jueves, 30 de junio de 2016
miércoles, 29 de junio de 2016
martes, 28 de junio de 2016
Como suprimir la madre
Claro que un niño puede vivir sin una madre o sin un padre y con
mayor razón, cuando se “orquesta” una campaña de adultos para probar que “no es
necesaria” la presencia de ese ser en su vida. Viajes, regalos, mundos
fantasiosos, “traman” perfectamente a un chico o chica de 8 años que ve
“desdibujar” la imagen del padre o de la madre que le quieren “suprimir”, por
problemas de adultos que rodean su vida. Tiene momentos felices, ríe, disfruta,
porque no conoce la otra parte de la historia, la parte del dolor de ese ser
que le dio la vida y está sufriendo. Nadie que conozca un poco de psicología
infantil puede negar que un niño, por ejemplo, aún en el entierro de su padre o
madre, puede jugar en el salón de al lado, reírse y “disfrutar” de su juego o
de su helado. ¡Es un niño!
Luciana Chacra Navarro está feliz, nadie lo niega, basta verla en
vacaciones en la nieve. Le han “suprimido” por todos lados a su madre, se la
están reemplazando y ella es solo una niña, inmediatista, presente, que vive el
día a día. Pero su mamá Catalina Navarro, está viva, enferma y sufriendo porque
de la manera mas injusta la apartaron de su hija, la criminalizaron por querer
estar con ella y hoy “paga” una condena moral por este hecho. ¿Qué tanto sabe
Luciana de esto? 7Día volvió a tratar el caso de la niña Colombo argentina sin
el testimonio actualizado de lo que ha vivido Catalina, su mamá, en los últimos
meses. No interesa. Manuel Teodoro quiere probar cómo la niña está bien sin su “criminal”
madre, cómo no le hace falta y basta con
tener a su papá para que los hechos funcionen. Sólo que no hay conciencia de que Luciana crecerá y conocerá una historia
que le fue negada, conocerá la verdad de lo que no se le dijo y reaccionará.
¿Quién responderá entonces por los daños de los silencios y mentiras que la
rodearon? Lo no dicho hace mas daño que lo dicho.
Para 7Día no era importante
escuchar a Catalina. Ella debe “pagar
por sus errores”: querer quedarse con su hija. Le mandaron un cuestionario como
si pudiera “confiar” en los periodistas que deformaron la realidad de forma tan
agresiva. No hubo ninguna respuesta de su parte pero el programa, con ella o
sin ella, se hizo con refritos y “la felicidad” de Luciana. Al audaz periodista
no se le “ocurrió” preguntarle a la niña si su mamá le hacía falta. ¿Se hace
periodismo objetivo con una parte de los elementos implicados en un caso? Manuel
Teodoro quiere probar que se puede ser feliz sin mamá, (¿vieron a Luciana?) que
Catalina es una mujer delincuente y peligrosa y que él tenía la razón porque es
un periodista “objetivo, imparcial y veraz”. Catalina viajó a Argentina, siempre
custodiada, sólo pudo ver a su hija 4 veces. Perdió el juicio argentino y debe
mandarle al padre 250 dólares para ayudar a sostener a su hija, (ella pensionada por enfermedad y sin trabajo), si no
le quitan la patria potestad de su hija. Bienestar Familiar no le ha dado a la
mamá ni un solo reporte de visitas, ni cómo está la niña. En el Tribunal Colombiano
está la demanda de revisión del caso de una mujer madre, cuyo “error” fue
querer estar con su hija, derecho inalienable que no se le puede negar porque
tenga una enfermedad que la hace movilizarse en silla de ruedas. Pero ni su
ánimo, ni su corazón están incapacitados para amar y ser madre.
Gloria H. @revolturas
lunes, 27 de junio de 2016
viernes, 24 de junio de 2016
jueves, 23 de junio de 2016
miércoles, 22 de junio de 2016
martes, 21 de junio de 2016
¿Enfermedad o maldad?
Este es uno de los temas mas polémicos y
controvertidos de la condición humana. ¿Existe la maldad? ¿Existen personas que
hacen daño por la “satisfacción” de hacerlo? No es fácil responder básicamente
porque está ligado con otras muchas creencias. Muerte, reencarnación, mundos
paralelos, niveles de conciencia, árbol genealógico, aprendizajes, concepto de
ser superior, en fin. Por ello no es tan simple llegar a una conclusión. En
definitiva ni siquiera importa la conclusión. Lo valioso es “ventilar” ideas
para aprender, confrontar y crecer. “La
mente es como un paracaídas, solo sirve si se abre”.
Natalia Ponce de León recibió una
agresión inmedible. Colombia se solidarizó con ella. Un hombre “malo” la
agredió y para muchos, debe “podrirse” en la cárcel. (A propósito ¿qué abogado me
cuenta, cuándo se descubrió que encerrando al responsable de la falta mejoraba
su conducta?). El “malo” que agredió a Natalia ha sido declarado “imputable” lo
que significa que no “es responsable” de su actuar. Fue calificado de esquizofrénico.
