martes, 29 de abril de 2014

Niño(!) frente a Falcao


A raíz de la agresión de Jonathan Vega a Natalia Ponce, que “movió” tanto a los Medios, hubo muchas “opiniones” sobre la maldad de Jonathan y cómo ese hombre debió condenarse en los infiernos (no sé si al mismo lugar donde Ma. Fda Cabal mandó a Gabo), pero infierno al fin y al cabo. Algunos “opinadores” de los Medios no dudaron hasta en insultar a los profesionales de la Medicina por excusar a Vega diciendo que ahora “como loquito” los psicólogos justificarían su comportamiento eximiéndole de la responsabilidad de sus actos. Qué pena, pero es que (nos guste o no) la enfermedad mental ¡existe! No se escoge voluntariamente ser esquizofrénico, bipolar o psicótico. La enfermedad mental nos salpica a todos como sociedad y cada quién tiene un mínimo de responsabilidad en la conducta patológica de los que nos rodean.

Pues bien, entre lo que mas se le preguntó a los psicólogos es cómo detectar un comportamiento enfermizo. Si la enfermedad convive con la “normalidad” ¿cómo descubrirla? Respuesta compleja. Lo que si es claro es que un comportamiento “así” difícilmente se forma de un día para otro. Lenta, pausadamente, se va gestando. Detalles, actitudes, hechos de la vida cotidiana, herencia, amistades, relaciones vinculares, frustraciones, ilusiones, “todos a una como en Fuenteovejuna” van formando el engranaje de la enfermedad.

Por ello, qué pena “aguar la fiesta” pero desde la mirada psicológica (les recuerdo a los incrédulos que la Psicología es una Ciencia) es importante precisar que el comportamiento del adolescente (niño no, tiene13 años) que se “enloqueció” de felicidad frente a Falcao no es sano. No puede ser sano ese desborde de emotividad donde la idealización lleva a un comportamiento histérico. No es benéfico ni retrata un mundo armónico. Por el contrario en ese exceso de idealización se encierra una bomba de tiempo: la persona nunca construye su propia identidad, depende en cada momento de su ídolo y es como si viviera “en cuerpo ajeno”. Ninguna idealización es positiva, ni de papá o mamá o de novia, hermano, amigo o profesor o Dios. Idealizar es peligroso porque por un ídolo (bueno o malo) se llega a cometer cualquier exageración. Guardadas las debidas proporciones, (ojo, quiero que se lea con lupa) Vega idealizó a Natalia y la “perseguía” desde su mundo patológico. La realidad se deforma y sólo se mira a través de los ojos del ídolo. El “españolito” como dijo Jorge Enrique Rojas en su crónica, ha idealizado a Falcao y su vida gira en torno a este futbolista por lo que el sentido de su vida es ser como él, parecerse a él, no defraudarlo.

La idealización, cualquiera que sea, puede ser un camino a la patología. La histeria del adolescente frente a su ídolo es angustiante. Son momentos en que Michael no sabe si está contento o la emoción es tan desbordada que “sufre”, se atora con ella, por lo que siente frente a lo que mas anhela. La felicidad empañada por un desborde histérico de emotividad. Sí, se que es un preadolescente pero con la información dada, se concluye que su frágil personalidad es propensa muy posiblemente a los excesos. O de alegría, o de frustración, o de tristeza, o de abandono, de lo que sea, pero no existe un cauce por donde puedan fluir de la manera mas sana posible, las emociones. Cualquier psicólogo lo advertiría: no es sana la emotividad desbordada, así sea frente a Falcao. La salud mental de una sociedad también es responsabilidad de los Medios: ¡no podemos ser tan inconscientes!

martes, 22 de abril de 2014

El twitter de Ospina


El Tribunal Superior del Distrito Judicial de Cali, Sala Laboral, con firma de sus 3 magistrados Ferney Arturo Ortega, Carlos Alberto Oliver y Antonio José Valencia, revocó la sanción de desacato que me impuso el Juez 13 laboral de Cali, por la tutela que Jorge Iván Ospina instauró en contra mía y del periódico El País. Sin embargo, lo preocupante es la actitud del señor Ospina días antes de que se emitiera ese fallo. Allí está el quid del asunto.

Ospina cuando fue alcalde de Cali generó situaciones o conductas que actualmente son objeto de investigación y será la Justicia quien dirá la última palabra. Pero si eso ya es delicado, lo que se produce con su actual actitud es muchísimo mas grave. Un político furioso, que no resiste las críticas y que además “escoge” perseguir a una mujer (contra nadie mas instaura denuncias) y que olímpicamente miente o inventa decisiones de los jueces, es definitivamente una conducta preocupante. 

Ospina no tuvo ningún escrúpulo al publicar en su cuenta de twiteer mentiras que ni siquiera hoy, semanas después, se ha dignado rectificar. En efecto, publicó el 14 de marzo pasado a las 2 de la tarde lo siguiente: “Por desacato al fallo de tutela en 1era y 2da instancia a mi favor, columnista Gloria H debe pagar 3 días de arresto y cuantiosa multa”. Si se tiene en cuenta que el fallo de segunda instancia, mediante el cual revoca y declara improcedente el desacato, es del 19 de ese mes, entonces, qué hacer con la publicación mentirosa del Dr. Ospina en las redes sociales que afecta mi buen nombre? Será que él no está obligado a retractarse de esa falacia.? Ese es el resultado cuando se piensa más con el deseo, con las entrañas, que con la razón. Su deseo era que yo fuera a la cárcel y pagara multa. El tribunal lo refuta pero, no pasa nada. Va a ir al Senado de Colombia con su filosofía de vida, la que lo ha acompañado toda su existencia, con los pendientes de su historia familiar, con su deseo de retaliación tan marcado, con su rabia y su deseo de persecución a lo que él considera mas débil. Va ahora al Senado a “expedir” leyes. Pero si es capaz de inventar “tan fácil”, ¿qué nos espera de su paso por el Congreso?

