martes, 31 de marzo de 2015

Y Dios ¿qué dijo?

“Nada, nunca lo he oído”, podría ser una respuesta. “Si no existe entonces ¡qué va a decir!”. “Si se olvidó que vivíamos, no ve todo el mal que hay”, podrían ser otras argumentaciones para explicar por qué sentimos que Dios “nunca” habla. Claro, cada quién tiene derecho a su propia explicación de lo qué es el mundo, de lo que significa vivir, para qué nacemos, cuál es el sentido del mal (¡), por qué no logramos “explicarnos” todo lo que sucede, por qué se dan casos como los del piloto alemán, en fin…miles de inquietudes que se anidan en nuestro interior y que tratamos de desechar para “no angustiarnos”. Pero, allí están, son imposibles de desconocer y mas en épocas de descanso o de relax, cuando “la desocupación” nos aturde con sus inquietudes. Mientras se trabaja, mientras se está en la rutina, el automático “colabora” para no tomar conciencia, para no caer en la cuenta. Pero, el silencio y la “vagancia” nos enfrentan con nosotros mismos. Y llega la avalancha. ¡Y el accidente!
¿Dónde está Dios? Con seguridad que “no sólo” en una Iglesia. Y si nos atenemos al verdadero sentido de la trascendencia no está en ninguna parte porque “está en el interior de cada uno”. Aún mas, Dios es cada uno de nosotros. “Somos Dios” es una expresión que escandaliza a muchos porque puede sonar a prepotencia. Y sé que me podría responder “entonces Dios-Andre-piloto es malo porque mató a 150 personas”, Dios hace daño y es malo, permite el crimen, el mal, la violencia, la injusticia.
Al igual que lo que sucede en un colegio donde un niño de Kinder no puede entender logaritmos “en ese momento” de su aprendizaje, los seres humanos tenemos diferentes niveles de conciencia y de acuerdo a ello “entendemos” y sentimos lo que es Dios. Para no entrar en disquisiciones y complicaciones, Dios puede “hablar” de diversas maneras y es importante, cualquiera que sea su nivel de conciencia, “aprender” de qué manera lo puedo oír, claro si cree que El existe. Estos días de “desconexión” pueden ser propicios para escucharlo. Y definitivamente el silencio, la tranquilidad, son los espacios mas factibles para hacerlo. Aun cuando El habla de diversas maneras. Una canción, un titular de un periódico, un mensaje en el celular o…la “vocecita” interior, aquello interno que habla, que “sentimos” que dice lo correcto, lo que corresponde, cuando estamos en silencio. Y ¡quién lo creyera! la manera en que sucedió el accidente del avión “es una forma” en la que Dios pudo hablar. Revisar lo trascendente desde nuestra concepción material, concreta y racional, es una manera de conectarse con lo espiritual, que en definitiva es el “mundo” de Dios. La muerte, que no es una desgracia, no la podemos derrotar. Y a través de ella nos encontramos con lo finito de la existencia. Hay quienes dicen que en el mundo moderno, cuatro acontecimientos universales nos han llevado a revisarnos como raza humana y a intentar corregir el rumbo del universo. Cuatro maneras en que “Dios habló”. Las torres gemelas, la muerte de Lady Di, el tsunami de Tailandia, el accidente de los mineros de Chile y ahora, estoy segura, este quinto acontecimiento del piloto alemán, donde pareciera que el mundo entero “resonara” en la misma onda. O de dolor, de preocupación, de impacto, de finitud. Porque la sensación de impotencia, de desconcierto, pareciera que cobijara a los seres de todas partes, cualquiera que sea su nacionalidad, color de piel o creencias. La enfermedad mental haciendo de las suyas. Es la sensación mas grande de finitud ante la que se estrellan todos los sistemas y tecnologías. En la condición humana siempre habrán fallas y accidentes y errores y fracasos e injusticias. ¡Es así como aprendemos! Pero en vísperas de una semana de reflexión o tranquilidad, el lenguaje de Dios resuena por todos lados. ¿Cómo lo interpreto?

