jueves, 29 de abril de 2021
miércoles, 28 de abril de 2021
martes, 27 de abril de 2021
lunes, 26 de abril de 2021
¡Tragarse su propio vómito!
Tomás Uribe: “A mi hermano Jerónimo no le gustaban los jugos con pepitas y un día le sirvieron un jugo de fresa con banano. Lo tomó y se vomitó en el vaso. Mi papa se lo hizo tomar”. ¡Impacta! Por cruel y por real. E impacta por ambos lados: por el padre y por el hijo. Tomas o es ingenuo o resentido (o ambas cosas) por no medir las consecuencias de su confesión. Como se dice popularmente ¿tal era su guardado que lo traicionó el inconsciente? Pero también impacta por el padre. Porque refleja lo normal que son para nuestra cultura el maltrato, el abuso y el atropello. Cómo, el que actuó de esta forma, es un hombre que muchos idolatran como un salvador. Cómo un hombre pensante, “educado”, ilustrado, tiene todo el perfil de un individuo cruel. Cómo se cataloga como “buena educación” esta clase de castigos. Cómo nuestra sociedad trata a los niños. Si sucediera hoy y un niño toma el teléfono y denuncia, ¿qué le hacen a ese papá?. Pareciera que para los integrantes del CD es “normal” el maltrato. La hija de Paloma y ahora el hijo de Uribe…
Si un hombre o una mujer son capaces de hacer algo semejante a un niño o niña, ¿qué tienen en su corazón? ¿En su mente? ¿Qué significa querer y cuidar un hijo? ¿Cuál es su historia personal para llegar a esta clase de maltrato? Si un hombre puede hacerle eso a un niño, significa que en su computador personal el maltrato y el abuso son normales y no conoce límites que detengan esa conducta. ¿De qué puede ser capaz? ¿Qué sociedad “educa” esta clase de hombres? ¿Qué decía la madre de esos niños? ¿O estaba tan sometida (pareciera que sí) que no tenía palabra y se debía refugiar (escapar) en la intelectualidad?
Y claro, vuelve y juega la personalidad de Uribe. ¿Qué clase de individuo es? ¿Cuál es su grado de salud mental? Si un papá me cuenta ese maltrato con sus hijos, le recomiendo tratamiento psicológico. Puede escoger hacerlo o no, pero deberá escuchar que en su personalidad existen circunstancias tóxicas que marcaran por siempre la vida de sus hijos. Eso se llama crueldad. La relación de Uribe con su padre debió ser muy semejante a la que practica con sus hijos: ¡allí lo aprendió! Qué tristeza saber que Colombia ha sido el material para exorcizar las relaciones de un hijo con su padre. Porque la historia familiar de Álvaro Uribe está marcada por la dureza de su propio papá. En Medellín conocen como éste los crió con exigencias de disciplina propias de regimiento militar, pero no aptas para educar hijos. Levantadas a la madrugada, exigencias de comportamiento sin tacha, para forjar caracteres sin flexibilidad. Que ahora repite con sus propios hijos… (Pero lo del vomito es fuera de concurso). La actitud del padre marca el carácter de Uribe con una devoción extrema hacia el, para inconscientemente esconder sentimientos que pudieron generarse ante una figura autoritaria y castradora como el patriarca Uribe. Cuando lo mató la guerrilla, Uribe prometió inconscientemente, vengarlo. Y Colombia “en la mitad”, sufriendo los excesos de una historia familiar de hombres patriarcales vengando sus frustraciones. ¿Cómo esperar que tenga consideración hacia las Madres de Soacha si trata así a sus propios hijos? ¿Qué tanta empatía puede sentir hacia personas que no concuerden con su ideología? ¿Salvador de Colombia?
Gloria H. @GloriaHRevolturas
domingo, 25 de abril de 2021
El día que comprendí que...
El día que comprendí que lo único que me voy a llevar es lo que vivo, empecé a vivir lo que me quiero llevar.
jueves, 22 de abril de 2021
No pienses que no pasa...
No pienses que no pasa nada simplemente porque no ves tu crecimiento. Recuerda que las mejores cosas crecen en silencio.
miércoles, 21 de abril de 2021
martes, 20 de abril de 2021
Sabías que tu atraes con tus pensamientos...
Sabías que tu atraes con tus pensamientos y sentimientos personas y eventos a tu vida? Lo haces inconscientemente sean positivos o negativos. Ellos son energía.
Foto de Bas Masseus en Pexels
lunes, 19 de abril de 2021
Sin vergüenza
La vergüenza es el último vestigio de dignidad que le queda a un ser humano cuando lo ha perdido todo… es la última manifestación de decencia. Una persona que pueda experimentar vergüenza todavía es rescatable. Todavía le importan los demás, todavía su mundo tiene interlocutores que debe, al menos, respetar. Esa persona con vergüenza todavía resuena en un mundo ético. La vergüenza está amarrada a la culpa. Si cometí un error experimento culpa y entonces me invade la vergüenza, consecuencia de la culpa, ante el medio en que me desenvuelvo. O ante mi mismo.
