lunes, 31 de julio de 2017
viernes, 28 de julio de 2017
jueves, 27 de julio de 2017
miércoles, 26 de julio de 2017
martes, 25 de julio de 2017
Beso robado.
¿Y si todos “robáramos” besos, usted a quien se lo “robaría”? ¿Le
gustaría que le robaran ese beso o se sentiría invadido? ¿Qué asco las babas de
un desconocido? ¿Son comprometedores los besos robados? ¿Quién es mas
“culpable” en el beso robado: el que lo roba o el que se lo deja robar? El
asunto se puso interesante y qué chévere que estemos hablando de besos robados,
a nombre del amor, la publicidad, emociones elementales, o la motivación que
sea. Pero besos robados no balas perdidas o asesinatos por barras bravas o
twiters incendiarios. El cambio del chip no es potestad del gobierno, ni de los
partidos políticos. Así como cada quien puede decidir qué come para alimentar
su cuerpo, cada quien decide de qué se nutre para respirar armonía. Entonces,
los besos robados son un buen tema para oxigenar el ambiente.
Pero claro, es diferente ser protagonista del beso robado, a ser
espectador del mismo. Y mas, si se tiene una relación con los “actores” del
hecho. A Claudia Elena Vásquez no le debió “llamar la atención” la cara de
estúpido o atontado o impactado que tuvo su marido Carlos Vives después de que
la mujer se le abalanzó. Además él no hizo ni el menor amague para separarla.
Por el contrario, lo permitió y lo permitió… y hubo que venir al rescate (¿de
quien?) para separarlos. Es imposible no sentir algo frente a un hecho que por
mas impactante y sorpresivo que sea, se “siente” en el cuerpo, conecta hormonas
y produce emociones. A la muchacha “atrevida” dizque se le está acabando el
matrimonio y a Vives “algo” le debieron decir en su casa. Es lo menos que
merece. ¿Usted le diría algo?
Vimos a los protagonistas disfrutando de su momento (o actores ¿lo
montaron a propósito?) pero qué produce este
hecho en los que han retwitiado el incidente. ¿Envidia? ¿Molestia? ¿Risa?
¿Sorpresa? Sin embargo hay un trasfondo, siempre lo hay y vale la pena analizarlo.
No puede negarse que un beso robado es un acto de agresión contra una persona
que no participa del hecho y que la toma por sorpresa. Es un atrevimiento que
puede terminar siendo agradable pero que bordea los límites de la ofensa. En
definitiva es robado porque no se da voluntariamente. Es agresivo porque ni
pide permiso ni tiene consentimiento. Y puede fastidiar. En un tema como el
amor o la sexualidad es tan pero tan importante el consentimiento, la
aceptación de lo que la otra persona desea hacer con nuestro propio cuerpo. Hay
sorpresas agradables sí, pero hay descaches absolutos con lo sorpresivo. Y
antes de causar una agresión, vale la pena preguntar e indagar. Se pierde parte
de la espontaneidad pero se evitan incidentes que dejan huella para toda la
vida. Las sorpresas amorosas no siempre son bien recibidas porque suponemos que
el otro u otra es “como yo” y lo podría disfrutar como yo lo haría. Pero el
otro u otra es diferente y puede experimentar “la sorpresa” con una cara de
asombro que acaba con cualquier ilusión o entusiasmo. En nuestra cultura se ha privilegiado en
exceso la espontaneidad pero déjeme decirle que también es la responsable de
baldados de agua fría difíciles de olvidar. El respeto por el otro no puede
llevarnos a privilegiar mi sentir sin calcular la forma en que el otro recibe
las muestras de afecto. Tema difícil de vivenciar y mucho mas fácil de
presenciar.
Gloria H. #GloriaHRevolturas
lunes, 24 de julio de 2017
viernes, 21 de julio de 2017
miércoles, 19 de julio de 2017
martes, 18 de julio de 2017
Entre Uribe y Samper Ospina...
No, no me ha gustado el humor de Daniel Samper Ospina. De tiempo
atrás he sido crítica de su manera de burlarse de las personas a través de sus columnas.
De reírse de los defectos de los famosos, que por ser famosos no significa que
no tengan autoestima y por lo mismo no evalúa qué tanto daño pueden causarle sus
palabras a su identidad. Hay algunos textos que son apologías memorables de
burla y ridiculización. Las comparaciones son de una agresión absoluta. Pedimos a gritos que los muchachos no hagan
bulling en los colegios, pero desde una columna como la de Samper Ospina hay un
bulling constante para muchas personas. ¿Cuál es el límite para ese humor
negro? Difícil marcarlo. Francia lo vivió en carne viva desde las caricaturas
de Charlie Hebdo. Le costó la vida a
varios periodistas. La libertad de expresión no puede ser ilimitada… No existe
nada, absolutamente nada, en la condición humana, que no tenga que “obedecer” a
unos límites elementales de contención. Lentamente estamos aprendiendo que
“todo” o cualquier cosa no se puede decir, como si nada. Que hay un receptor
que puede ofenderse. Que tener una opinión no da autorización para “vomitarla”
en cualquier lugar. Los casos actuales de los senadores Jorge Enrique Robledo y
Claudia López están sirviendo de alerta. Han tenido que rectificar lo que han
dicho. Pero y ¿la libertad de expresión que? ¿Cuándo si y cuándo no mi opinión
personal puede ser vomitada?