martes, 24 de marzo de 2015

Pilar Sordo en Cali

Impacta sobre manera los datos de la último estudio realizado por la Consejería Presidencial para la Equidad de la Mujer, en el estudio de Tolerancia Social e Institucional sobre la mujer, donde se muestra cómo los hombres colombianos se semejan a los  talibanes en el trato a sus compañeras. Sí, como los “elementales y primarios” talibanes, los colombianos tienen mentalidad machista, patriarcal y atropelladora. Los resultados son aterradores. El 37% cree que si las mujeres se visten provocativamente, se exponen a que las violen. El 19% cree que deben obedecer a sus esposos. El 18% cree que “un hombre de verdad” puede controlar a su esposa. Y “la tapa”: el 26% considera que las mujeres no deben salir solas a la calle. En Colombia. De allí que todo lo que podamos aprender sobre la hombres y mujeres, las diferencias, las similitudes y lo que  nos lleve al respeto por esa diferencia, es bienvenido.

Por eso, la llegada de Pilar Sordo a Cali, el próximo jueves, a las 6.30 en el Hotel Inercontinental, es una oportunidad magnífica de aprender cómo enfrentar la diferencia de géneros. Para no seguir matando o agrediendo mujeres en esa lamentable proporción. Hombres y mujeres convivimos en sociedad. Nos amamos, nos odiamos, somos compañeros, amigos, amantes, empleados, hijos, padres o madres, todos los roles posibles, pero tenemos un desconocimiento muy grande sobre nuestra verdadera esencia. Aún mas, confundimos (sí, confundimos) hombre y masculino, al igual que mujer y femenino. Que no son sinónimos, claro está. Un hombre puede ser femenino y una mujer masculina y no va contra natura. Ojalá cada sexo aprendiera a aceptar condiciones del otro para aceptar que la diferencia no tiene que ser discriminatoria o agresiva. Una cosa es el sexo (el empaque) y otra las energías (el contenido). Aceptar la diferencia entre hombres y mujeres, en sus sexos, roles e identidades es vital para construir la sana convivencia.

Pilar, psicóloga chilena, tiene la extraordinaria capacidad de ser absolutamente entretenida, divertida y sagaz, mientras va mostrando en forma histriónica cómo son esas diferencias entre hombres y mujeres. Las deducciones de su teoría las construyó desde un estudio donde la biología simboliza lo femenino como lo que retiene (el útero es una vasija) y lo masculino como lo que se suelta (el espermatozoide es una flecha). Con el profesionalismo que le da su formación, hace de una conferencia, un rato extraordinario de aprendizaje con la genialidad de quien sabe transmitir las ideas sin aburrir o  pontificar. Por el contrario, reírse de las propias conductas es una manera muy sutil de “recordar” el aprendizaje para poderlo corregir. El humor, que no la burla, es una de las formas cómo Pilar enseña las diferencias de conceptos, actitudes y comportamientos entre hombres y mujeres. Y cómo, de alguna manera, en la medida en que conocemos la esencia de la diferencia, la podemos manejar. Nunca se elimina (afortunadamente) pero el tomar conciencia de ella hace mas llevadera la convivencia. Pilar logra precisar 8 o 10 características muy particulares dónde hombres y mujeres reaccionamos diferente y el error consiste en esperar, por ejemplo que un hombre hable o que la mujer calle, cuando sus características biológicas son todo lo contrario: el hombre  calla y la mujer habla.

Se puede tener diferencias con algunos de sus planteamientos como su concepto del pensamiento mágico de la mujer frente al pensamiento real o concreto de los hombres (qué tanto la cultura influye en ello) pero escucharla es definitivamente enriquecedor y entretenido. Cuando se constata cómo vivimos en un desprestigio muy grande de lo femenino (la mujer se enferma cada mes, aguanta como víctima, le genera culpa tener espacio para si misma), este desequilibrio nos obliga a construir nuevas miradas para un mundo donde hombres y mujeres, desde la diferencia, caminemos acompañándonos que no fusionándonos. Es el respeto por la diferencia, ¡escúchela y no se arrepentirá!

martes, 17 de marzo de 2015

¿Lealtad al padre?