Pero si cometo un error y no siento culpa, no voy a sentir vergüenza. Porque no me importan los efectos de los errores, como si viviera en la isla de la fantasía y por lo tanto no hay público al que le afecten mis equivocaciones. Autista, en mi mundo, no hay consecuencias. El Ministro de Salud Fernando Ruiz, hace 7 años, desde su posición ética de médico, explico los daños del glifosato. Muy claro, en un programa de televisión lo dijo. Siete años después, sin vergüenza, forma parte del gobierno que va a implementar la aspersión con glifosato. ¿Ya no hace daño? ¿El Ministro renunció a su ética de médico? Sin vergüenza dice que está impedido para hablar. Todo parece indicar que pudieron mas sus intereses políticos que su ética. Dejó de ser médico para convertirse en bufón. ¿Cómo creerle lo que dice y hace si Colombia entera lo percibe como un hombre sin vergüenza? ¿A quien le es leal: a su ética o al gobierno de turno?
Sin vergüenza es el gobierno de Duque. Soberbio pudo decir que Maduro caería en los próximos días. Primero se va a ir él de la Presidencia que Maduro en caer. ¡No hay vergüenza! Habló de mermelada, habló de impuestos, habló de pobreza, habló de equidad, temas que trataría diferente a su antecesor. Sin vergüenza su amiguismo es descarado. No importa, no pasa nada, es paisaje. Gobernar solo con amigos es una manera de prostituir la política. Hay que venderse entonces al mejor postor, independiente de ideas o criterios de ejecución. Autista, construye un mundo para él que pisotea a los otros porque no existen consecuencias. Es un cinismo que golpea por la dimensión del descaro. La reforma tributaria en plena pandemia es una bofetada que no le produce vergüenza, ni pudor, ni respeto. El Ministro Carrasquilla explicando por qué no toca las bebidas azucaradas, produce vergüenza. El no la siente pero nosotros sentimos pena ajena con sus explicaciones. No toca a los Bancos cuyas ganancias producen vergüenza en medio de la pandemia pero la indignación crece por la inequidad. Tocar las pensiones de la manera descarada, cayéndoles con gravámenes por todo lado como si en Colombia hubiera que pagar por ser viejo. ES un gobierno sin vergüenza, sin consideración porque no importa lo que suceda con el hambre y la necesidad de la calle. Las Iglesias están exentas de impuesto a la renta y en Colombia son un negocio rentable que a ellos no les produce vergüenza pero a los practicantes les genera indignación.
La vergüenza es una protección contra el abuso, una herramienta para tomar conciencia y rectificar. Porque una cosa es no tener vergüenza, y otra ser un sinvergüenza. Decida si separa o junta las dos palabras para calificar este Gobierno. La mesa está servida…
Gloria H. @GloriaHRevolturas
jueves, 15 de abril de 2021
miércoles, 14 de abril de 2021
lunes, 12 de abril de 2021
Educando reyes.
Para constatar si lo que le falta al mundo de hoy es “rejo y chancleta” ante la cantidad de muchachitos y muchachitas “maleducados”, lo invito a responder el siguiente test. Usted mismo se evaluará y decidirá si asume la teoría del golpe y maltrato o…empieza por revisarse para intentar aprender algo mas sobre el oficio de ser padre y madre.
1. ¿Le ha preguntado a su hijo o hija si quiere un hermanito para “encargarlo”?
2. ¿Le dice a su hijo que el es el rey de la casa?
3. ¿Su muñeca es la “princesa” del hogar?
4. ¿Quiénes viven al lado de reyes y princesas: súbditos, esclavos?
5. ¿Cuándo su hijo participa en una competencia es de los que aplaude que a todos los participantes se les de diploma y medalla, así no hayan ganado para evitar la frustración de la pérdida?
6. ¿Rumbea con su hijo y sus amigos y se siente feliz en ese parche?
7. ¿Es de aquellos que le repite a diario a su hijo “eres el mejor”, “tu puedes”, “todo es posible”?
8. ¿Sus hijos deciden cuál es el próximo carro que se compra? ¿Deciden el lugar de las vacaciones?
9. ¿Es de los que dice “no puedo” sacar a la niña de 4 años del cuarto nuestro? Me es imposible, ¡no podemos!
10. ¿Las fiestas de cumpleaños de sus hijos son con orquesta, spa, decoraciones espectaculares, (y desorbitadas) para que su hijo se sienta “el putis boy” del salón?
11. Cuando su hijo pide un objeto le responde “no hay plata” en vez de la contundente verdad “no lo necesitas” para evitarle frustraciones?
12. ¿Es consciente de que “vive para sus hijos”?
13. ¿Le da culillo ir a comprarse una camisa para usted o unos zapatos para la mamá y no comprarle “nada” a su hijo?
14. ¿Lo carcome la culpa después de oir un “te odio” al haberle puesto un límite a su retoño?
15. ¿Su hijo todavía sigue siendo su “bebe” a los 4 años?
16. ¿Su casa ha terminado siendo un restaurante donde el niño come “a la carta”?
17. En su hogar se instaló la cultura del chantaje: cada vez que requiera que su hijo cumpla con una obligación (tomarse un remedio, ir donde el médico), hay un premio de por medio?
