viernes, 29 de junio de 2018

martes, 26 de junio de 2018

Malicia indígena



Que pena con Diego Martínez pero creo que la denominada malicia indígena no debe satanizarse. Los comportamientos no son ni buenos ni malos: depende de cómo se “usen”. Porque han violado mujeres ¿el sexo es malo? Porque el dinero compra corruptos, ¿lo satanizamos? La malicia indígena es un comportamiento usado como medida de sobrevivencia en sociedades totalmente desiguales. Sí, leyó bien. Se requiere para sobrevivir (o salir adelante) en lugares completamente inequitativas. Además, no puede desconocerse la historia y los ancestros de exclusión que tiene nuestra historia. ¿Cómo sobrevivir? Con astucia… Entonces esa malicia indígena ha servido en múltiples momentos como forma de sobrevivencia. Explico.

¿Cómo la usaron nuestros compatriotas? Mal, es obvio. Lo que la hizo desmesurada fueron las redes. Con todos los focos encima. Pero las bromas pesadas forman parte de nuestro ancestro cultural. Burlarse de la ingenuidad de los extranjeros es una “constante nacional”. ¿Recuerda la canción de Piero “Los americanos”, apología de la astucia latinoamericana frente a la ingenuidad “gringa”? Entonces no podemos desgarrarnos las vestiduras, ni sacar del closet al juez interior que cada twitero lleva al enjuiciar la conducta de compatriotas. Pero como “no hay mal que por bien no venga”, ninguna campaña publicitaria habría logrado hacernos caer en cuenta de algo que llamaríamos “responsabilidad social”, sentido de patria, amor por el terruño. Ya hay la conciencia de que ser colombiano no es un acto individual sino colectivo y donde quiera que esté, no sólo soy yo sino que represento una patria. Enhorabuena por los “maestros” que con sus errores nos enseñaron esto.

Así es la vida. La capacidad de caer en cuenta se denomina, en el campo de crecimiento personal, tomar conciencia (que no es inteligencia) y surge muchas veces de errores, sufrimiento o metidas de pata. Pero “escoger” un chivo expiatorio y descargar en su comportamiento toda una responsabilidad social, no solo es injusto sino desmesurado. Y evasor. Puedo ver en los otros los errores, pero me ufano de ser diferente. ¿Será que si? ¿Sabe lo que es una broma “pesada”? ¿Lo ha practicado? Recuerdo la historia de una distinguida familia cuya hija se iba a casar con un inglés bien inglés. Lo invitaron a la reunión familiar incluídos todos los primos y comida típica con tamal a bordo. Las carcajadas de la parentela todavía resuenan mientras que el educado extranjero intentaba comer el tamal con hoja, para burla de los que lo rodeaban. Ja, ja, tan ingenuo y nosotros tan astutos. ¿Nunca ha participado de una escena parecida?

El humor se mueve por una línea muy delgada entre la burla y la carcajada.  ¿Samper Ospina es humorista o es agresor? Matador se burla o hace reír, o ambas cosas.  ¿Qué es la vulgaridad? Cuando alguien se cae, cuál es su primera reacción: reírse o ayudar o ambas cosas. Reírse de obscenidades, asuntos escatológicos (pedos, mocos, orines) es madurez, infantilismo, frescura o cinismo. Las líneas divisorias cada vez son mas sutiles. Entonces, la solución elemental y simple es practicar la máxima de salud mental  (o espiritualidad) que existe, “no le hagas al otro lo que no quieras que te hagan a ti”. De pronto  practicaríamos coherencia, asunto bien difícil de vivenciar.

Gloria H. @Revolturas

viernes, 22 de junio de 2018

miércoles, 20 de junio de 2018

martes, 19 de junio de 2018

En la nuca.



Le va a respirar en la nuca. Se convertirá en su Uribe, así como Uribe le hizo la vida “a cuadritos” a Juan Manuel Santos. Sabrá en vivo y en directo lo que es la oposición. Y la rabia. Y la retaliación. Conocerá “de primera mano” lo que es tener una persona, un grupo, colocándole “palos a la carreta”. Estarán encima de él, midiendo cada palabra, cada acto, cada circunstancia. Como animales al acecho, no estará ni un minuto sin sus miradas escrutadoras, sin el juicio demoledor sobre sus acciones. Sabrá lo que es interpretar las ideas desde una orilla distinta. Le tocará enfrentar criterios e interpretaciones opuestas que siempre le apostarán a que es “compañero” de los corruptos. A que está demasiado untado de lo mismo que ha llevado a los partidos políticos a la deshonra mas estrepitosa. Conocerá con dolor e impotencia que comienza un mandato sin contar con el beneficio de la duda. Es como si desde ya, tuviera 8 millones de personas apostándole a que no va a poder, a que es de los mismos. Tendrá que “pagar” la cuenta de cobro que una Colombia hastiada le extiende a una Colombia conservadora y tradicional. A una Colombia corrupta, excluyente y discriminatoria.

