viernes, 28 de julio de 2017

jueves, 27 de julio de 2017

miércoles, 26 de julio de 2017

martes, 25 de julio de 2017

Beso robado.


¿Y si todos “robáramos” besos, usted a quien se lo “robaría”? ¿Le gustaría que le robaran ese beso o se sentiría invadido? ¿Qué asco las babas de un desconocido? ¿Son comprometedores los besos robados? ¿Quién es mas “culpable” en el beso robado: el que lo roba o el que se lo deja robar? El asunto se puso interesante y qué chévere que estemos hablando de besos robados, a nombre del amor, la publicidad, emociones elementales, o la motivación que sea. Pero besos robados no balas perdidas o asesinatos por barras bravas o twiters incendiarios. El cambio del chip no es potestad del gobierno, ni de los partidos políticos. Así como cada quien puede decidir qué come para alimentar su cuerpo, cada quien decide de qué se nutre para respirar armonía. Entonces, los besos robados son un buen tema para oxigenar el ambiente.

Pero claro, es diferente ser protagonista del beso robado, a ser espectador del mismo. Y mas, si se tiene una relación con los “actores” del hecho. A Claudia Elena Vásquez no le debió “llamar la atención” la cara de estúpido o atontado o impactado que tuvo su marido Carlos Vives después de que la mujer se le abalanzó. Además él no hizo ni el menor amague para separarla. Por el contrario, lo permitió y lo permitió… y hubo que venir al rescate (¿de quien?) para separarlos. Es imposible no sentir algo frente a un hecho que por mas impactante y sorpresivo que sea, se “siente” en el cuerpo, conecta hormonas y produce emociones. A la muchacha “atrevida” dizque se le está acabando el matrimonio y a Vives “algo” le debieron decir en su casa. Es lo menos que merece. ¿Usted le diría algo?

Vimos a los protagonistas disfrutando de su momento (o actores ¿lo montaron a propósito?) pero qué produce  este hecho en los que han retwitiado el incidente. ¿Envidia? ¿Molestia? ¿Risa? ¿Sorpresa? Sin embargo hay un trasfondo, siempre lo hay y vale la pena analizarlo. No puede negarse que un beso robado es un acto de agresión contra una persona que no participa del hecho y que la toma por sorpresa. Es un atrevimiento que puede terminar siendo agradable pero que bordea los límites de la ofensa. En definitiva es robado porque no se da voluntariamente. Es agresivo porque ni pide permiso ni tiene consentimiento. Y puede fastidiar. En un tema como el amor o la sexualidad es tan pero tan importante el consentimiento, la aceptación de lo que la otra persona desea hacer con nuestro propio cuerpo. Hay sorpresas agradables sí, pero hay descaches absolutos con lo sorpresivo. Y antes de causar una agresión, vale la pena preguntar e indagar. Se pierde parte de la espontaneidad pero se evitan incidentes que dejan huella para toda la vida. Las sorpresas amorosas no siempre son bien recibidas porque suponemos que el otro u otra es “como yo” y lo podría disfrutar como yo lo haría. Pero el otro u otra es diferente y puede experimentar “la sorpresa” con una cara de asombro que acaba con cualquier ilusión o entusiasmo.  En nuestra cultura se ha privilegiado en exceso la espontaneidad pero déjeme decirle que también es la responsable de baldados de agua fría difíciles de olvidar. El respeto por el otro no puede llevarnos a privilegiar mi sentir sin calcular la forma en que el otro recibe las muestras de afecto. Tema difícil de vivenciar y mucho mas fácil de presenciar.


Gloria H. #GloriaHRevolturas

lunes, 24 de julio de 2017

viernes, 21 de julio de 2017

miércoles, 19 de julio de 2017

martes, 18 de julio de 2017

Entre Uribe y Samper Ospina...


No, no me ha gustado el humor de Daniel Samper Ospina. De tiempo atrás he sido crítica de su manera de burlarse de las personas a través de sus columnas. De reírse de los defectos de los famosos, que por ser famosos no significa que no tengan autoestima y por lo mismo no evalúa qué tanto daño pueden causarle sus palabras a su identidad. Hay algunos textos que son apologías memorables de burla y ridiculización. Las comparaciones son de una agresión absoluta.  Pedimos a gritos que los muchachos no hagan bulling en los colegios, pero desde una columna como la de Samper Ospina hay un bulling constante para muchas personas. ¿Cuál es el límite para ese humor negro? Difícil marcarlo. Francia lo vivió en carne viva desde las caricaturas de  Charlie Hebdo. Le costó la vida a varios periodistas. La libertad de expresión no puede ser ilimitada… No existe nada, absolutamente nada, en la condición humana, que no tenga que “obedecer” a unos límites elementales de contención. Lentamente estamos aprendiendo que “todo” o cualquier cosa no se puede decir, como si nada. Que hay un receptor que puede ofenderse. Que tener una opinión no da autorización para “vomitarla” en cualquier lugar. Los casos actuales de los senadores Jorge Enrique Robledo y Claudia López están sirviendo de alerta. Han tenido que rectificar lo que han dicho. Pero y ¿la libertad de expresión que? ¿Cuándo si y cuándo no mi opinión personal puede ser vomitada?