Natalia y su abogado “no creen” en ese diagnóstico argumentando algo que
refleja (qué pena) ignorancia sobre las enfermedades mentales. ¡No tienen por
qué saber! Dicen que porque el muchacho “planificó” con sevicia y precisión la
agresión, no es enfermo y sí responsable.
Pero un obsesivo que pise los
terrenos de la psicosis, puede ser el mas calculador, planificador y detallista,
para “organizar” y controlar su obsesión. Sigue siendo enfermo, con momentos de
lucidez, alucinaciones y enajenación. Se
lo juzga como malo porque su actuar lastima a otros, pero está por verse si es
la enfermedad la que gobierna su vida.
La historia de Jonathan Vega es fuerte,
como me imagino que es la de muchos que por ello no terminan agrediendo a otros.
Pero la urgente necesidad de sentirnos “colectivo”, parte de, significa que las
acciones de unos y otras y otros, están conectados. El aprendizaje del
“colectivo humano” nos toca a todos. El efecto mariposa está mas presente que
nunca. “El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del
mundo” (proverbio chino) igual que “el simple aleteo de una mariposa puede
cambiar el mundo”. La conexión es inevitable. Lo que golpea siempre es el
famoso “por qué a mi”, como si tuviésemos alguna vacuna para estar protegidos
de los duros aprendizajes.
¿Se le perdona al “enfermo” pero no al
“malo”? ¿Si el hecho lo origina un enfermo, el efecto de la falta es menos
“dañino”? Los niveles de conciencia, filosofía antiquísima, es una información
que explica el comportamiento humano de acuerdo al desarrollo de cada quien.
Todos no estamos haciendo el mismo “curso” y de esa diferencia nace el aprendizaje. En términos psicológicos no
puede haber gente “mala”. La enfermedad mental o los niveles inferiores de
conciencia dan pié a comportamientos que son juzgados como “malos” pero que en
definitiva obedecen a la “elementalidad” del ser, a un nivel básico de
sobrevivencia.. En términos espirituales (creo que para todas las corrientes no
religiosas pero sí trascendentes), el mundo es “perfecto” como tejido que
enlaza todas las diferencias para que se dé la disparidad y surja el aprendizaje.
Si no existen diferencias no hay contraste, no hay pluralidad y no hay
crecimiento. ¿Necesitamos a los “malos”?
Gloria H. @revolturas
lunes, 20 de junio de 2016
jueves, 16 de junio de 2016
miércoles, 15 de junio de 2016
martes, 14 de junio de 2016
¿Dónde está mi papá?
“¿Qué es un hombre? pregunta el
hijo. Busca por ti mismo, responde el padre, porque
la respuesta que me dio tu abuelo ya no es válida y no he encontrado otra.
Paule Simone Los hombres se transforman.”
Afrontada
(por decir lo menos) la revolución femenina, estamos viviendo una verdadera
crisis masculina donde el hombre está siendo “obligado” a la reubicación de su
rol si quiere sobrevivir a la hecatombe del mundo. Se le perdió el norte y no
sabe para dónde va. Lo conocido ya no sirve. Esta nueva mujer le movió el piso
(o será el trono) y él, varón, se extravió en la maraña del cambio. Le están
diciendo de todas las formas posibles que se puede vivir sin él, que no lo
“necesitan” para existir. Hoy entonces, tiene que “ganarse” su lugar y nada le
viene dado “porque sí”, o porque “se lo merece o le corresponde”.
¿Quién
lo obliga a moverse? ¿Qué tan dispuesto está a encontrar ese nuevo papel? La
resistencia es enorme. El patriarca no quiere dar su brazo a torcer. El patriarca
“aún” no siente que sea necesario un cambio. El patriarca pareciera que
quisiera “devolver el tiempo” para continuar con el control de la vida de los
demás. El machismo, aquel engendro que el patriarcado fabricó y que tanta
desigualdad generó está viviendo “los estertores de la muerte”. El término patriarcado refiere
a un estado social en que existe una desigual distribución de poder entre
hombres y mujeres a favor de los primeros. Pero ¡ya no da mas! No existe un
modelo “actualizado” de hombre y hay que construirlo. ¿Cómo? La respuesta no es
fácil porque como en el viejo enigma entre el huevo y la gallina, “no hay
modelo por lo tanto no hay copia”, pero no hay copia porque no hay modelo.
Hasta que la genética no apareció, un
hombre nunca tuvo certeza de su paternidad. Dependía de la palabra de la mujer
para aceptar si sus hijos eran realmente suyos. Como no tenía seguridad de su
consaguinidad aceptaba sólo el rol de proveedor para no involucrarse
afectivamente en una educación que debía ser tarea de la madre. ¡Eran de ella! Su papel de padre lo
desempeñaba a través de funciones autoritarias, dominantes, distantes, rígidas,
controladoras. Pero ahora que la genética le confirmó su paternidad está
buscando cómo ser un padre diferente en escenarios también diferentes a los de
su educación. En especial existen dos factores modernos que debe enfrentar:
está al lado de una mujer fuerte, autónoma que “no lo necesita” para levantar
hijos y el avance tecnológico que
“inunda” la vida de los niños y adolescentes de hoy. ¿Cómo ser papá?
