miércoles, 29 de junio de 2016

martes, 28 de junio de 2016

Como suprimir la madre


Claro que un niño puede vivir sin una madre o sin un padre y con mayor razón, cuando se “orquesta” una campaña de adultos para probar que “no es necesaria” la presencia de ese ser en su vida. Viajes, regalos, mundos fantasiosos, “traman” perfectamente a un chico o chica de 8 años que ve “desdibujar” la imagen del padre o de la madre que le quieren “suprimir”, por problemas de adultos que rodean su vida. Tiene momentos felices, ríe, disfruta, porque no conoce la otra parte de la historia, la parte del dolor de ese ser que le dio la vida y está sufriendo. Nadie que conozca un poco de psicología infantil puede negar que un niño, por ejemplo, aún en el entierro de su padre o madre, puede jugar en el salón de al lado, reírse y “disfrutar” de su juego o de su helado. ¡Es un niño!

Luciana Chacra Navarro está feliz, nadie lo niega, basta verla en vacaciones en la nieve. Le han “suprimido” por todos lados a su madre, se la están reemplazando y ella es solo una niña, inmediatista, presente, que vive el día a día. Pero su mamá Catalina Navarro, está viva, enferma y sufriendo porque de la manera mas injusta la apartaron de su hija, la criminalizaron por querer estar con ella y hoy “paga” una condena moral por este hecho. ¿Qué tanto sabe Luciana de esto? 7Día volvió a tratar el caso de la niña Colombo argentina sin el testimonio actualizado de lo que ha vivido Catalina, su mamá, en los últimos meses. No interesa. Manuel Teodoro quiere probar cómo la niña está bien sin su “criminal” madre,  cómo no le hace falta y basta con tener a su papá para que los hechos funcionen. Sólo que no hay conciencia  de que Luciana crecerá y conocerá una historia que le fue negada, conocerá la verdad de lo que no se le dijo y reaccionará. ¿Quién responderá entonces por los daños de los silencios y mentiras que la rodearon? Lo no dicho hace mas daño que lo dicho.  

Para  7Día no era importante escuchar a Catalina.  Ella debe “pagar por sus errores”: querer quedarse con su hija. Le mandaron un cuestionario como si pudiera “confiar” en los periodistas que deformaron la realidad de forma tan agresiva. No hubo ninguna respuesta de su parte pero el programa, con ella o sin ella, se hizo con refritos y “la felicidad” de Luciana. Al audaz periodista no se le “ocurrió” preguntarle a la niña si su mamá le hacía falta. ¿Se hace periodismo objetivo con una parte de los elementos implicados en un caso? Manuel Teodoro quiere probar que se puede ser feliz sin mamá, (¿vieron a Luciana?) que Catalina es una mujer delincuente y peligrosa y que él tenía la razón porque es un periodista “objetivo, imparcial y veraz”. Catalina viajó a Argentina, siempre custodiada, sólo pudo ver a su hija 4 veces. Perdió el juicio argentino y debe mandarle al padre 250 dólares para ayudar a sostener a su hija, (ella  pensionada por enfermedad y sin trabajo), si no le quitan la patria potestad de su hija. Bienestar Familiar no le ha dado a la mamá ni un solo reporte de visitas, ni cómo está la niña. En el Tribunal Colombiano está la demanda de revisión del caso de una mujer madre, cuyo “error” fue querer estar con su hija, derecho inalienable que no se le puede negar porque tenga una enfermedad que la hace movilizarse en silla de ruedas. Pero ni su ánimo, ni su corazón están incapacitados para amar y ser madre.

Gloria H. @revolturas


lunes, 27 de junio de 2016

viernes, 24 de junio de 2016

miércoles, 22 de junio de 2016

martes, 21 de junio de 2016

¿Enfermedad o maldad?


Este es uno de los temas mas polémicos y controvertidos de la condición humana. ¿Existe la maldad? ¿Existen personas que hacen daño por la “satisfacción” de hacerlo? No es fácil responder básicamente porque está ligado con otras muchas creencias. Muerte, reencarnación, mundos paralelos, niveles de conciencia, árbol genealógico, aprendizajes, concepto de ser superior, en fin. Por ello no es tan simple llegar a una conclusión. En definitiva ni siquiera importa la conclusión. Lo valioso es “ventilar” ideas para aprender, confrontar y crecer.  “La mente es como un paracaídas, solo sirve si se abre”.