18. ¿Si la mascota de la casa muere, corre a comprar reemplazo para evitar el sufrimiento?
19. ¿Un juguete dañado es un juguete reemplazado?
20. ¿A menudo se arrepiente del castigo dado y lo sustituye por la promesa de que “no lo vuelvas a hacer” y listo?
Claro, los empoderamos, les dimos un lugar privilegiado y cuando queremos ser autoridad encontramos con que ese es un rol vilipendiado, pisoteado (por mi mismo). ¿Que me queda para “recuperar” estatus? La chancla, el maltrato, la humillación. Y luego nos quejamos de su comportamiento. Los incoherentes somos los adultos, no ellos, educados en el reino del “todo se puede”. Podríamos seguir la lista de “horrores” donde papá y mamá han perdido el sentido de autoridad y jerarquía y donde realmente está la irresponsabilidad de las nuevas generaciones. No es la falta de chancleta. Es la ausencia del rol de padre y madre porque no se ha ejercido en forma equilibrada. Ni siquiera se busca capacitación en esa área: solo se repite lo que hicieron con nosotros. Como si el mundo fuera el mismo… Por algo, los hijos se están reemplazando por mascotas. Es mas fácil y genera menos culpa. Usted decide.
Gloria H. @GloriaHRevolturas
domingo, 11 de abril de 2021
jueves, 8 de abril de 2021
miércoles, 7 de abril de 2021
martes, 6 de abril de 2021
lunes, 5 de abril de 2021
¡Péguele!
Hagamos un simple ejercicio. Péguele a una persona de su tamaño (y edad) como lo hace educando (¡) a uno de sus hijos e hijas y espérese a ver como reacciona. Observe de qué manera ese interlocutor le responde. ¿Cree que se queda quieto, agacha la cabeza y llora? ¿Es de los que cree que “sólo” le pregunta ¿pero por qué? O su reacción es de infinita rabia y querer devolverle, en la misma medida y aun mas, el golpe que usted le propinó? El ejercicio es interesante porque retrata de cuerpo entero cómo abusamos de nuestros hijos e hijas, a nombre del “amor paternal” y del derecho (?) que me ampara porque soy su padre o su madre. Con otro de mi “mismo tamaño” no podría. El lío sería de nunca acabar… Entonces la pregunta de fondo, ¿de tanto verlo como paisaje, el maltrato se ha normalizado? ¿No distinguimos entre el golpe, la humillación, el grito, la chancleta y el abuso? Además, el que el hijo o hija “acepte”, llore o se aguante, no significa que no “acumula” rabia e indignación. Cuenta de cobro que queda “pendiente” y no se sabe cuándo y dónde pasará la factura. ¿Nuestra violencia visceral podría tener en el maltrato “dado con amor” una explicación lógica? ¿Es allí donde estamos cobrando la normalidad de la violencia, de generación en generación? Así, muy orondo exprese “no me traumaticé”, déjeme decirle que no le creo de “a mucho”. ¿En qué escenario lo “cobra”? ¿Quién es la víctima de su factura emocional? ¿Con cuántas personas suele ser intolerante y furioso?
El maltrato y el abuso cosido al amor y al afecto es de lo mas perverso que podemos construir. Quienes mas me quieren son los que mas mal me tratan. Como quien dice que no puede existir amor sin maltrato: ¡son sinónimos! ¿Dimensiona el tamaño de esta premisa? Es lo que transmitimos al imaginario de los niños, que muy “obedientes” repiten el maltrato y la agresión como actitud normal del día a día. El bulling es la manera natural de relación entre unos y otros. La crueldad “educativa” que muchos consideran sana, es un abuso de poder que se refleja en la prevención e intolerancia ciudadanas. Vivimos a la defensiva porque si mis padres, que “tanto” me quieren me tratan así, ¿qué mas puedo esperar?
La violencia, la crueldad, el maltrato, no son buenos educadores. Los resultados de la filosofía “la letra con sangre entra” son miedo, rabia, indignación, venganza, timidez, injusticia. El que muchas generaciones se hayan educado así, no significa que no exista daño, escondido en patologías que deambulan por la calle. O es de los que se ufana del “equilibrado” mundo en el que vivimos. Cada papá o mamá que golpee a un hijo está sembrando la semilla de justificación de la violencia. Lo que pasa es que a las nuevas generaciones no se las puede someter como a las anteriores. El que haya conductas extremas de hijos “igualados” no es por falta de rejo sino por falta de autoridad, muy diferente a autoritarismo y maltrato. No saber educar no justifica usar cualquier método como ejercicio de sometimiento. La pérdida del poder parental es muy dolorosa. Y humillante. La violencia queda como única forma de conseguir el objetivo del poderoso, llámese padre, madre, profesor, político. Si queremos una sociedad equilibrada, necesitamos cambiar el “porque te quiero te aporreo”… ¡Es la tarea!
Gloria H. @GloriaHRevolturas
domingo, 4 de abril de 2021
Es fácil decir lo que pensamos...
Es fácil decir lo que pensamos, el gran desafío de estos tiempos es aprender a decir lo que sentimos.