Sin modelo, algunos optan por “copiar” y
terminan jugando el rol de “madres con pantalones” en una blandura, flojera, y complicidad
que “toca arrebato”. Cuestionados su autoritarismo y violencia no saben cuáles
son las funciones propias de un padre. Pero encontrar esas condiciones no es
asunto fácil porque tienen que fabricarlas sin el modelo de su propio progenitor
porque esa forma ya no aplica. Quedan dos opciones: reconstruir la función
paterna desde los avances y conocimientos actuales, donde la energías
masculinas y femeninas puedan articularse o, resistirse al cambio y seguir practicando
lo antiguo, generando la violencia intrafamiliar o peor aún, los
feminicidios. Cada quien decide.
Mientras, la sociedad pregunta “¿dónde está mi papá?”
Gloria H.
lunes, 13 de junio de 2016
viernes, 10 de junio de 2016
miércoles, 8 de junio de 2016
martes, 7 de junio de 2016
¿Equidad?
Los números son contundentes, no dan posibilidad de interpretación.
Menos aún de suposiciones. 2 mas 2 es 4, aquí y en Cafarnaún. Frente a su
exactitud no queda sino acatarlos o declararse enfermo con tendencia a la
psicosis, lo que significa que intento construir una realidad a mi manera y me
la creo. El jueves 9 de Junio se llevará a cabo en Bogotá una reunión de
altísimo nivel sobre el desarrollo del Valle del Cauca. Son 20 destacados
personajes, incluídos la Gobernadora y el Alcalde de Cali. Pues bien de los 20 personajes valiosos del
Valle sólo encontraron 3 mujeres destacadas que también pudieran hablar a
nombre de la región. 3 mujeres, incluída la Gobernadora que no sé si está
incorporada como mujer o como oficio político. Tocaba (qué tal si no).
Entonces 2 de 19 o 3 de 20. Significa en porcentaje que del 100% de
representación del Valle del Cauca, las mujeres sólo alcanzaron al 15% de participación. En el Valle no se
encuentran 10 mujeres valiosas que equivalgan a una representación justa y
equitativa de nuestro departamento. No las hay. Nuestros hombres son 17
valiosas mentes y de mujeres sólo pudieron encontrar 3 (incluída la
Gobernadora) que representaran a nuestro departamento. ¿Alguno de estos hombres
me puede aclarar el significado de la palabra equidad. ¿Alguno podrá explicar
cuál es el sentido de la discriminación? ¿Tendrán agallas para justificar que
sí se está trabajando tema de inclusión y equidad de género?
Pero nos desgarramos las vestiduras por los feminicidios en la
región, por las “equivocaciones” caso Rosa Elvira y tantas situaciones
cotidianas donde todavía “no se aprende” a aceptar que hombre y mujer son
iguales en decisiones, capacidades, derechos y deberes. Pero si la mujer “no
existe” en el panorama ¿cómo esperar que la cuiden, que la consideren sujeto en
igualdad de derechos? ¿Si nuestras cabezas brillantes ni siquiera “la
encuentran” cómo esperar que una sociedad la tenga en cuenta? Es tan pero tan
difícil la situación que “no se ve, no se nota”. Ni siquiera el Papa Francisco
tan mediático, fue capaz de aceptar equidad de género. Nos dio contentillo con
los diaconados, pero la mujer todavía “no clasifica” para sacerdotisa. Contentillo,
así nos “embolatan”. ¿Qué falta? ¿Qué mas necesitan probar o entender o
aceptar? Se desgarran las vestiduras ante las injusticias en contra de la mujer
pero no ACTUAN de acuerdo a su “pose” de equidad. Acaba de pasar el “día de la
mujer” y los panegíricos, leyes, flores y homenajes pululan. Pero en la
realidad, la discriminación, la inequidad sigue tan campante.
No aprenden. No encuentran mujeres, no saben dónde están ni
encuentran qué tienen que decir. Es tal el poder del patriarcado que sólo se
pueden mirar a si mismos. No nos ven, por ningún lado. La reunión del jueves a
nombre del Valle no podía tener mas discriminación porque es imposible. En
términos psicológicos y cuánticos se dice que “todo tiene que ver con todo”.
Los elementos están conectados y la exclusión no empieza en un extremo.
Políticas y comportamientos de estado generan actitudes ciudadanas. Aquí está
la contundencia de los números. Puede endilgarme todos los epítetos que desee,
los acepto, pero pruébeme que nuestra clase dirigente en el Valle trabaja
equidad de género. ¡Pruébemelo!
Gloria H. @revolturas
viernes, 3 de junio de 2016
jueves, 2 de junio de 2016
Suscribirse a:
Comentarios (Atom)