Aquí está la prueba. Daniel Samper Ospina lo vive en carne propia,
le están aplicando su misma medicina. Interpretar los hechos como “me de la
gana”. Hace bastante no lo leo porque no “lo soporto” pero para mi es
“inolvidable” su comparación del exministro Arias con un pitbull. Si, algo va
de una comparación odiosa a una afirmación de “violador de niños” pero entonces
¿dónde queda la cacareada libertad de expresión ilimitada? ¿Dónde está el
derecho a “decir todo lo que se me ocurra”? En el caso de Alvaro Uribe y Samper
Ospina estamos “padeciendo” las consecuencias de no poner alguna forma de
contención porque “la libertad de expresión todo lo justifica”. A Alvaro Uribe
se le fue el dedo, pero es hora también de evaluar si a su contradictor también
en otras ocasiones, no se le ha ido el lápiz. Alvaro Uribe interpretó a su
manera, desde lo que él es y lee, las columnas de Samper. El problema está en
que pareciera que no existe ninguna forma de contención a todo lo que Uribe
trina. Que desde su prepotencia tuviera licencia para vomitar lo que se le
antoje. ¿Pero Samper también puede escribir lo que se le ocurra? El problema lo
dejamos “sólo” entre Uribe y Samper o
revisamos entre todos, hasta qué punto hay derecho a interpretar y vomitar lo
que se quiera. ¿Con humor y cinismo podríamos concluir “entre Uribe y Samper que entre el diablo y
escoja”? Porque ambos son víctimas de su propia desfachatez. O cabe reflexionar
en forma adulta y decidirnos por la máxima filosófica universal, aplicable a
cualquier circunstancia “no hagas a otro lo que no quisieras que te hicieran a
ti”. Es la única forma elemental y equilibrada de encontrar la medida para este
desborde de insultos y atropellos. Los defensores de la libertad ilimitada de
expresión se encontraron con una piedra. Pero los de “la rabia en el corazón”
también hoy tropezaron con un escollo.
Gloria H. @Revolturas
lunes, 17 de julio de 2017
viernes, 14 de julio de 2017
jueves, 13 de julio de 2017
miércoles, 12 de julio de 2017
martes, 11 de julio de 2017
¿Y cómo lo hace?
Esta mañana escuché la noticia y sentí el peso del absurdo. La
policía de Bogotá encontró a 5 niños solos, en un cuarto, “al mando” de su
hermana mayor de 13 años. Las edades son 11, 9, 7, 4 y 2. Preguntando por sus
padres, la niña grande respondió: “papá nos dejó y mi mamá está trabajando en
una bodega”. La policía junto a ICBF optaron por llevarse los niños a un hogar
de paso mientras esperaban que la madre se presentara. Doce horas después llegó
la señora. La denuncia de abandono la colocó el dueño del cuarto que la madre
había alquilado para ella y sus hijos.
Sí, comenzará un proceso y posiblemente se los “quiten”.
Posiblemente la censuren por el abandono a sus hijos. Muy posiblemente le den
lecciones de maternidad y responsabilidad. Le harán ver el inmenso compromiso
que tiene con esos niños y los riesgos a los que los expone al dejarlos solos. Muy
seguramente la “castiguen” por su actitud “despreocupada” y socialmente sea
catalogada como una “mala madre”. Pero, alguien me puede explicar ¿cómo hace
una familia como estas para sobrevivir? ¿Cómo mantiene esta señora a sus hijos
sino “los abandona” para ir a trabajar? Claro, la hermana mayor “ni soñar” con
que pueda ir a estudiar. Ella es una madre “sustituta” y ya tiene la carga de
sus hijos- hermanos y desde ya también deberá entender y sentir que la vida de
una mujer es “eso”, sacrificarse por otros, renunciar a sus sueños y esperar
que “aparezca” un príncipe azul que la “libere” de la carga. Ingenua ella,
posiblemente lo que hará es “agrandarle” la responsabilidad con mas bocas que
cuidar. A nombre claro del amor o de algo “parecido” al amor.
Pero no hay educación, ni planificación familiar, ni autorización
para abortos cuando suceden “accidentes” desde la ignorancia. Mujeres como
estas “atrapadas” por sus hijos porque alguna vez desearon tener un poco de
placer, o de ilusión o de fantasía (o todas las anteriores) y se acostaron con
un macho tan infantil como ellas y engendraron hijos. ¿Qué sigue? ¿Cómo detener
esta cadena de absurdos? Es entonces
cuando vale preguntar por la “linda” maternidad que vende la cultura
occidental, donde los niños, rollizos y sonrientes, “engrandecen” la vida de la
mujer y la hacen sentirse orgullosa de su destino y de su misión. ¿Será que sí?