Aquí está la prueba. Daniel Samper Ospina lo vive en carne propia, le están aplicando su misma medicina. Interpretar los hechos como “me de la gana”. Hace bastante no lo leo porque no “lo soporto” pero para mi es “inolvidable” su comparación del exministro Arias con un pitbull. Si, algo va de una comparación odiosa a una afirmación de “violador de niños” pero entonces ¿dónde queda la cacareada libertad de expresión ilimitada? ¿Dónde está el derecho a “decir todo lo que se me ocurra”? En el caso de Alvaro Uribe y Samper Ospina estamos “padeciendo” las consecuencias de no poner alguna forma de contención porque “la libertad de expresión todo lo justifica”. A Alvaro Uribe se le fue el dedo, pero es hora también de evaluar si a su contradictor también en otras ocasiones, no se le ha ido el lápiz. Alvaro Uribe interpretó a su manera, desde lo que él es y lee, las columnas de Samper. El problema está en que pareciera que no existe ninguna forma de contención a todo lo que Uribe trina. Que desde su prepotencia tuviera licencia para vomitar lo que se le antoje. ¿Pero Samper también puede escribir lo que se le ocurra? El problema lo dejamos  “sólo” entre Uribe y Samper o revisamos entre todos, hasta qué punto hay derecho a interpretar y vomitar lo que se quiera. ¿Con humor y cinismo podríamos concluir  “entre Uribe y Samper que entre el diablo y escoja”? Porque ambos son víctimas de su propia desfachatez. O cabe reflexionar en forma adulta y decidirnos por la máxima filosófica universal, aplicable a cualquier circunstancia “no hagas a otro lo que no quisieras que te hicieran a ti”. Es la única forma elemental y equilibrada de encontrar la medida para este desborde de insultos y atropellos. Los defensores de la libertad ilimitada de expresión se encontraron con una piedra. Pero los de “la rabia en el corazón” también hoy tropezaron con un escollo.

Gloria H. @Revolturas 

lunes, 17 de julio de 2017

viernes, 14 de julio de 2017

jueves, 13 de julio de 2017

miércoles, 12 de julio de 2017

martes, 11 de julio de 2017

¿Y cómo lo hace?


Esta mañana escuché la noticia y sentí el peso del absurdo. La policía de Bogotá encontró a 5 niños solos, en un cuarto, “al mando” de su hermana mayor de 13 años. Las edades son 11, 9, 7, 4 y 2. Preguntando por sus padres, la niña grande respondió: “papá nos dejó y mi mamá está trabajando en una bodega”. La policía junto a ICBF optaron por llevarse los niños a un hogar de paso mientras esperaban que la madre se presentara. Doce horas después llegó la señora. La denuncia de abandono la colocó el dueño del cuarto que la madre había alquilado para ella y sus hijos.

Sí, comenzará un proceso y posiblemente se los “quiten”. Posiblemente la censuren por el abandono a sus hijos. Muy posiblemente le den lecciones de maternidad y responsabilidad. Le harán ver el inmenso compromiso que tiene con esos niños y los riesgos a los que los expone al dejarlos solos. Muy seguramente la “castiguen” por su actitud “despreocupada” y socialmente sea catalogada como una “mala madre”. Pero, alguien me puede explicar ¿cómo hace una familia como estas para sobrevivir? ¿Cómo mantiene esta señora a sus hijos sino “los abandona” para ir a trabajar? Claro, la hermana mayor “ni soñar” con que pueda ir a estudiar. Ella es una madre “sustituta” y ya tiene la carga de sus hijos- hermanos y desde ya también deberá entender y sentir que la vida de una mujer es “eso”, sacrificarse por otros, renunciar a sus sueños y esperar que “aparezca” un príncipe azul que la “libere” de la carga. Ingenua ella, posiblemente lo que hará es “agrandarle” la responsabilidad con mas bocas que cuidar. A nombre claro del amor o de algo “parecido” al amor.