Sí, allí está Petro con 8 millones de votos. Y estará los próximos 4 años. Le respirara en la nuca. Lo acechara. Es un Petro que no paladea sabor de derrota, por el contrario, es un Petro que se siente triunfador. Un Petro crecido y desafiante. Un Petro cobrador que es consciente de que sólo le tocará esperar 4 años mas pero que está dispuesto a llegar a donde se lo propuso. Quiere el poder. Y cada paso en falso, equivocado o dudoso de Iván Duque será un peldaño en su carrera política por alcanzar la Presidencia en el 2022. Cada error se dimensionará en proporciones enormes porque será la plataforma para construir la “verdadera esperanza” para el gobierno del 2022. Fue contundente en exigirle distancia de Alvaro Uribe y de Alejandro Ordoñez. Para Petro, Duque debe demarcarse de Uribe. Se lo recordara a cada instante. Se lo exigirá. Pero es difícil que Duque lo pueda cumplir puesto es “el que dijo Uribe” y su tarima está construida desde esa plataforma. Para Colombia no será fácil porque lo que plantea Duque como unión significa aceptación de todo el combo que lo apoyó en su campaña que es visceralmente opuesto al grupo e ideas de Petro: Ordoñez, Morales, Pastrana, Gaviria. Esto para 8 millones de colombianos, es un impedimento estructural. Por algo votaron por la Colombia Humana. 

Iván Duque expresó con vehemencia ciertas frases a lo largo de su campaña. La mas contundente y cobradora “el que la hace la paga”. Ahora el tendrá que vivir en carne propia una muy dolorosa y vengativa: el que a hierro mata a hierro muere. Tendrá que tomarse la misma dosis de cicuta que tanto le dieron al gobierno de Santos. Otro nombre, otra época pero el mismo sabor. Por algo se parecen tanto Uribe y Petro. El deseo de poder y el mesianismo llevan a actuar de la misma manera así las ideologías aparezcan como contrarias. En la mitad, Colombia, es decir, usted, yo… Empieza el espectáculo, 4 años viscerales de oposición.

PD. No fueron exámenes del ICFES lo que vendió el profesor del Marymount a la alumna. Fueron exámenes de un preICFES donde el Instituto oficial nada tiene que ver.

Gloria H. @Revolturas



lunes, 18 de junio de 2018

viernes, 15 de junio de 2018

jueves, 14 de junio de 2018

martes, 12 de junio de 2018

El grado del Mary Mount



Pasó en Barranquilla pero podría haber sucedido en cualquier otro lugar de Colombia. Un profesor del colegio, consigue los exámenes del ICFES, se los vende a una estudiante y ella su vez, o lo vende o lo reparte al resto de sus compañeros de curso. El fraude está instalado. Las directivas lo detectan y como consecuencia, suspenden la ceremonia de grado. Cada familia debe recoger el diploma por ventanilla. Las cámaras muestran el desfile de carros entrando y saliendo del plantel… Sucede en un colegio, donde se educan las nuevas generaciones. Algunos padres de familia “protestan” e instalan una tutela. El colegio se sostiene en su posición. Por la noche es la fiesta de grado con Silvestre Dangond (contratarlo cuesta alrededor de 300 millones) y todos participan de la rumba. En definitiva, nada ha sucedido y la “fiesta debe continuar”. El próximo domingo Colombia celebra elecciones para elegir un Presidente. ¿Tienen alguna relación estos acontecimientos?

Puede alegarse que todos no participaron en el fraude y es válido. ¿Pero lo sabían todos? Y en caso de que lo supieran y no participaron ¿el silencio es sinónimo de complicidad? ¿Denunciar a sus compañeros sería “tirarse” su futuro, convirtiéndose en sapos? ¿Cuál es la responsabilidad social que se tiene con el delito de otros pero que nosotros conocemos? ¿Y si no lo sabían y no participaron del hecho, deben pagar las consecuencias por ser compañeros de sus compañeros? Sí, estos son los asuntos que deben preocupar a la educación. Ya no es tan vital conocer nombres de países y sus capitales porque google lo responde. Ya no es tan importante acumular información como sí, vivenciar ejemplos de la vida cotidiana que tienen que ver con el acontecer, con la corrupción, con la ética, con la comunidad. ¿Los silencios son defensa  o son alcahuetería?   