¿Usted cree que la mamá de estos niños puede atisbar de pronto lo que quiere
decir felicidad, realización, optimismo, expectativas para el futuro? ¿Usted
cree que la imagen idealizada de la maternidad es una idea que debe seguir
fomentándose como el paradigma de realización femenino? ¿Cuántas mujeres como
estas hay en Colombia? ¿Cuántas familias como estas se multiplican en nuestro
país, para “honrar” la moral y las buenas costumbres?
Mientras nuestra cultura siga creyendo que el ideal femenino es la
maternidad y además castigue socialmente a la mujer que no desee perpetuar este
modelo, o la censure por ser “mala madre” y tener intereses personales o
necesidades básicas diferentes, tendremos situaciones como estas en todo el
país. ICBF se seguirá llenando de hijos “abandonados”, no reconocidos o no
adoptados, cuyo futuro depende de lo que el Estado haga por ellos. La
maternidad como ideal de vida femenino necesita una revisión. O usted tiene
respuesta concreta para la “mala” madre de los 5 hijos de Bogotá.
Gloria H. @Revolturas
lunes, 10 de julio de 2017
viernes, 7 de julio de 2017
jueves, 6 de julio de 2017
miércoles, 5 de julio de 2017
martes, 4 de julio de 2017
In-consciencia
Francisco Piedrahita, rector del ICESI, en su discurso de grado de
este año, hizo una valoración sorprendente de las emociones por encima si se
quiere de la razón. Y lo señalo como sorprendente porque Pacho Piedrahita ha
sido un hombre tenazmente racional. Leer sus palabras es gratificante porque pareciera
como si el mundo intelectual empezara a
desmitificar el imperio de la razón. No para desprestigiarlo sino para ubicarlo
en el nivel que corresponde. Años de historia considerando a la razón como lo
mas valioso de la condición humana parece que estuvieran terminando. En busca,
claro, de un equilibrio. La nueva mirada “primero sentimos y luego razonamos”
¿qué tan cierta es?
La inteligencia ha mandado la parada y ¡de qué manera! Las pruebas
hablan de la asombrosa inteligencia de Donald Trump, cuyo coeficiente
intelectual de 152 es el mas alto entre los presidentes de USA. Obama “sólo” llega
a 140. De allí para abajo están el resto de exmandatarios. Hoy, de acuerdo a lo
que estamos viviendo, ¿queremos seguir fomentando la inteligencia como el valor
primordial para un ser humano? ¿Queremos seguir educando hijos e hijas
inteligentes? ¿Queremos seguir evaluando a los seres humanos por su CI? ¿Una
mente inteligente lleva cosida a la razón un comportamiento ético o integral?
¿Seres inteligentes son sinónimo de seres coherentes?
Se habla entonces de emociones como también de razón (o inteligencia)
pero sigue existiendo un vacío: no se habla de conciencia. ¿Qué es conciencia?
¿Dónde se ubica la conciencia? Pensadores, filósofos y psicólogos, en todas las
épocas, han hablado de niveles de conciencia. Ken Wilber, vivo, moderno y
actual lo expresa en forma precisa. Podría hacerse un paralelo con el
desarrollo del niño: su construcción empieza con una mirada egocéntrica,
totalmente justificable, hasta que va desarrollando, etapa tras etapa, su
capacidad de integrarse al mundo. Lo mismo sucede con los seres humanos, con
las comunidades y con los pueblos, que de acuerdo a su evolución, tienen comportamientos
mas conscientes, mas integrales y mas coherentes. O, por el contrario, su
elementalidad puede llevar a actitudes como las del estado islámico cuyo nivel
de violencia es inconcebible para otros niveles de conciencia. Para ellos es perfectamente
justificable. Aún mas, necesario.
Los niveles de conciencia
muestran que los humanos no hacemos lo mismo, no tenemos iguales intenciones,
ni estamos montados en el mismo bus. La evolución marca la diferencia. Son
necesarios “representantes” de todos los niveles para poder aprender.
Igualarnos es una utopía. Lo valioso es
tratar de que cada día mas personas “superen” el kínder de la conciencia, para
escalar otros grados donde la coherencia guíe nuestro actuar. Para despertar
conciencia no es indispensable ser profesional, ni tener carro, ni ser jefe, ni
pertenecer a determinado estrato social. “Solo” caer en la cuenta de lo que se
vive. No mas “modo automático” donde no me doy cuenta ni de lo que digo, ni lo
que hago ni como actúo. No es fácil porque la conciencia no está en la mente y
menos en la inteligencia. A menudo sucede que sólo hay interés por la
conciencia cuando algo golpea o no se encuentran respuestas ni en la inteligencia
ni en la razón. Aparecen entonces
atisbos de conciencia.
Gloria H. @Revolturas
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