Natalia Ponce de León recibió una agresión inmedible. Colombia se solidarizó con ella. Un hombre “malo” la agredió y para muchos, debe “podrirse” en la cárcel. (A propósito ¿qué abogado me cuenta, cuándo se descubrió que encerrando al responsable de la falta mejoraba su conducta?). El “malo” que agredió a Natalia ha sido declarado “imputable” lo que significa que no “es responsable” de su actuar. Fue calificado de esquizofrénico. Natalia y su abogado “no creen” en ese diagnóstico argumentando algo que refleja (qué pena) ignorancia sobre las enfermedades mentales. ¡No tienen por qué saber! Dicen que porque el muchacho “planificó” con sevicia y precisión la agresión, no es enfermo y sí responsable.  Pero un obsesivo que  pise los terrenos de la psicosis, puede ser el mas calculador, planificador y detallista, para “organizar” y controlar su obsesión. Sigue siendo enfermo, con momentos de lucidez, alucinaciones y enajenación.  Se lo juzga como malo porque su actuar lastima a otros, pero está por verse si es la enfermedad la que gobierna su vida.

La historia de Jonathan Vega es fuerte, como me imagino que es la de muchos que por ello no terminan agrediendo a otros. Pero la urgente necesidad de sentirnos “colectivo”, parte de, significa que las acciones de unos y otras y otros, están conectados. El aprendizaje del “colectivo humano” nos toca a todos. El efecto mariposa está mas presente que nunca. “El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo” (proverbio chino) igual que “el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo”. La conexión es inevitable. Lo que golpea siempre es el famoso “por qué a mi”, como si tuviésemos alguna vacuna para estar protegidos de los duros aprendizajes.

¿Se le perdona al “enfermo” pero no al “malo”? ¿Si el hecho lo origina un enfermo, el efecto de la falta es menos “dañino”? Los niveles de conciencia, filosofía antiquísima, es una información que explica el comportamiento humano de acuerdo al desarrollo de cada quien. Todos no estamos haciendo el mismo “curso” y de esa diferencia nace  el aprendizaje. En términos psicológicos no puede haber gente “mala”. La enfermedad mental o los niveles inferiores de conciencia dan pié a comportamientos que son juzgados como “malos” pero que en definitiva obedecen a la “elementalidad” del ser, a un nivel básico de sobrevivencia.. En términos espirituales (creo que para todas las corrientes no religiosas pero sí trascendentes), el mundo es “perfecto” como tejido que enlaza todas las diferencias para que se dé la disparidad y surja el aprendizaje. Si no existen diferencias no hay contraste, no hay pluralidad y no hay crecimiento. ¿Necesitamos a los “malos”?


Gloria H. @revolturas

lunes, 20 de junio de 2016

jueves, 16 de junio de 2016

miércoles, 15 de junio de 2016

martes, 14 de junio de 2016

¿Dónde está mi papá?


¿Qué es un hombre? pregunta el hijo. Busca por ti mismo, responde el padre, porque la respuesta que me dio tu abuelo ya no es válida y no he encontrado otra. Paule Simone Los hombres se transforman.”

Afrontada (por decir lo menos) la revolución femenina, estamos viviendo una verdadera crisis masculina donde el hombre está siendo “obligado” a la reubicación de su rol si quiere sobrevivir a la hecatombe del mundo. Se le perdió el norte y no sabe para dónde va. Lo conocido ya no sirve. Esta nueva mujer le movió el piso (o será el trono) y él, varón, se extravió en la maraña del cambio. Le están diciendo de todas las formas posibles que se puede vivir sin él, que no lo “necesitan” para existir. Hoy entonces, tiene que “ganarse” su lugar y nada le viene dado “porque sí”, o porque “se lo merece o le corresponde”.

¿Quién lo obliga a moverse? ¿Qué tan dispuesto está a encontrar ese nuevo papel? La resistencia es enorme. El patriarca no quiere dar su brazo a torcer. El patriarca “aún” no siente que sea necesario un cambio. El patriarca pareciera que quisiera “devolver el tiempo” para continuar con el control de la vida de los demás. El machismo, aquel engendro que el patriarcado fabricó y que tanta desigualdad generó está viviendo “los estertores de la muerte”. El término patriarcado refiere a un estado social en que existe una desigual distribución de poder entre hombres y mujeres a favor de los primeros. Pero ¡ya no da mas! No existe un modelo “actualizado” de hombre y hay que construirlo. ¿Cómo? La respuesta no es fácil porque como en el viejo enigma entre el huevo y la gallina, “no hay modelo por lo tanto no hay copia”, pero no hay copia porque no hay modelo.

Hasta que la genética no apareció, un hombre nunca tuvo certeza de su paternidad. Dependía de la palabra de la mujer para aceptar si sus hijos eran realmente suyos. Como no tenía seguridad de su consaguinidad aceptaba sólo el rol de proveedor para no involucrarse afectivamente en una educación que debía ser tarea de la madre.  ¡Eran de ella! Su papel de padre lo desempeñaba a través de funciones autoritarias, dominantes, distantes, rígidas, controladoras. Pero ahora que la genética le confirmó su paternidad está buscando cómo ser un padre diferente en escenarios también diferentes a los de su educación. En especial existen dos factores modernos que debe enfrentar: está al lado de una mujer fuerte, autónoma que “no lo necesita” para levantar hijos y  el avance tecnológico que “inunda” la vida de los niños y adolescentes de hoy. ¿Cómo ser papá?

