marca x o marca y. Las distancias en mas de un caso
“justifican” el inconveniente. ¿Por qué a esa institución tan lejana?
Posiblemente por lo que significa. Si es de los que cree que los colegios son
supermercados, entonces sí, búsquelo cerca de su casa…
Otra obviedad que es necesario recordar: el fin básico de una
institución educativa es formar
académicamente. Los colegios no deberían ser ni clubes deportivos, sociales o
guarderías. Hoy parece un criterio retrógrado porque el colegio con las
extracurriculares busca una formación integral y ocupa demasiado (¡) tiempo del
estudiante. Aclaro, no es demasiado porque nunca es demasiado como formación.
Pero en las actuales circunstancias de distancia y movilidad vale la pena
revisar este extra de las instituciones educativas. Un símil ayuda como
ejemplo: en épocas de abundancia se compran langostinos pero si hay un período
de estrechez se dejan de adquirir pero no significa que no se de una buena
alimentación. Las extracurriculares deberían revisarse: existen colegios que ya
las congelaron. 12 horas de un niño o adolescente en un colegio es excesivo. ¿A
qué horas ”vive”? Claro que los padres que buscan “niñera-colegio” estarán muy
satisfechos. Pero ese no es el objetivo primario de la educación. Si las
extracurriculares se suspenden en el colegio, (flexibilizarían horarios) se podrían buscar mas cerca de casa: son
complementarias, no obligatorias, no básicas y no iguales para todos. (¿Negocio
para los colegios?)
¿Qué aporta cada estamento? Los colegios deben revisar la cantidad
de tareas para la casa. Una familia levantada a las 4.30 a.m. no tendrá mucha
disposición para prolongar la jornada entrada la noche. Que pueda ser hora de
hogar. ¿Por qué no suprimirlas? Que se llegue a casa a realizar otra clase de
actividades y no a un desgaste mamón de control o revisión de tareas. Un niño montado 2 o 3 horas en un bus debe
estar entretenido: oír música, comer,
dormir, jugar (que no es brincar). No me imagino qué hacer si le dan ganas de
orinar. Aquí también se deben buscar cambios y soluciones: hay reglamentos de
buses excesivamente estrictos. Otra vez, adaptación para las actuales
circunstancias. Y aun cuando no se crea, revisar los recorridos de los buses.
¿Muchas vueltas? ¿Conocen rutas diferentes?
Este es un tema amplio, diverso y sin una única solución. Alguien
dijo “las soluciones pertenecen a una categoría distinta a la de los problemas.
La solución no es la negación del problema, sino la construcción de algo
nuevo”. Porque lo que si es claro es que todos los estamentos implicados tiene
cuota de solución y sacrificio. Los niños no deben ser los únicos paganinis en
esta cadena de obstáculos. ¿Se puede alivianar el impacto?
Gloria H. @GloriaHRevolturas

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