Carlos Holmes Trujillo García fue el primer alcalde de Cali por elección popular. De 1988 a 1990 dirige la administración caleña. Faltándole tres meses para terminar el período, su padre muere, después de vivir un accidente cerebro vascular y Carlos Holmes decide renunciar a la Alcaldía, (para la que había sido elegido por 77.000 votos), prefiriendo ser leal a su padre y a su movimiento por encima del compromiso contraído con el pueblo de Cali. La derrota del otro delfín José Renán a manos de Germán Villegas para la Alcaldía pareciera que derrumba al patriarca de los Trujillo (lo que precipita su muerte) y Carlos Holmes “recoge sus banderas” y las de su movimiento liberal, dejando inconcluso su período como gobernante. Como solo faltan 3 meses para terminar su compromiso, el reemplazo es su secretario de gobierno Antonio José Orejuela. La lealtad (¿sumisión?) con el padre es absoluta y el dr. Carlos Holmes toma una decisión que los caleños resentimos. Por ello el 21 de Marzo de 1990 escribí “Compromiso ¿con quien?”: “El dr. Carlos Holmes Trujillo renunció a la Alcaldía de Cali para asumir la dirección del holmismo. Muerto su padre él considera pertinente liderar el grupo de “las mayorías liberales”. (…) Fue nombrado por sus condiciones personales (…) no fue elegido por ser hijo de Carlos Holmes Trujillo. (…) El holmismo podría esperar con un director encargado a que el dr. Trujillo terminara su período”.
En Psicología se aprende que una persona “deja de ser” adolescente cuando “no le importa” lo que el papá y la mamá opinen. Ese “no le importa” no es despectivo sino de autonomía: puede tener criterio y “enfrentar” al de sus padres porque tiene argumentos para construir su independencia. No es rebeldía, no es transgresión, es criterio, personalidad y seguridad. El mundo cambia y los criterios evolucionan. Si la humanidad hubiera hecho siempre lo que los padres quieren, estaríamos haciendo bohíos… La diferencia permite la evolución, el movimiento.
Traigo a colación esta historia porque percibo que Carlos Holmes Trujillo sigue siendo absolutamente leal (¿sumiso?) al padre. Al padre-jefe, cualquiera que sea su nombre. Ahora que el Presidente Santos lo invitó a formar parte de la Comisión de Paz, se le “notan” las ganas de participar. Hasta el punto que se atrevió a hablar de la “honrosa” distinción. (Cuánto le habrá cobrado el uribismo al Dr. Carlos Holmes hablar bien de “algo” de Santos si para el Centro Democrático, Santos no hace “nada, pero nada” bien). Pero se “le salieron” sus buenas maneras y su espíritu conciliador. Cada vez mas, a él y a Oscar Iván Zuluaga se les notan “sus desacuerdos” con ese espíritu de odio, rabia y negativismo de Uribe. No encajan pero, les toca. Lealtad ¿sumisión?) absoluta al padre.
Sin embargo la manera como Carlos Holmes intenta explicar por qué no forma parte de esa Comisión no se si produce compasión o risa. Las volteretas que tiene que hacer para explicar “si, pero no” son patéticas. El quiere dialogar, quiere aportar, quiere contribuir porque hay mucho por hacer, decir y colaborar. A propósito, ¿qué es lo que quiere el Centro Democrático? Malo si los llaman. Malo sino lo hacen, malo si les piden opinión, malo si no…a ver, como decimos en el Valle, no hay “palitos con qué cogerlos”. Están en todo su derecho de ir en contravía de todo, pero de todo. Sin embargo, la sumisión de los integrantes del grupo con el “papá Uribe” es impactante, verdaderamente patológica. La lealtad a un caudillo cada día se asemeja mas a fanatismo o terquedad y no permite que fluyan sus verdaderas personalidades. Carlos Holmes ya lo hizo una vez y ahora vuelve y repite su lealtad (¿sumisión?) a un padre, así vaya en contravía de si mismo. La cultura donde el patriarca ordena, exige y somete, sigue vigente. Para hombres y para mujeres, da igual.

martes, 10 de marzo de 2015

¡Nunca eligió!

