Como muy bien lo dice Alvarez Gardeazábal, ya pasaron 9 meses y
utilizando la metáfora del embarazo, deberíamos estar próximos a ver la
criatura. Pero nada. Solo “no se gestó una nueva Colombia sino una serie de
fracasos”, en muchos ámbitos. Economía, Congreso, Líderes Sociales, proceso de
paz. Lo preocupante es la ausencia de Liderazgo, la falta de un organizador del
país. Esa sensación de que “muchos mandan”, muchos dan las directrices, que
Venezuela es mas importante que el Cauca o lo peor, que pareciera que el
gobierno, llámese Presidente o vicepresidenta, por ejemplo, remen a favor de la
supresión de visas porque no lo consideran un chantaje sino una manera de que
USA les ayude en sus propósitos, es esta sensación de un parto fallido, una
criatura monstruosa, una Colombia fragmentada, a la deriva, lo que se percibe
en la realidad. ¿Para dónde vamos? A Duque se lo siente cumpliendo la tarea
pero no creyendo en el papel que le tocó representar. Le quedó grande, lo que
no significa que no le interesen otros asuntos por los que definitivamente si
resuena.
Por los que sí se pone la camiseta, no le quede la menor duda.
Hasta se lo ve feliz, realizado. El viaje a Silicon Valley fue apoteósico. Eso
es lo que a él le gusta. Por lo que vibra. Emprendimiento, Economía Naranja,
son las pasiones del Presidente. ¡Qué bien! Hay que aplaudirlo. Después de
haber trabajado tantos años en USA sin hacer política en Colombia, su
mentalidad está mas enfocada hacia ello, definitivamente. Pero al querer ser
presidente tenía que untarse de todas las “harteras” de la política colombiana
para lo cual él no tuvo adiestramiento. Hace los Cabildos populares (cumple la
tarea) pero no es “lo suyo”. Vibra por
las nuevas ideas, la tecnología, el emprendimiento. Quiere conectar a Colombia
con todo ello, olvidando –de pronto- que existen lugares en este país donde los
habitantes cambiarían internet (que ni siquiera conocen) por agua potable. O
por energía. O por poder mandar sus hijos a la escuela sin que corran peligro y
que al llegar a esta, encuentren un maestro presto a guiarlos. O una Colombia
que quisiera que no le asesinaran a sus líderes. Una Colombia donde no sea una
vergüenza pedir perdón de parte de un Ministro o una institución religiosa.
Pero esta es la Colombia que le tocó gobernar a Duque aunque
pareciera que el sueña con una pequeña Silicon Valley criolla. Qué rico que
impulse y jalone hacia ese objetivo Emprendimiento y Economía Naranja, pero no
puede olvidar las “atrasadas” realidades nuestras. Hubiera sido un muy buen
Ministro de las TICS enamorado del tema, mientras una persona a la cual “le
cupieran” todas las necesidades, angustias, sueños y expectativas del país,
acomodara el rumbo. Alguien con mas experiencia en necesidades “pueblerinas”. Claro, aprenderá y
es posible que en 3 años mas, sepa para donde va y hayamos contribuido a
desarrollar “sus pasiones”. Mientras
tanto, ¿dónde está el Presidente?
PD. En la vida de los seres humanos siempre existen uno o varios
maestros inolvidables. El agradecimiento, desde el corazón, es el mejor
homenaje que se les puede brindar por su misión. Somos lo que somos gracias a
ellos. No está de mas tenerlo en cuenta, ahora que mas de un colombiano respira
desprecio hacia sus educadores.
Gloria H. @Revolturas
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