Dios pareciera ser como un caucho: se estira para un lado y para otro, se jala para adaptarlo a una teoría, otros lo aprovechan para explicar sus creencias, hay quienes lo tienen como parapeto para atacar a un contrincante y hay quienes lo consideran su adalid para justificar su visión del mundo… en fin Dios ha dado para todo. DE acuerdo a lo que cada uno cree, “usa” el nombre de Dios para su beneficio lo que lleva a la conclusión de que Dios es camaleónico. ¡Para todo sirve! En Colombia, la semana anterior tres circunstancias nacionales fueron interpretadas utilizando el nombre de Dios. Cualquiera podría concluir que es “aliado” de ciertas causas (¿cuáles?) y enemigo de otras. Pero ¿quién es su vocero? ¿Quién se arguye el poder de “interpretarlo” y reconocerlo como aliado personal? Bueno, allí está uno de las grandes consecuencias de la diferencia entre religión y espiritualidad. Por causas religiosas nos hemos asesinado más que por cualquier otra razón. Los que tienen religión lo “usan” a su amaño para quedar bien, tener la razón y no perder. Los que manejan espiritualidad lo respetan porque saben que Dios no es un caucho y no se puede adaptar arbitrariamente a la creencia “conveniente”.
El Procurador no fue elegido en ese cargo para representar al catolicismo. Como tampoco fue elegido para que hiciera la apología del Santa Fé, ni del partido conservador, ni de los que les gusta la arepa de huevo. Fue elegido para representar al estado colombiano que es laico y por lo tanto debe respetar la función para la que fue nombrado. Tiene todo el derecho a seguir sus creencias personales. Pero lo que no puede hacer es ocupar el cargo con visión católica. Primero es colombiano que cristiano. Y si sus reservas morales lo iban a colocar en contradicción, no debió aceptar porque no lo eligieron representante de los católicos sino de un estado laico. Entonces señor Procurador respetar a colombianos y colombianas es guardarse sus creencias y obrar de acuerdo a la Ley. La Iglesia Católica tiene todo el derecho de protestar…ni más faltaba. Son una ideología religiosa y como tal válida. Pero son sólo una de las muchas ideologías religiosas y no pueden imponerse como totalidad. Entonces, la mal llamada cátedra del aborto debe darse porque nuestros jóvenes necesitan información, independiente de que crean o no en Dios. Además, para completar, no puede limitarse a ser una cátedra para mujeres: ¿quién dijo que las adolescentes se embarazan solas? La información sexual no puede seguir dependiendo ni de conceptos machistas ni de conceptos religiosos. Aquí si se requiere un verdadero cambio de creencias. Hay que dejar a Dios en paz…Y otro que utilizó a Dios “a su amaño” fue el Presidente Uribe. Será elegido nuevamente si primero, el referendo, segundo el pueblo y tercero, Dios quieren. Para Uribe ¡Dios es uribista! O sea que si gana ¿Dios desaprobó a los no reeleccionistas y lo eligió a él como su aliado? ¿Hasta allá llega nuestro ego y prepotencia de creer que Dios “es de los nuestros” porque las situaciones se dan de una manera y no de otra? Utilizar a Dios en estos términos es una forma abusiva de creerse superior y de que mi pensamiento fue “bendecido” por El, mientras reprueba la diferencia de criterios. No tengo la suficiente fuerza interior y entonces “hecho mano” de su poder para sentirme su protegido. Definitivamente se les cruzaron los cables a los hombres que detentan poder en Colombia para justificar sus creencias.
jueves, 29 de octubre de 2009
lunes, 19 de octubre de 2009
Magia y Conciencia
¿Cómo le asusta a la mente racional todo lo que tiene que ver con la magia, lo esotérico y lo sobrenatural? ¡Cómo es de temerosa la mente cuando no tiene el control total de lo que aborda! Definitivamente la razón abrió muchas puertas en el desarrollo humano pero su rigidez, al no aceptar sino aquello que podía comprobar con sus propios métodos, le castró multitud de opciones de vida, plenitud y conciencia. ¿Sabía usted por ejemplo, que la palabra conciencia no existía en los libros de los científicos? “Cuando tenía 15 años, dándome cuenta de que necesitaba saber acerca de la conciencia, me precipité hacia una biblioteca de biología para buscar información en el libro de texto más intenso que pudiera encontrar. Para mi sorpresa no constaba en el índice: la palabra más cercana que pude encontrar fue “inconsciencia”. En ningún lugar se mencionaba la conciencia como entidad. Niveles de alerta, sí, pero no “conciencia”. Había buenas descripciones de la neurona y su funcionamiento pero ninguna mención de la conciencia(…) En 1930 al preguntarse cómo surge la conciencia se dijo “mas vale poner el dedo en los labios y permanecer en silencio”. Las anteriores palabras son del doctor Peter Fenwick con miles de títulos y especializaciones, profesor de Neurofisiología en el Hospital de Radcliffe en Oxford, con trabajos sobre estados alterados de conciencia, experiencias cercanas a la muerte. Como quien dice no es ningún “pintado en la pared”. Y las preguntas que él se hace sobre el cerebro (¿allí es donde “queda” la mente racional?) son las que se hacen muchas personas de pensamiento abierto, donde no temen encontrarse con preguntas sin respuesta “científica” para acercarse a otras opciones que aportan luces y sabiduría.
