El miércoles anterior Colombia hizo una demostración palpable de
ignorancia. O como escribió Juan Esteban Constaín, mostró los efectos de lo que
produce un “pensamiento delirante”. Se lanzó un concepto, “cartillas que
promueven homosexualidad”, sintonizó con la desinformación colectiva, conectó
fantasmas religiosos, la agitaron sectores ultraconservadores e incultos y allí
está el resultado. Ignorancia rampante caminando por las calles, liderada –que
pena- por las Iglesias cristianas y católicas. Olvidan que hace siglos
condenaron a hombres a la hoguera porque se “atrevieron” a decir que la tierra
era plana… (que yo sepa, todavía no nos hemos caído de esta tierra redonda).
Fue la marcha de la ignorancia porque así no nos guste aceptarlo, no
nacemos con comportamientos de hombre y mujer. Tenemos el empaque (el cuerpo),
tema biológico, pero el contenido se construye, tema humano. No es ideología de
género: es ciencia y es realidad. Los seres humanos no somos sólo naturaleza,
ni nos guiamos únicamente por instinto como el reino animal. Todos los defensores de lo que “hace” la
naturaleza, tendrán que aceptar que el amor no pertenece al terreno de ella,
puesto que la naturaleza se agota en lo instintivo. El amor pertenece a la
construcción humana, un escalón mas arriba del terreno de la naturaleza, marcado
principalmente por el lenguaje y la historia. La caminata del miércoles fue la
expresión mas palpable de ignorancia y mentiras como tal vez nunca se había
registrado en Colombia. Alguien dijo que “afortunadamente” pudieron caminar,
expresarse y opinar. Es verdad, pero produce dolor qué tanta desinformación e
ignorancia deambulan por las calles. Y los hogares. Los colegios no sólo deben
educar estudiantes. Valdría la pena que le dieran “una manito” a los papas.
A propósito de padres de familia, la gran mayoría de ellos (sin preparación
e información especializada) no son aptos para manejar el tema de la educación
sexual de sus hijos. Para muchos, sería mas
conveniente que no les hablaran de “eso”, “que no les abran los ojos”, mantener
a sus retoños en “la inocencia” como si la ignorancia fuera mas protectora que
el conocimiento. La educación sexual debe estar en manos de expertos
(psicólogos) y no de “opinadores” de psicología que son la gran mayoría de
participantes en la discusión, incluídos los medios de comunicación. ¿Cuántas
personas siguen creyendo que la homosexualidad es “una enfermedad curable”(¡)?
Mas ignorancia, imposible… Por eso, desde esa elementalidad, creyeron también
que la heterosexualidad u homosexualidad se “construyen” leyendo una cartilla o
los profesores la “enseñan” en clase. Si son Dios o la naturaleza los que “nos
hacen” hombres o mujeres ¿por qué
preocuparse? Desde que nacen “ya están hechos” o sea que “oir estupideces” no
les haría daño. ¿O será que no están “bien hechos” por ese ”maravilloso” Dios?
La sexualidad no es sinónimo de anatomía ni se agota en los
genitales. Construir identidad sexual (que no empaque) es el resultado de muchos
factores incluída la historia familiar, la genética y el medio que rodea. La
angustia que culturalmente produce los comportamientos sexuales diferentes,
hace que mas de uno pierda el sentido de la realidad. Y de los afectos. ¿Sucede
así Senadora Morales?
Gloria H. @revolturas

No hay comentarios:
Publicar un comentario