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Familia, Tiempo y Cambio: Una Mirada Psicológica

¡Un momento mágico!

 

La motivación inicial fue la gratitud. Cómo no expresarla nacida del corazón. Cómo no reconocer la huella de la existencia de otros en nuestra propia vida. Cómo no aceptar que somos lo que somos claro, por un esfuerzo personal, pero también por la impronta de los que nos rodean que deja su marca innegable. La conexión existe porque somos seres sociables, estamos ligados unos a otros, la energía fluye y nos contagia. Y tan reconfortante es sentirse tocado por energías amorosas, cómplices, reparadoras. Son momentos mágicos que reconfortan pero sobre todo, nos hacen guardar esperanzas. No todo está perdido. El corazón humano está hecho para la bondad, para la solidaridad, para el acompañamiento. Así existan nubarrones, momentos oscuros, si logramos “tocar” la esencia de otro corazón a través de la gratitud, con seguridad seremos mejores personas y este mundo será un mejor vividero. 

Entonces las circunstancias se fueron dando, como quien junta piezas de un rompecabezas. El grupo de Oye Cali quería decir y decirse gracias. Por lo vivido, por lo compartido, por lo aprendido. Por las similitudes y por las diferencias. Por el “jefe” MF que craneó este equipo, mas al azar y a las corazonadas, que a “serias” razones laborales. Después de tantos años, “sin planeación estratégica” el resultado es un fluir de coincidencias donde todo encaja y nada sobra. Nada ni nadie está de más… y lo que va llegando, pareciera escogido a propósito y no un simple azar del destino. Que en definitiva es como sucede porque la magia impregna espacios como este… ¿Cómo no celebrar entonces ese momento íntimo, sagrado, de la gratitud, alrededor del alimento? A ningún enemigo se lo invita a compartir una mesa. Por ello, la comida, es el representante primario del agradecimiento del corazón.

Vicky Acosta, de Platillos Voladores, se resistió a celebrar Acción de Gracias con pavo, al estilo americano. ¿Por qué no Acción de Gracias vallecaucano? ¿Por qué no marcarlo con nuestro sello regional? Y entonces surgieron 5 platos con sabores nuestros, donde ella y su grupo de colaboradores, decidieron lo mismo para todos en un derroche de sabores que no defraudó por la “imposición” sino descrestó por el acierto de la elección. La decoración del salón, la atención de los muchachos, las palabras de los comensales… cada quien desde su historia, aportó hechos para compartir. Fue un fluir de gratitud que definitivamente impregna para construir recuerdos. Yo estuve allí, yo participé de ello, yo pude tener el privilegio de que la vida me ubicara en ese lugar, yo pertenecí a ese grupo…   

Es la magia de la vida que de pronto nos sorprende con esas coincidencias. No tienen que ser hechos extraordinarios sino la simpleza de la cotidianidad que resuena al unísono con un resultado maravilloso. Un detalle que se une a otro momento y luego a otro y es como si sintieras que la energía te contagia, te invade. Son instantes donde se reúnen circunstancias sencillas pero que al unirse a otras y otras, también sencillas, toman proporciones descomunales de salud emocional. Los amigos, la comida, el lugar, la colaboración, el humor, la risa, los personajes, el detalle, las velas… difícil explicar cómo se construye un momento mágico.  Experiencias como estas “no se compran”, solo se viven y deberíamos intentar multiplicarlas para respirar mejor. Porque un regalo material se desgasta. El recuerdo en el corazón permanece, es eterno… 

Gloria H. @GloriaHRevolturas

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Eres el creador

Tu eres quien está creando todo. el universo solo refleja tu energía.

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¿Con qué resuena?

 

Resonancia significa vibrar en la misma onda, sintonizar con hechos o situaciones que compaginan con lo que se es. Resonancia es entonces algo semejante a “estar de acuerdo”, a ser igual, a concordar. Resonancia es un eco de tu sentir. Como si afuera te devolvieran parte de lo que tu eres. Te reconoces y te reconocen. Un espejo está frente a ti y te miras en él y sabes que eres tu. Ese soy yo. La resonancia entonces es reconocerte afuera, reconocer algo tuyo en ese exterior. En Psicología hablaríamos de proyecciones. 

Podríamos convertirnos en investigadores de nosotros mismos evaluando con qué se resuena. ¿Qué te atrae? ¿qué clase de información te interesa?  A la distancia se la nombra como vacío y se habla de vacíos entre los objetos o las personas. Pero está mas que demostrado que ese vacío no existe. En ese espacio ‘vacío’ hay energía, hay comunicación, existen ondas que conectan un lado con otro, ondas que afectan e impactan. Podría decirse que esas ondas de esa energía te ‘tocan’, te invaden, te alteran o te tranquilizan. La información, el poder más grande del mundo actual, fluye por ese vacío. Conecta, unifica, resuena. Las ondas de la información o de la energía todo el tiempo “pasan por ti”, se introducen en ti, se mezclan con lo que eres, con tus órganos, con tu sentir y vuelven a “salir”. Entonces estamos en un continuo fluir de energía y de información. Cuando salen de ti, tienen algo tuyo, tu marca y de esa manera le ‘aportan’ al mundo tu sentir.

Es así como estamos todos conectados. Se ha dicho en términos científicos que bastan sólo 8 días para que todo tu cuerpo se haya ‘impregnado’ de exterior y ya no eres el mismo de hace 8 días porque has sido permeado del afuera. Intercambio continuo de partículas, ondas, emociones, que te ‘contaminan’, ensucian o limpian de lo que existe a tu alrededor.  Nadie, con un mínimo de conocimiento, se atreve a poner en duda que aquello que llamamos materia (lo que ‘materializa’ los objetos) es energía condensada. Como quien dice que todo lo que existe, lo que nos rodea, es energía. Pero el que no podamos verlo con los ojos físicos, no significa que no exista. Cierre los ojos y el mundo no desaparece, solo porque no lo veas… No vemos el pensamiento “en físico” pero no se puede dudar de que “si” existen los pensamientos. Igual sucede con la energía. Está allí, conectada con tu ser.

Los otros nos tocan con lo que son, así como tu ‘tocas’ a los otros con tu existencia. ¿A quiénes permito que me toquen? ¿Qué autorizo que “entre” e intercambie energía conmigo? Porque no solo al respirar se intercambia energía. Ni tapándote la boca impides ser ‘tocado’ por la vibración que te rodea y que resuena contigo. Estamos totalmente conectados unos y otros de manera que mi responsabilidad social con el afuera no se limita a pagar impuestos y votar. Cada uno de mis actos y de mis palabras “rebotan” o resuenan en mi entorno. Y ahora que estamos tan preocupados con la situación mundial, ¿cuál es tu colaboración en el crecimiento de este caos? Porque sí contribuimos al despelote mundial desde lo que somos. De allí que no se necesiten leyes o mandatos oficiales para  asumir la responsabilidad. Existir, respirar, hablar, es ya un compromiso personal. Es absurdo que nos vamos de este mundo sin haber contribuido, al menos, a que sea mejor de cuando llegamos. ¿Puedo dar fe de ello?

Gloria H. @GloriaHRevolturas

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