Pero no hay educación, ni planificación familiar, ni autorización para abortos cuando suceden “accidentes” desde la ignorancia. Mujeres como estas “atrapadas” por sus hijos porque alguna vez desearon tener un poco de placer, o de ilusión o de fantasía (o todas las anteriores) y se acostaron con un macho tan infantil como ellas y engendraron hijos. ¿Qué sigue? ¿Cómo detener esta cadena de absurdos?  Es entonces cuando vale preguntar por la “linda” maternidad que vende la cultura occidental, donde los niños, rollizos y sonrientes, “engrandecen” la vida de la mujer y la hacen sentirse orgullosa de su destino y de su misión. ¿Será que sí? ¿Usted cree que la mamá de estos niños puede atisbar de pronto lo que quiere decir felicidad, realización, optimismo, expectativas para el futuro? ¿Usted cree que la imagen idealizada de la maternidad es una idea que debe seguir fomentándose como el paradigma de realización femenino? ¿Cuántas mujeres como estas hay en Colombia? ¿Cuántas familias como estas se multiplican en nuestro país, para “honrar” la moral y las buenas costumbres?

Mientras nuestra cultura siga creyendo que el ideal femenino es la maternidad y además castigue socialmente a la mujer que no desee perpetuar este modelo, o la censure por ser “mala madre” y tener intereses personales o necesidades básicas diferentes, tendremos situaciones como estas en todo el país. ICBF se seguirá llenando de hijos “abandonados”, no reconocidos o no adoptados, cuyo futuro depende de lo que el Estado haga por ellos. La maternidad como ideal de vida femenino necesita una revisión. O usted tiene respuesta concreta para la “mala” madre de los 5 hijos de Bogotá.

Gloria H. @Revolturas


lunes, 10 de julio de 2017

viernes, 7 de julio de 2017

jueves, 6 de julio de 2017

miércoles, 5 de julio de 2017

martes, 4 de julio de 2017

In-consciencia


Francisco Piedrahita, rector del ICESI, en su discurso de grado de este año, hizo una valoración sorprendente de las emociones por encima si se quiere de la razón. Y lo señalo como sorprendente porque Pacho Piedrahita ha sido un hombre tenazmente racional. Leer sus palabras es gratificante porque pareciera como si el mundo intelectual  empezara a desmitificar el imperio de la razón. No para desprestigiarlo sino para ubicarlo en el nivel que corresponde. Años de historia considerando a la razón como lo mas valioso de la condición humana parece que estuvieran terminando. En busca, claro, de un equilibrio. La nueva mirada “primero sentimos y luego razonamos” ¿qué tan cierta es?

La inteligencia ha mandado la parada y ¡de qué manera! Las pruebas hablan de la asombrosa inteligencia de Donald Trump, cuyo coeficiente intelectual de 152 es el mas alto entre los presidentes de USA. Obama “sólo” llega a 140. De allí para abajo están el resto de exmandatarios. Hoy, de acuerdo a lo que estamos viviendo, ¿queremos seguir fomentando la inteligencia como el valor primordial para un ser humano? ¿Queremos seguir educando hijos e hijas inteligentes? ¿Queremos seguir evaluando a los seres humanos por su CI? ¿Una mente inteligente lleva cosida a la razón un comportamiento ético o integral? ¿Seres inteligentes son sinónimo de seres coherentes?

Se habla entonces de emociones como también de razón (o inteligencia) pero sigue existiendo un vacío: no se habla de conciencia. ¿Qué es conciencia? ¿Dónde se ubica la conciencia? Pensadores, filósofos y psicólogos, en todas las épocas, han hablado de niveles de conciencia. Ken Wilber, vivo, moderno y actual lo expresa en forma precisa. Podría hacerse un paralelo con el desarrollo del niño: su construcción empieza con una mirada egocéntrica, totalmente justificable, hasta que va desarrollando, etapa tras etapa, su capacidad de integrarse al mundo. Lo mismo sucede con los seres humanos, con las comunidades y con los pueblos, que de acuerdo a su evolución, tienen comportamientos mas conscientes, mas integrales y mas coherentes. O, por el contrario, su elementalidad puede llevar a actitudes como las del estado islámico cuyo nivel de violencia es inconcebible para otros niveles de conciencia. Para ellos es perfectamente justificable. Aún mas, necesario.

Los  niveles de conciencia muestran que los humanos no hacemos lo mismo, no tenemos iguales intenciones, ni estamos montados en el mismo bus. La evolución marca la diferencia. Son necesarios “representantes” de todos los niveles para poder aprender. Igualarnos es una utopía.  Lo valioso es tratar de que cada día mas personas “superen” el kínder de la conciencia, para escalar otros grados donde la coherencia guíe nuestro actuar. Para despertar conciencia no es indispensable ser profesional, ni tener carro, ni ser jefe, ni pertenecer a determinado estrato social. “Solo” caer en la cuenta de lo que se vive. No mas “modo automático” donde no me doy cuenta ni de lo que digo, ni lo que hago ni como actúo. No es fácil porque la conciencia no está en la mente y menos en la inteligencia. A menudo sucede que sólo hay interés por la conciencia cuando algo golpea o no se encuentran respuestas ni en la inteligencia ni en la razón.  Aparecen entonces atisbos de conciencia.

Gloria H. @Revolturas