miércoles, 28 de marzo de 2018
martes, 27 de marzo de 2018
Si Jesús fuera mujer…
El párroco de la Catedral, Carlos A Giraldo, me hizo llegar una
extensa carta para explicar porque le colocó el letrero de “Si Jesús hubiera
nacido en Antioquia”, en el pesebre de Diciembre, hecho que golpeó tantísimo la
identidad vallecaucana. Pues bien, el sacerdote Giraldo explica que ese letrero
es parte de una campaña de inclusión, motivada por el Papa Francisco. Por ello,
el año pasado Giraldo construyó un
pesebre donde Jesús había nacido en el polo norte y en el 2015, Jesús era
napolitano. Es el objetivo de su campaña de inclusión.
Que Monseñor Monsalve “nada” tiene que ver con este hecho
(cualquier parecido con “sucedió a mis espaldas”, o el elefante de Monseñor
Rubiano es pura coincidencia) y que por lo tanto no le puedo reclamar lo que
Giraldo hace en la Catedral. Pregunto, ¿será que el superior “nada tiene que
ver” con situaciones tan agresivas hacia la comunidad, así la intención del
subalterno sea requetebuena? ¿Y mas en un momento tan álgido de las relaciones
de Monseñor Monsalve con el sentir caleño? Porque creo entender que una campaña
publicitaria, así sea de inclusión o de cualquier índole, se debe sostener por
si misma sin necesidad de explicaciones adyacentes. Si necesita aclaraciones no
es una buena campaña. No cumple su cometido sino que confunde, ofende o
despista en vez de cumplir lo propuesto. La sola intención no basta. Alguien decía que el infierno está repleto de
seres bien intenciones con malos resultados.
Entonces, la campaña se hizo para cumplir objetivos de inclusión. Y
la teníamos que entender y “asimilar” si o si. Pero es tan enredada en si misma
susodicha campaña que Giraldo me reclama por confundir al lector: no es lo
mismo, argumenta “Si Jesús hubiera nacido en Antioquia” (que dijo él) a “Si
Jesús fuera antioqueño” (que escribí yo).
Giraldo logra captar(¡) una diferencia abismal entre las dos frases,
pero no logra entender (o asimilar) la ofensa que sí le produjo su “buena
intención” al Valle. Le repito, si está tan seguro de su intención propóngale a
su homólogo de la Catedral de Medellín que coloque en el pesebre de Diciembre
un letrero de inclusión (las recomendaciones del Papa son para todos) “Si Jesús
fuera vallecaucano”. Propóngaselo y esperemos la “acogida” del pueblo
antioqueño. ¿Aguardamos?
O mientras tanto, qué le parece sacerdote Giraldo si empieza una
campaña de inclusión donde diga “Si Jesús fuera mujer…”. O “Si Jesús fuera
homosexual”. Esa si sería una verdadera
campaña donde no se discriminaría ni a las mujeres ni a los homosexuales. Se
enseñaría el valor del ser humano independiente del empaque que lleve. Porque
en este terreno de inclusión e igualdad la Iglesia Católica está en pañales. La
doble moral de enseñar a otros inclusión pero no practicarla. Ni el Papa
Francisco ha podido con el machismo y patriarcado de la institución. A las
mujeres en la Iglesia las tienen de empleadas de servicio y a los sacerdotes homosexuales
“los esconden” o tapan para que no se vean. Pero ninguna de estas dos
comunidades tienen visibilidad para la Iglesia. Empecemos por allí, sacerdote
Giraldo. Empecemos por la mujer. Empecemos por decir “Padre-Madre-Dios”. Si Jesús
es Dios, ¿por qué no puede ser mujer? ¿Y si fuera homosexual? Que tal Semana
Santa con esta campaña de inclusión. ¿Le parece?
Gloria H. @Revolturas
lunes, 26 de marzo de 2018
viernes, 23 de marzo de 2018
jueves, 22 de marzo de 2018
miércoles, 21 de marzo de 2018
martes, 20 de marzo de 2018
¿Quiere que lo maten?
Jean Pierre Garnier Malet es un científico francés con una hoja de
vida extraordinaria, merecedor de respeto en el mundo de la ciencia. Su teoría
de los fluídos fue ampliamente divulgada y aplaudida. Posteriormente su
investigación sobre el desdoblamiento del tiempo sorprende porque genera un
cambio de mentalidad frente al presente y futuro de la humanidad o sea frente
al manejo del “elemento” tiempo. El lo dice muy claro: ni es una teoría nueva, ni
los conceptos son suyos. Es un principio universal y desde siempre se ha
conocido. Pitágoras y los griegos lo sabían. A lo largo de los siglos se fue
diluyendo. Hoy es imperativo rescatarlo,
conocerlo y divulgarlo.
Esta teoría tiene que ver con las actuales actitudes de Petro.