La razón y la ciencia se aliaron, dejando por fuera lo que no pudieran “probar”. Y claro, todo “lo nuevo” o diferente genera resistencia. Me da mucha pena con el psicólogo que respondió que él NUNCA había tenido pacientes con posesiones, estados alterados de conciencia o situaciones donde “los tests científicos” no le hubieran dado respuesta. Qué pena porque lo que se ha perdido acerca del contacto con los seres humanos es inmenso. Y no es que “me alegre” por el sufrimiento de las personas, pero si alguna profesión genera comprensión, tolerancia y apertura hacia la condición humana es la psicología. Cuando la mente está abierta las nuevas miradas permiten el despertar de la conciencia. Y es la conciencia la que encuentra otras dimensiones desconocidas para la ciencia porque ésta no puede probar lo que está por encima de sus métodos. Muy cerca de la conciencia, ligada con ella, está la magia, todo aquél potencial de los humanos que existe y logra resultados increíbles. La magia es tan vieja como la humanidad porque significa “el arte de realizar cosas maravillosas en contra de las leyes naturales por medio de ciertos actos o con la intervención de espíritus”. Magia y conciencia, caminos para llegar a una comprensión del ser humano por “encima” de la razón y de la ciencia tradicional, pero no por ello menos valederos. Por el contrario cada vez existen más testimonios sobre situaciones que “escapan” a la razón inicialmente pero que luego la ciencia “obligada” debe reconocer. Es como si la razón y la ciencia estuvieran relegadas e insistieran en su estrechez de criterio mientras la sabiduría brota de otras fuentes que todavía no son denominadas científicas. Magia y conciencia, sólo para quienes no tienen miedo.
La razón y la ciencia se aliaron, dejando por fuera lo que no pudieran “probar”. Y claro, todo “lo nuevo” o diferente genera resistencia. Me da mucha pena con el psicólogo que respondió que él NUNCA había tenido pacientes con posesiones, estados alterados de conciencia o situaciones donde “los tests científicos” no le hubieran dado respuesta. Qué pena porque lo que se ha perdido acerca del contacto con los seres humanos es inmenso. Y no es que “me alegre” por el sufrimiento de las personas, pero si alguna profesión genera comprensión, tolerancia y apertura hacia la condición humana es la psicología. Cuando la mente está abierta las nuevas miradas permiten el despertar de la conciencia. Y es la conciencia la que encuentra otras dimensiones desconocidas para la ciencia porque ésta no puede probar lo que está por encima de sus métodos. Muy cerca de la conciencia, ligada con ella, está la magia, todo aquél potencial de los humanos que existe y logra resultados increíbles. La magia es tan vieja como la humanidad porque significa “el arte de realizar cosas maravillosas en contra de las leyes naturales por medio de ciertos actos o con la intervención de espíritus”. Magia y conciencia, caminos para llegar a una comprensión del ser humano por “encima” de la razón y de la ciencia tradicional, pero no por ello menos valederos. Por el contrario cada vez existen más testimonios sobre situaciones que “escapan” a la razón inicialmente pero que luego la ciencia “obligada” debe reconocer. Es como si la razón y la ciencia estuvieran relegadas e insistieran en su estrechez de criterio mientras la sabiduría brota de otras fuentes que todavía no son denominadas científicas. Magia y conciencia, sólo para quienes no tienen miedo.
lunes, 5 de octubre de 2009
El Maleficio de Ronaldo
En el mes de la magia (y de las brujas) es interesante encontrarse con el artículo que cuenta que a Cristiano Ronaldo el jugador estrella del Real Madrid, aquel que llenó un estadio por el solo deseo de “verlo”, el hombre que se gana tres mil millones de pesos MENSUALES por jugar fútbol, ese hombre está embrujado y por lo tanto, no podrá terminar esta temporada. Según la información, el brujo español Pepe asegura que fue contratado por una mujer para volverlo “un jugador de cristal”. Es decir un hombre al que no lo pueden ni “tocar” en la cancha porque inmediatamente se quebrará. Está condenado a ser de cristal. Coincidencia o no, la maldición ya empezó a suceder y esta semana el jugador quedó por fuera de las canchas por un esguince en el tobillo.