¿Si ud es padre de familia apoya al colegio o participa de la tutela en contra de la medida? ¿Ud papa o mamá, patrocina la fiesta posterior? ¿Le dice a su hijo que si sabe, se calle para evitar represalias? Si su hijo fuera el promotor del fraude ¿qué castigo le impone o de pronto piensa que son “muchachadas” y “mas grande” no lo volverá a repetir? Lo justifica con la excusa de ¿quién no se ha robado un examen? ¿Ud. es el primero que “desautoriza” al colegio por “exagerado”? Mientras, una gran parte de Colombia (y del mundo) se desgarra en la corrupción. Alguien podría decir, eso no tiene nada que ver. Una cosa son exámenes de un colegio y otra la corrupción de los políticos. Pero es que los políticos fueron estudiantes de colegio, hijos de familia y aprendieron lo correcto e incorrecto. O bueno, creemos que se los enseñaron y lo aprendieron. Porque es posible (también) que por instruir sobre tablas de multiplicar se hubiera descuidado enseñar vida y conciencia. Hoy vivimos el gran fracaso de la educación. Las elecciones del domingo tienen que ver con el fraude del colegio en Barranquilla. O en cualquier lugar. Tiene que ver con lo que se enseña y se aprende. Y tiene que ver con la disyuntiva de escoger entre la certeza del que es, lo que ya es y lo rodea y la incertidumbre del que parece ser y puede convertirse en lo que su prepotencia lo alimente. Mientras educamos generaciones con el permiso de que no importa lo que hagan, la fiesta continúa…

Gloria H. @Revolturas.

miércoles, 6 de junio de 2018

martes, 5 de junio de 2018

¿Cuáles insultan mas?



“¿Se ha preguntado alguna vez por qué la vida se presenta como una serie de opuestos? ¿Por qué todo lo que valoramos es un elemento de un par de opuestos? ¿Por qué todas las decisiones se toman entre opuestos y en ellos se basan todos los deseos?” (Ken Wilber).

Estamos aquí frente a la derecha y a la izquierda desconociendo que los opuestos son construcciones mentales inexistentes en la realidad. Negando que son lo mismo, sólo que al demarcarlos como contrarios, construimos una batalla entre ellos como si fueran diferentes. Pero son iguales, extremos de la misma cuerda. Para muestra un botón. Identifique a cuál de las dos corrientes, uribistas o petristas, se le adjudica las siguientes afirmaciones. El objetivo es destacar las “enormes” diferencias que existen entre unos y otros. O si lo quiere mas suave, perfilar cuál es la forma de insultar de cada extremo.

1.   Les solicito no atacar a quienes decidan votar en blanco. Tengan la seguridad que su propia conciencia los atacará en algún tiempo.
2.    No quiero vivir como venezolano (solo utilizar su tragedia para lograr votos).
3.      Fajardo no quiere cambio solo quería ser presidente.
4.      Cada vez que insultas sin ton ni son, al mejor estilo, asustas al que todavía no sabe por quién votar y le restas posibilidades a nuestro candidato.
5.      No me vengan con simbolismos a estas alturas del partido. Votar en blanco no simboliza nada en este escenario ni indica que seas pulcro, decente, incólume, incorruptible.
6.      El voto en blanco es peligroso cuando, en vez de expresar inconformidad, protesta, imparcialidad o neutralidad, facilita de modo indirecto el acceso al poder de un movimiento antidemocrático.
7.      Como dijo mi abuela, los uribistas se camuflaron de voto en blanco.
8.      Podrido es que está todo esto y muchos de los que podrían ayudar a que esto cambie, realmente no les interesa y por eso no votan o votan en blanco.
9.      Los únicos idóneos para gobernar son aquellos que nunca quisieran hacerlo. Todo lo demás es pérfida ambición.
1.  ¿Quién dijo que votar en blanco era antidemocrático?
1.  Se esperaba del sr. Fajardo algo así pero no tan peor. Trata de dirigir la audiencia pero dice que la respeta. Fiel al mandato del sindicato antioqueño trata de alejar al votante.
1.  Estamos en la definición guerra o paz, no es una elección mas. Pasado o futuro, el voto en blanco y la abstención solo son el autoengaño de la avestruz.
1.   Por lo que veo endiosaron a Fajardo como a Uribe. Perdieron la visión del conjunto.
4.  A los tibios los vomitaré de mi boca.
1.  Nada en nuestro país se ha ganado por méritos o por trabajo sino por privilegios de clase, prebendas políticas o simple corrupción.

Deben saber, Uribe y Petro, que uno ganará por “descarte” , porque “toca”, pero eso no significa que puede hacer con el país lo que le de la gana. La idea es no extender un cheque en blanco. Aquí estaremos los tibios, los “cobardes” que no nos untamos de sus acomodadas propuestas para que con coraje y respeto, señalar sus incoherencias o atropellos. La audiencia crece: no se quieren mas caudillos gemelos, mas personalidades soberbias y prepotentes que jugando a ser Dios, se creen indispensables. Impacta lo idénticos que son y como en definitiva sus seguidores terminaron convirtiendo su postura en sectas. ¿Cuál insulta mas?

Gloria H. @Revolturas

viernes, 1 de junio de 2018