No se si a usted le pasa lo mismo que a mi porque definitivamente
las contradicciones me están enloqueciendo. Me levanto por la mañana, escucho
noticias de Venezuela y se me encoje el alma. Cómo no impactarse con la
situación de tantos hombres, mujeres y niños que sufren por decisiones políticas.
Claro que estoy a favor de Guaidó, de su valentía para enfrentar este momento. Pero
inmediatamente me surge la figura de Trump y su arrogancia con México, veo su
“apoyo” a Venezuela y no sé de qué lado estoy. Con el “bueno” o con el “malo”. Difícil
manejar este vaivén emocional. Porque concluyo que Trump es bueno cuando se
emberraca con Maduro pero es “malo” con
su arrogancia para imponer su muro a los mexicanos, pasando aun por encima de
sus mismos compatriotas. Con Maduro me “gusta” su poder, que apriete y acorrale para presionar. Mis
incoherencias continúan: ¿le aceptaría la solución de una invasión? No, claro
que no… Pero y si no es con invasión ¿cómo entonces? Aceptarle que lo haga es
una patente de corzo para que lo repita en cualquier momento y a cualquier
territorio. Es darle un poder ilimitado, es hacerlo “dueño” del mundo. ¡Qué
peligro! ¿Qué decidir? Otra vez ¿de que lado debo estar?
El terrorismo es nefasto desde cualquier perspectiva que se mire:
eso es claro. Pero esto no significa que se deban violar las normas para
igualarse con los transgresores. La guerrilla y el Estado no pueden comportarse
de la misma forma. Así sea injusto y desproporcionado. La filosofía no puede ser “malo que ellos lo
hagan pero bueno que nosotros si”. Entonces hay que sancionar a la guerrilla pero
eso no da licencia para que el Estado pase por encima de la norma. Hacerlo
significa que se da patente de corzo para “acomodarla” al amaño de las
circunstancias. ¿Quién vuelve a creer? Duque debe exigir pero no violentar
acuerdos. El Presidente no se crece porque crea que “pisoteando” a su antecesor
es mas fuerte. Por el contrario, se está enterrando un puñal a nivel nacional e
internacional…Y así nos muramos de la rabia, tarde que temprano hay que
dialogar. Y mas vale “mas temprano que tarde” porque eso evitará muertes inocentes. La violencia no se elimina
con mas violencia. Así el mundo patriarcal y prepotente lo haya creído y
practicado.
¿Qué muertos contabilizamos u “oficializamos” y cuáles
invisibilizamos? Sí, Aldemar Rojas mató a 20 muchachos, pero a él no se lo
contabiliza en la lista de muertes del terrorismo. Fueron 20 o 21. Equivocado o
no, este hombre también es una “víctima” del terrorismo, con una familia
detrás. Entonces, ¿hay muertes buenas y hay muertes malas? ¿Quién las cataloga?
Matar es malo, nadie puede disponer de la vida de otros. A nivel
individual se califica como asesinato. A
nivel de los Estados es permitido y se denomina “defensa nacional”. ¿Como le explicas
a un niño cuándo si y cuándo no? ¿Quienes dan el “permiso” para marcar la diferencia?
El meme es contundente: ”¿y si matamos a los malos, quedamos los buenos? No
hijo, quedamos los asesinos”. La cultura padece de esquizofrenia porque las
incoherencias son infinitas. Encontrar el norte en medio de esa maraña es
complejo. Lo que significa entonces que el camino que tenemos por delante es antes que
nada un camino de humildad y tolerancia. Arduo, difícil y cuestionador.
Gloria H. @Revolturas

No hay comentarios:
Publicar un comentario