Ojalá alguien se la de a conocer. (Tiene ya psicóloga a bordo para que le
explique). Porque impacta la forma en que el candidato insiste en que lo
quieren matar. Impacta. Es como si desafiara al ambiente “para ver si son
capaces de hacerlo”. Sus insinuaciones son una provocación. Algo semejante a
retar a ¿gobierno? ¿enfermos mentales? ¿sicarios? ¿partidos políticos? ¿enemigos?
a ver si logran concretarlo. Insiste y repite que lo quieren matar. Se
identifica con asesinatos de personajes de nuestra historia (Galán) que
vivieron situaciones trágicas. Se cree un sobreviviente, se victimiza en grado
máximo, habla del plan para asesinarlo y pareciera que ninguna respuesta lo
satisface. La única explicación válida es que el Gobierno y los entes
investigativos acepten que sí, que lo que impactó su carro era una bala y lo
que quieren desaparecer.
Retar es una tácita invitación a que se participe del hecho que el
retador plantea. El reto o desafío es una provocación. Desafiar
es incitar a alguien a medir la fuerza
física u otra capacidad con el oponente. Pero es un desafío provocador al que
no todos se resisten. Es mas fácil acceder que oponerse. En términos
energéticos es “meter” al otro en tu misma oda y resonar en la misma secuencia.
El otro acepta y se “engarza” en tu deseo. ¡Qué paradoja! Una parte mía no quiere que lo hagas (así lo
expreso) pero otra desea que “entres en mi juego” y así mido mi poder frente a
ti. Todo un juego perverso complejo que caracteriza a la conducta humana.
La
teoría de Garnier dice que tu pensamiento, a través de las aperturas
temporales, le transmite a tu doble energético las opciones que deseas vivir en
tu futuro. Y si transmites pensamientos
negativos a tu doble no le queda mas que “escoger” entre aquello que le transfieres. Y si le mandas
tragedia y desgracia, el futuro que está detrás del presente, será como lo has
pensado. Allí en ese lugar no hay “buenos” o “malos” pensamientos. Solo existen
pensamientos que a través de las aperturas temporales se vuelven presente. En
términos de Garnier, si algo le pasa a Petro qué tanta responsabilidad le cabe
a él mismo cuando “provocó” desde su desafío, su miedo, su victimización, que
alguien “conectara” con ello. Somos responsables de nuestro futuro y lo que nos
rodea a través de los pensamientos. La fuerza de ello es inmedible. Pensar y
rebobinar tragedias es crearlas porque, aun cuando suene paradójico, es lo que
deseas desde la victimización y sentido trágico que alimenta la condición
humana. ¿Acaso no vivimos en un valle de lágrimas?
Gloria
H. @Revolturas
viernes, 16 de marzo de 2018
jueves, 15 de marzo de 2018
miércoles, 14 de marzo de 2018
martes, 13 de marzo de 2018
Por el que mas odia.
Terminadas las elecciones y cuando la Registraduría emite sus
comunicados con la mayor votación individual en el nombre de Alvaro Uribe,
recibo un WhatsApp que dice “Dios nos escuchó”. Se que cada quien tiene derecho
a hacer la interpretación que se le ocurra sobre cómo vió el proceso electoral,
pero personalmente me sorprendo de que la persona que mas votos recibe para el
Senado, es el hombre que se ha pasado los últimos 8 años odiando y cuestionando
todo lo que acontece en el actual gobierno. Ni siquiera logra aceptar que son
las elecciones mas tranquilas en décadas, gracias al proceso de paz, donde en
muchísimos lugares de Colombia se pudo votar con tranquilidad. Nada importa. El
instigador del odio es el que mas votos recibe… No creo que Dios o como quiera
llamarlo, esté “a favor” de esa emoción y agresividad. Lo que sucede si, es que somos un país
educado en la violencia, tenemos enquistada la ira, la intolerancia y es mas
fácil resonar en esas frecuencias que en la de la conciliación y la solidaridad.
El alma colombiana es violenta. El corazón de los colombianos se ha alimentado
de rencor y odio: los resultados están a la vista. Sintonizar como mayoría, con
el hombre que ha generado semejante cantidad de agresividad y odio, dice mas de
nosotros que de él. En definitiva “la invitación” al sentimiento de
intolerancia la puede hacer cualquiera, está en todo su derecho. El problema
está en resonar en esa onda…
Es nuestra identidad colombiana la que está enferma. Ninguno de
los que jalonaron todo este proceso midió que el problema mayor de Colombia no
era la guerrilla, ni las balas, bombas, secuestros, masacres, que tanto dolor
han causado. No. El problema está en la idiosincrasia, en los genes, en el ADN
de ser colombianos. Y este tema “nunca” se trabajó porque definitivamente se
desconocía. Como médico que ausculta al paciente detecta el tumor en el hígado pero desatiende el
tumor en el cerebro. Así nos pasa. El odio visceral de un hombre que solo
destila rabia y rencor es la “onda” que mas conmueve a los colombianos. Muy
diciente de por qué no sabemos conciliar, ni perdonar, ni ser solidarios.
A nivel individual él puntea aun cuando su grupo perdió un
senador. Pero Iván Duque es “hijo” de su odio y debe hacerle caso al patrón.
