Gran número de padres de familia creen que sus hijos les
“pertenecen”, son su “posesión”, de la cual ellos pueden disponer a su antojo.
Así, al mejor estilo de dueños del “objeto” pueden determinar, por ejemplo, que
su hija “no merece” tanto estudio porque es mujer, mientras que el niño debe
tener todas las puertas abiertas para su futuro, porque como hombre es “cabeza
de futura familia”. Mas ejemplos de “pertenencia”: si fuera por sus padres,
muchas generaciones no recibirían educación sexual porque “allí les abren los
ojos”. Existen múltiples ejemplos de vida cotidiana que comprueban que papá y
mamá no siempre –qué pena- son los educadores mas idóneos de sus retoños. No
reciben ninguna preparación “especial” para ese rol, educan con lo que
“sienten” o les parece. “Así me educaron a mi y no tengo ningún trauma”
argumentan con una suficiencia digna del mas ignorante. Como si no vieran que allí,
con esa actitud, empiezan las dificultades de educación. “Me las sé todas”,
“nadie me dice como educar a mi hijo”, “hago con ellos lo que se me antoje”,
son expresiones de la filosofía educativa en muchos hogares. ¿Es lo adecuado?
A veces, en Psicología, hay que “rescatar” a niños y niñas de la
“mala educación” de sus casas. Las instituciones educativas se convierten en el
espacio donde papá y mamá se “educan” revisando conductas aprendidas en su
infancia. Si quedaran “sólo” en manos de sus progenitores o de “así se ha hecho
siempre”, los resultados serían catastróficos. La caverna sería el escenario
coherente para esta ideología. Por ejemplo, el futbol femenino, de acuerdo a la
filosofía educativa del CD, posiblemente no existiría si siguiera los “tradicionales y conservadores” paradigmas
donde la mujer no debe realizar ciertas actividades “propias del mundo
masculino”. No hubo por allá un dirigente que las llamo lesbianas y machonas.
Entonces…
¿Hablamos de religiones? ¿Qué tal el “adoctrinamiento” de las
creencias religiosas en los párvulos e inocentes niños dentro de colegios y
escuelas con marcado enfoque ideológico? Infierno, diablo, pecado culpa, buenos
y malos… ¿Le prohibirán a los colegios del Opus Dei seguir “propagando” su
filosofía religiosa? ¿Y qué tal las iglesias cristianas? ¿Qué pasaría con los
testigos de Jehova y sus creencias sobre la sangre?
Impacta sí (otra vez) los argumentos con los que se quiere cuestionar
a profesores de “adoctrinamiento” culpándolos de sesgo político. Impacta por la
manera como se pretende imponer esa reglamentación, a costa de cualquier
justificación. El senador Uribe construyó una estruendosa noticia falsa cuando
habló del adoctrinamiento de los niños frente a la JEP en la escuela de Montes
de María, callando la mitad de la información respecto a esa escuela y a lo que
realmente sucedió en ese lugar. El mundo patriarcal anquilosado no rectifica.
Su verdad debe ser la verdad de todos. Como quien dice, existen
adoctrinamientos “buenos” y otros “malos”. Es decir los que están conmigo son
los correctos. Los otros…
En definitiva, el llamado adoctrinamiento se da, empieza en casa, continúa a través de las informaciones que reciben por doquier las
nuevas generaciones. Pero entre mas variedad de ideas, mas opciones de
construir mejor criterio. Por ello persiste la pregunta de fondo ¿de quién son
los hijos?
Gloria H. @Revolturas

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