Sin modelo, algunos optan por “copiar” y terminan jugando el rol de “madres con pantalones” en una blandura, flojera, y complicidad que “toca arrebato”. Cuestionados su autoritarismo y violencia no saben cuáles son las funciones propias de un padre. Pero encontrar esas condiciones no es asunto fácil porque tienen que fabricarlas sin el modelo de su propio progenitor porque esa forma ya no aplica. Quedan dos opciones: reconstruir la función paterna desde los avances y conocimientos actuales, donde la energías masculinas y femeninas puedan articularse o, resistirse al cambio y seguir practicando lo antiguo, generando la violencia intrafamiliar o peor aún, los feminicidios.  Cada quien decide. Mientras, la sociedad pregunta “¿dónde está mi papá?”

Gloria H.


















lunes, 13 de junio de 2016

viernes, 10 de junio de 2016

miércoles, 8 de junio de 2016

martes, 7 de junio de 2016

¿Equidad?


Los números son contundentes, no dan posibilidad de interpretación. Menos aún de suposiciones. 2 mas 2 es 4, aquí y en Cafarnaún. Frente a su exactitud no queda sino acatarlos o declararse enfermo con tendencia a la psicosis, lo que significa que intento construir una realidad a mi manera y me la creo. El jueves 9 de Junio se llevará a cabo en Bogotá una reunión de altísimo nivel sobre el desarrollo del Valle del Cauca. Son 20 destacados personajes, incluídos la Gobernadora y el Alcalde de Cali.  Pues bien de los 20 personajes valiosos del Valle sólo encontraron 3 mujeres destacadas que también pudieran hablar a nombre de la región. 3 mujeres, incluída la Gobernadora que no sé si está incorporada como mujer o como oficio político. Tocaba (qué tal si no).

Entonces 2 de 19 o 3 de 20. Significa en porcentaje que del 100% de representación del Valle del Cauca, las mujeres sólo alcanzaron al  15% de participación. En el Valle no se encuentran 10 mujeres valiosas que equivalgan a una representación justa y equitativa de nuestro departamento. No las hay. Nuestros hombres son 17 valiosas mentes y de mujeres sólo pudieron encontrar 3 (incluída la Gobernadora) que representaran a nuestro departamento. ¿Alguno de estos hombres me puede aclarar el significado de la palabra equidad. ¿Alguno podrá explicar cuál es el sentido de la discriminación? ¿Tendrán agallas para justificar que sí se está trabajando tema de inclusión y equidad de género?

Pero nos desgarramos las vestiduras por los feminicidios en la región, por las “equivocaciones” caso Rosa Elvira y tantas situaciones cotidianas donde todavía “no se aprende” a aceptar que hombre y mujer son iguales en decisiones, capacidades, derechos y deberes. Pero si la mujer “no existe” en el panorama ¿cómo esperar que la cuiden, que la consideren sujeto en igualdad de derechos? ¿Si nuestras cabezas brillantes ni siquiera “la encuentran” cómo esperar que una sociedad la tenga en cuenta? Es tan pero tan difícil la situación que “no se ve, no se nota”. Ni siquiera el Papa Francisco tan mediático, fue capaz de aceptar equidad de género. Nos dio contentillo con los diaconados, pero la mujer todavía “no clasifica” para sacerdotisa. Contentillo, así nos “embolatan”. ¿Qué falta? ¿Qué mas necesitan probar o entender o aceptar? Se desgarran las vestiduras ante las injusticias en contra de la mujer pero no ACTUAN de acuerdo a su “pose” de equidad. Acaba de pasar el “día de la mujer” y los panegíricos, leyes, flores y homenajes pululan. Pero en la realidad, la discriminación, la inequidad sigue tan campante.


No aprenden. No encuentran mujeres, no saben dónde están ni encuentran qué tienen que decir. Es tal el poder del patriarcado que sólo se pueden mirar a si mismos. No nos ven, por ningún lado. La reunión del jueves a nombre del Valle no podía tener mas discriminación porque es imposible. En términos psicológicos y cuánticos se dice que “todo tiene que ver con todo”. Los elementos están conectados y la exclusión no empieza en un extremo. Políticas y comportamientos de estado generan actitudes ciudadanas. Aquí está la contundencia de los números. Puede endilgarme todos los epítetos que desee, los acepto, pero pruébeme que nuestra clase dirigente en el Valle trabaja equidad de género. ¡Pruébemelo! 

Gloria H. @revolturas

viernes, 3 de junio de 2016

jueves, 2 de junio de 2016