Habla de “devolverle” la esperanza a Colombia. No conocen conceptos y cifras
serias que muestran que el pesimismo que ellos tanto han fomentado es mas fruto
de su odio que realidad nacional. El
odio y el rencor seguirán entonces en la agenda nacional. Sin embargo, la votación de Mockus, después
de la del odio, es la mas significativa. Abre una esperanza. Es muy importante
ser conscientes que estos dos senadores con mayor votación, destapan la opción
de las elecciones presidenciales. El alma colombiana necesita nuevo ADN y
estamos ad portas de inyectárselo. El odio y la indignación o la esperanza,
conciliación y reconstrucción de la sociedad.
El candidato presidencial que siga resonando en este odio visceral, es
como si nos alimentara de mierda y prometiera la opción de seguirnos revolcando
en lo mismo. U oxigenamos el futuro o… el problema no será de los candidatos
sino de la infinita incapacidad del sentir colombiano, de mirar la vida con
optimismo y vibrando en ondas sanas y reparadoras.
Gloria H. @Revolturas
lunes, 12 de marzo de 2018
viernes, 9 de marzo de 2018
jueves, 8 de marzo de 2018
miércoles, 7 de marzo de 2018
martes, 6 de marzo de 2018
Ser mujer ¡duele!
Aun cuando parezca un despropósito vivimos en una cultura donde
ser mujer duele. Hasta los tuétanos. Durante siglos hemos vivido así (pasado), estamos
viviendo así (presente) y no se cuántos años mas continuaremos en las mismas (futuro). Porque, al nacer mujer es como si la vida te
mandara a guerrear o a someterte. En todos los escenarios de la condición
humana ese es el camino de la mujer. Sí, ser mujer duele porque el machismo
impregna todos los estamentos de la cultura y no existe ningún escenario
“amable” con ella. Ni Iglesia, Estado, mundo laboral, deporte, arte, política,
familia, ciencia. Ninguno es amigable ni le facilita el camino para que sea
ella misma. La mujer en el mundo externo del hogar es una amenaza y muchísimos hombres
asi lo perciben. Por ello, el nuevo escenario de equilibrio exigido por las
mujeres es peligroso porque desacomodó el orden “natural” de la condición
humana. La igualdad entre el hombre y la mujer es una pérdida de poder para el
macho y esto no se asimila de un día para otro. Y mucho menos se facilita
practicarlo. Es en este mundo desigual donde se nace mujer y talla. Se nace
entonces para reclamar, para exigir, para confrontar. Ya no bajamos la cabeza.
La tarea es desgastante. El contendor, el opositor es el mundo machista y
patriarcal que no resiste la “invasión” femenina, puesto que la considera un
peligro. Muchos aun creen que alguien tiene que mandar o dirigir y ese “por
naturaleza” es el rol del hombre. No sólo lo creen, lo practican con ese talante.
Y cuando no se logra el objetivo de dirigir y mandar, viene el abuso, la
ridiculización, el acoso, la burla, el feminicidio.
¿Mujer con palabra propia? Está loca. ¿Mujer con criterio
autónomo? Una amenaza. ¿Mujer con rabia? Peligrosa. Es allí donde se instaura
el dolor frente a la humillación, la descalificación, la burla o el ridículo.
“Eso” no es de mujeres. “No le luce”. “Machona”. Porque quien tiene el poder,
impone. En cualquier escenario donde exista una mujer brillando, muy
seguramente hay una lucha de ella o de muchas mujeres para alcanzar ese lugar.
Para el hombre es natural el rol y la jerarquía de poder. Por el contrario, la
mujer lo debe conquistar. Donde exista un hombre que impone su criterio, debe
darse una lucha, un conflicto, una controversia para que la mujer puede hablar
de igual a igual. Y no quiero referirme al terreno de los afectos o lazos
familiares, donde a muchas nos ha podido “ir bien”. Me refiero al mundo externo,
al de la calle, a la de la plaza pública. Ese es el lugar de los hombres,
“natural” a su esencia. Y por lo tanto las mujeres “sobramos”.
El jueves habrá flores y panegíricos “lambones” cuando lo que se anhela
es un mundo donde no existan superiores
e inferiores entre hombres y mujeres. Donde el respeto por la diferencia se
manifieste en acciones concretas, no sólo en “flores y chocolates”. Detrás de
cada presente que vaya a regalar, obsérvese ¿cómo trata a las mujeres de su
entorno? Las mujeres a su alrededor ¿le
tienen miedo? ¿Usted apabulla a las mujeres? ¿Cómo le brota el machismo? ¿”Reinita”,
“mamacita”, “amorcito” es una forma sutil de aplastarlas creyendo que caerán
rendidas a sus pies? ¿Creen que las mujeres no son tan capaces? Piénselo y
entonces, practíquelo. Para que no nos duela tanto.
Gloria H. @revolturas
lunes, 5 de marzo de 2018
jueves, 1 de marzo de 2018
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