Esta columna va a sonar a clase de Psicología, por ello si quiere sáltesela y mire para otro lado. Alrededor hay buenos columnistas. Pero la escribo porque considero que la psicología debe “salir” de los consultorios y  aportar luces en el desarrollo de la vida.  Los personajes públicos cuentan sus historias, algunos Medios indagan en extremo sobre sus comportamientos y con la información pública que se tiene de ellos se puede hacer una aproximación a su perfil. Son personajes públicos que terminan siendo modelos de comportamiento. ¿Qué es lo bueno y que es lo malo para copiar?

No se necesita ser comentarista de futbol para reconocer que “algo pasa” con Falcao. Explicaciones van y vienen. Mala suerte, “accidentes”, manager deficiente. Pero su mal momento tiene una posible explicación desde los nuevos enfoques psicológicos. Dos detalles, cuenta su padre,  marcan el mundo de Radamel. Uno, le coloca su nombre y el de un futbolista que admira porque quiere que su hijo complete su sueño. Dos, afianza el deseo paterno calzándole guayos desde los 3 meses. Sigue “encaminando” la vida de su hijo por la senda de su ilusión: a los 14 años lo manda a Buenos Aires para que se prepare  en la “crema y nata” del futbol latinoamericano. El muchachito “intenta” ser beisbolista pero rápidamente “se le corrige” su tendencia. Los resultados están a la vista. Falcao destacadísimo, logra triunfos memorables, le da gloria y prestigio a su padre, al país y a él mismo. Gana dinero  y el éxito le sonríe. Todo está a pedir de boca, pero… ¿Qué es lo “malo” en la vida de Falcao? ¿Dónde está la explicación para su “mal momento”? Estuvo a punto de lograrlo todo: Mundial, Real Madrid, contratos millonarios, fama. Pero se dio un “frenazo”. Coincidencialmente, cuando Falcao se convierte en padre de su hija,  empiezan las frustraciones. El accidente llega, la zancadilla se da y él tiene una mala caída.  

En la vida de Falcao existe algo elemental, simplísimo si se quiere, que sucede también en la vida de otros deportistas. El no elige ser futbolista, él no tiene la opción de decidir si lo quiere hacer. Está cumpliendo el sueño de su padre. Que pudo coincidir con él, sí, pero se le negó la opción de elegir. Muchos padres “explican” que ellos quieren “lo mejor” para sus hijos. “Esta empresa será para ti”, “este consultorio lo heredará mi hija”, deseos paternos que se trasladan a los hijos. Allí empieza la dificultad porque no hay elección posible. Para rematar, colocarle el nombre de alguien “conocido” al hijo es transmitirle energéticamente esa historia para que la “cargue” quitándole, otra vez, opciones de vida. La lealtad con el ancestro le anula posibilidades. ¿Cuántas veces lloraría Falcao en Buenos Aires “deseando” tener una adolescencia normal al lado de los suyos y no teniendo que convertirse en un “pichón” de futbolista para cumplir el sueño paterno?

Cuando Falcao es padre, se le “atranca” la vida. La identificación con un padre que inconscientemente (leyó bien, inconscientemente) rechaza hace que empiecen a salir los fantasmas de la rabia, la frustración e impotencia. El se pone la zancadilla porque no puede identificarse con el padre. Y para rematar en el Manchester tiene un padre autoritario e imponente (¿le recuerda algo?) con el que no hace buenas migas: le puede estar pasando “la cuenta de cobro” que no le manifestó nunca a su progenitor. Para un niño es angustiante “defraudar” a sus padres. Muchos (¿conoce a alguien?) optan por continuar el deseo paterno antes de decidirse a elegir el propio,  por temor a ir en contravía de quienes “tanto lo quieren”. Los nuevos enfoques psicológicos dan opciones para quienes intentan mirar diferente cuando no logran explicaciones racionales a su situación.  El pasado no se cambia pero se  “sana” haciendo conciencia del malestar, la impotencia o la rabia No es fácil aceptarlo pero la ignorancia no puede cerrar puertas a un mejor futuro.