Volvemos a preguntar: ¿existe la brujería? ¿Es válido creer en las alumbradas, los rezos, los amarres, las maldiciones y todo aquello que surge de manejar la denominada magia negra? (También existe la magia blanca, aquella que no busca hacer el mal sino lo que se pretende es influenciar para que los hechos estén a nuestro favor.) Pero la magia negra, con todo su poder, está allí para ser creída, para ser respetada y sobre todo para ser temida. Porque por más que los racionales le hagan pistola creyendo que no pasa de ser sugestión, es obvio que sus efectos se palpan y se perciben. Claro, sucede igual que con las enfermedades. Hay personas con defensas mucho más fuertes a las que no se les pegan. Y otras, más frágiles, con defensas bajitas, a las que sí les llega cualquier virus por inocuo que sea. Igual con la brujería. La brujería es el manejo de la energía, lo mismo que la sanación, el reiki o cualquier otro instrumento energético que influye en el comportamiento. Creo que no existe profesional de la Psicología o de la Psiquiatría a quién no se le haya presentando algún paciente o embrujado o poseído. Mucho de estos casos se confunden con psicosis cuando sería pertinente remitirlos a personas especializadas en “sanar” estas situaciones. Para las posesiones también hay especialistas que “limpian” al poseído en forma amorosa tanto para la posesión como para el que la padece. Y en cuanto a la brujería se dan seres capacitados que practican la “contra” de la maldición. Los hechos deben contrarrestarse con elementos de las mismas condiciones.
La brujería existe. Las historias de hombres alumbrados, “encoñados”, de mujeres a las que “secan” por venganza, de empresas u organizaciones que quiebran ante las malas rachas, de familias o hijos que heredan las maldiciones hechas a sus padres, son demasiado contundentes como para dudar de su existencia. Pero esto no significa el final: hay manera de revertirlo. Lo importante es detectar la situación para contrarrestarla. A Ronaldo le han surgido cientos de brujos y brujas voluntarias que están dispuestas a “protegerlo” ofreciéndole curas. De alguna manera la brujería intenta ser un poder para quienes han perdido sus poderes de seducción, venganza, odio, rencor, resentimiento, posesividad, amor. No les queda más que “utilizar” las fuerzas de la energía para conseguir su propósito. Porque con la misma energía que se cura también se daña. La intención modifica el efecto de la onda energética. Imposible esperar que toda esa fuerza (casi que desconocida) no esté allí, al servicio de los seres humanos. ¿Cómo se utiliza? He allí el límite entre lo ético y lo perverso.
Volvemos a preguntar: ¿existe la brujería? ¿Es válido creer en las alumbradas, los rezos, los amarres, las maldiciones y todo aquello que surge de manejar la denominada magia negra? (También existe la magia blanca, aquella que no busca hacer el mal sino lo que se pretende es influenciar para que los hechos estén a nuestro favor.) Pero la magia negra, con todo su poder, está allí para ser creída, para ser respetada y sobre todo para ser temida. Porque por más que los racionales le hagan pistola creyendo que no pasa de ser sugestión, es obvio que sus efectos se palpan y se perciben. Claro, sucede igual que con las enfermedades. Hay personas con defensas mucho más fuertes a las que no se les pegan. Y otras, más frágiles, con defensas bajitas, a las que sí les llega cualquier virus por inocuo que sea. Igual con la brujería. La brujería es el manejo de la energía, lo mismo que la sanación, el reiki o cualquier otro instrumento energético que influye en el comportamiento. Creo que no existe profesional de la Psicología o de la Psiquiatría a quién no se le haya presentando algún paciente o embrujado o poseído. Mucho de estos casos se confunden con psicosis cuando sería pertinente remitirlos a personas especializadas en “sanar” estas situaciones. Para las posesiones también hay especialistas que “limpian” al poseído en forma amorosa tanto para la posesión como para el que la padece. Y en cuanto a la brujería se dan seres capacitados que practican la “contra” de la maldición. Los hechos deben contrarrestarse con elementos de las mismas condiciones.
La brujería existe. Las historias de hombres alumbrados, “encoñados”, de mujeres a las que “secan” por venganza, de empresas u organizaciones que quiebran ante las malas rachas, de familias o hijos que heredan las maldiciones hechas a sus padres, son demasiado contundentes como para dudar de su existencia. Pero esto no significa el final: hay manera de revertirlo. Lo importante es detectar la situación para contrarrestarla. A Ronaldo le han surgido cientos de brujos y brujas voluntarias que están dispuestas a “protegerlo” ofreciéndole curas. De alguna manera la brujería intenta ser un poder para quienes han perdido sus poderes de seducción, venganza, odio, rencor, resentimiento, posesividad, amor. No les queda más que “utilizar” las fuerzas de la energía para conseguir su propósito. Porque con la misma energía que se cura también se daña. La intención modifica el efecto de la onda energética. Imposible esperar que toda esa fuerza (casi que desconocida) no esté allí, al servicio de los seres humanos. ¿Cómo se utiliza? He allí el límite entre lo ético y lo perverso.
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