Estoy escuchando en mi consultorio, desde hace 15 días, la queja impotente
de padres y madres, estudiantes, adolescentes, niños y niñas que tienen que
levantarse a las 4 de la mañana para ir a su colegio todos los días. Sí, lee
bien, a las 4 de la mañana. “ A mi hija
el bus la recoge a las 5 de la mañana”. “Mis dos hijos son recogidos a las 5.20
para llegar a su colegio a las 6.30”. “Mi hijo me pregunta por qué tiene que ir
al colegio de noche”. Quejas, impotencia, desesperación. ¿Cómo entender que un
niño de 5 años se tenga que levantar a las 4.30 de la mañana para ir a su
colegio? ¿Qué desayuna le apetece a un ser humano a esa hora? ¿Cómo “disfrutar”
y querer un lugar que genera tanta molestia todos los días? ¿Qué ambiente se
respira en un hogar que debe “moverse” a las 4.30 de la mañana? Porque no sólo
implica al niño o niña que va al colegio. La casa entera se levanta y peor si
son dos o mas hijos. Y desde ya, desde ese momento, empieza a gestarse un clima
de intolerancia y rebeldía. Desde ya las relaciones familiares se alteran “por
qué me gritas”, “apúrese”, “no quiero ir”, “por qué no colaboras”, “te va a
dejar el bus”. Cuando este sainete “termina”, el desgaste emocional de la
familia es total, y estamos comenzando el día, todos los días…Y lo que es peor,
guarda la factura que puede ser para toda la vida. Mañana ¡repita!
Estamos hablando de factores emocionales, nutrición, relaciones
familiares, aprendizaje, salud, deporte, pasión, gozo: todos estos capítulos de
la vida se afectan por una situación traumática DIARIA. Sí, porque allí esta el
quid del asunto. Se entienden y aceptan situaciones esporádicas o transitorias.
Pero si el stres es continuo ¿de qué tamaño son las consecuencias? Es
Septiembre y ya hay cansancio. Imposible no encontrar una solución que como en
la teoría de Mockus “todos pongan”. ¿Qué le pasó a los horarios de los
colegios, al sentido común, al respeto por un niño o niña, a la salud mental en
la comunidad? No es un chiste ni un capricho. Es un tema social donde deben
existir lineamientos de cuidado que protejan la infancia. Toda la carreta de
que los niños nos importan, que son prioridad pero estamos construyendo un mundo
donde la vida es estresante desde los 5 años. ¿Cómo se entiende? ¿Cuáles son
las consecuencias? Nos va a pasar como con el cambio climático que “no nos
dimos cuenta” a qué horas nos tiramos el planeta. ¿No nos estamos dando cuenta,
acaso, como nos “tiramos” la infancia de
esta generación?
No es un solo colegio, no es una actitud aislada: pareciera que a
muchos se les contagió la manía de que un niño de 5 años debe levantarse a las
4.30 para estudiar… Y ahora, al norte, al sur, por todo lado, niños “violentados”
por la exigencia de una comunidad que considera pertinente generar un caos infantil
para alivio ¿de qué o de quién? No puedo
creer que no exista ninguna solución que no atropelle a los niños para
cargarlos desde esa edad con una angustia permanente. “La vida hay que vivirla
corriendo”. Estamos “informando” mentes pero lastimando sus esencias de seres
integrales. Con el agravante de que una situación así, que incomoda a toda una
familia, tendrá repercusiones en toda una sociedad que se cargara de este malgenio matutino. Efecto piedra en
el agua. ¿Habrá soluciones?
Gloria H. @GloriaHRevolturas @Revolturas @Gloria.Revolturas

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