martes, 3 de marzo de 2015

La Mujer y el Patriarca

María del Pilar Hurtado tiene la oportunidad de mostrar qué tanto las mujeres pueden construir independencia y autonomía frente al mundo patriarcal. Ella, (es posible que ni siquiera lo sospeche) en esta semana que se celebra el día internacional de la mujer, puede dar una lección a miles de mujeres en cualquier actividad en que se desempeñen, de que un patriarca no tiene por qué manejar sus vidas. No debe ser sólo coincidencia que sea en esta semana cuando una mujer tenga que enfrentarse al “padre patriarcal” y decidir hablar. Decidir si enfrenta al poder, si se valora como ser humano y desmitifica al poderoso, o si calla y su proceso interior de “pobrecita” o dependiente o insegura, la hará silenciarse sobre una verdad que cada vez es mas obvia. Pero se necesita su palabra. Su palabra de mujer frente a la figura del patriarca. Eso no la exime de responsabilidad por su falta pero si devela, otra vez, cómo las estructuras del poder se mueven también pasando por la estructura de géneros. Manipular, aplastar, utilizar, lenguaje absolutamente patriarcal. Bernardo Moreno es hombre pero también tendrá el mismo dilema frente al poder del “patriarca”. Hablar o silenciar por miedo, respeto, endiosamiento, complicidad. El poder del padre en las esferas del poder y de las relaciones quedará en evidencia para saber si estamos construyendo una mentalidad de valoración de hijos e hijas que “crecen” y pueden atreverse a cuestionar a quien ha abusado de su poder e influencia. Las mujeres aquí y en el mundo, por amor, por miedo, por dependencia, por inseguridad, hemos construido una idolatría alrededor del patriarca. El lo podía todo…Lentamente también se desmitifica al hombre padre atropellador.
No en vano el día internacional de la Mujer se institucionalizó para crear conciencia sobre la forma como las mujeres eran manipuladas por una estructura de poder aplastante. El machismo, hijo del patriarcado, hace de las suyas en muchas esferas del comportamiento humano. Es frente a la mujer, los débiles, los niños y niñas, los animales, donde el hombre-patriarca acrecienta su poder y su violencia. Es hora de caer en cuenta y reaccionar.
Por eso es necesario que “las chuzadas” tengan un desenlace. ¡Y responsables! Pareciera que estuviéramos viviendo una novela por entregas, sabiendo ya el final de la película. No se pronuncia el nombre pero el silencio es atronador. Desde esa ausencia de palabras por todo lado brinca la respuesta. El nombre no nombrado aparece en el silencio de cada información, de cada posible interpretación. Llegar a las entrañas de la verdad, independiente de las sanciones, organiza la mente, aquieta las emociones y quién lo creyera, produce compasión. Porque cuando se observa al individuo o individuos que han cometido la falta y que han intentado ocultarlo, cuando se conoce la verdad, inmediatamente se produce una descarga energética. No siempre se quiere venganza. No siempre hay la necesidad de pasar las “facturas pendientes”. No. El observar al poderoso o intocable, al que ha manejado la ley a su antojo, al patriarca, verlo sometido, pillado en su propia falta, es ya de por si reparador. Pero no porque esté derrotado sino por el hecho de colocar las cosas en un orden y aceptar que nadie escapa a la Ley. Este proceso es necesario, como quien hace una catarsis.
Y es la semana para marchar por la vida. Decidir si en Colombia la vida se convierte en sagrada, si se convierte en el “valor” mas importante de todos cuantos existen. Intentar deponer el odio, la intolerancia para construir convivencia donde la vida sea sagrada. Esto no significa silencio, ni complicidad. Se necesita la palabra que marque la diferencia entre diversas opiniones pero no existirá ninguna que pueda violentar la Ley y atropellar a nombre de su poder y su voluntad. En definitiva, es la derrota del mundo patriarcal para dar paso al mundo de la equidad.