Ospina podría ir a Venezuela donde los cuestionamientos están prohibidos, donde se ataca al mas débil, donde la Justicia la utilizan los poderosos para aplastar a otros. En Colombia, señor Ospina, afortunadamente la Justicia sabe leer e interpretar de acuerdo a las normas, respetando el fuero interior y siendo imparcial. Pero como tantas otras veces, he aprendido que no existe luz sin oscuridad, las palabras mentirosas de Ospina donde quiso manipular a su propios seguidores y la opinión pública con un fallo inexistente, sirvieron para encontrar en mi caso un plebiscito de apoyo y solidaridad que agradezco de corazón. Además, porque me permitió conocer y relacionarme con un abogado de las calidades y condiciones del doctor Jorge Mario Salazar. Para él y su padre, el Dr. Salazar, no tengo sino admiración y agradecimiento. Y es cuando se concluye que cuando se es fiel a un compromiso nada ni nadie puede derrotarte. Espero señor Ospina que tenga las agallas para reconocer que se equivocó y así como exigió rectificación, con Jueces de por medio, rectifique las mentiras que escribió. A no ser que crea que existe una ley para el pueblo y otra para los políticos. Claro, y si conoce algo de ética…

miércoles, 9 de abril de 2014

El hueso de De la Espriella


Abelardo De la Espriella, abogado de Natalia Ponce de León, la mujer a la que le tiraron ácido en la cara, tuvo la “genialidad” de lanzarle un hueso a Jonathan Vega, el hombre acusado de la agresión. De la manera mas premeditada y calculada posible, De la Espriella le tira el hueso y le grita “allí te tiró ese hueso perro” a la salida de la reunión de indagatoria. De la Espriella quiso lucirse y motivado mas por la rabia y la retaliación considera, con su accionar, que las agresiones (cualquiera que estas sean) se justifican cuando proceden del lado de los buenos (!), de los inteligentes (!), de los que tienen la razón (!), de aquellos que tienen justificaciones para vengarse(!). Sin embargo, esas actitudes totalmente MACHISTAS lo que demuestran es que existen acciones buenas, cuando las practican los buenos (!) y malas cuando las practican los malos (!) Pero el que tiene el poder y es dominante (el bueno) tiene razones plenas para hacer lo que se le venga en gana y además puede “acomodar” la ley a su amaño. Malo, malísimo el accionar de Jonathan pero genial (!) brillante, lo de De la Espriella. ¿Será que sí?

De Jonathan Vega llaman la atención varias cosas, incluídos su frialdad y cinismo, hasta casi desfachatez. Su forma calculada y premeditada (ojo, igual que De la Espriella), de organizar la acción, donde lo único importante es “realizar el hecho” sin medir las consecuencias de los actos. “Mi rabia y mi poder dan autorización para comportarme como me dé la gana”. Jonathan dice que no acepta “intento de homicidio” porque él sólo quería hacerle daño. No sé si Natalia o las otras mujeres agredidas preferirían mejor muertas que quemadas, viviendo con esa huella perenne en sus rostros y en sus vidas. A Jonathan no se le percibe arrepentimiento sino desafío, indiferencia, frescura. Claro, son interpretaciones pero su actuar parecieran corroborar lo que transmite.

Pero lo De la Espriella es indignante como “representante” de una sociedad cuerda, equilibrada, intelectual y seria. Y es machismo es toda su dimensión porque el machista maneja la ley, hace lo que se le da la gana, domina y atropella “a nombre de su verdad”, justifica su actuar porque es “defendiendo” a una mujer indefensa, por lo tanto válido. No logra vislumbrar qué tan parecida es su actuación con aquella que censura, claro, no le quema el rostro a otra, pero humilla a un agresor con la filosofía de que el acusado no tiene derechos por respetárseles. Si vamos a vivir bajo la Ley del Talión, “apagá y vámonos”. La prepotencia de la ignorancia dice que Jonathan Vega no tiene ni siquiera la opción de analizar si en su psiquismo existen problemas mentales porque no va a justificar su actuar “haciéndose el loco”. Si, puede intentar pasarse por enfermo pero existen pruebas psicológicas que detectan su grado de patología. Qué pena pero los problemas mentales ¡existen! El que convivamos con seres enfermos en nuestro entorno, incluída familia o trabajo, y no nos demos cuenta, no significa que no se den estos casos. Los problemas mentales nos “salpican” a todos en la sociedad y por no saberlos manejar, no quiere decir que retrocedemos a la época de “buenos y malos” por muy grave que sea el delito. La indignación totalmente emocional no puede llevarnos a convertirnos en De la Espriella con la doble moral e incoherencia mas aterradoras. Pero…eso somos como sociedad. ¿Necesitaremos psicólogos?

martes, 1 de abril de 2014

Dios “promociona” pecados.


Según el decreto 120 G/14 del arzobispo de Medellín Ricardo Tobón, en Cuaresma y dada la llegada de la Semana Santa, durante “esa” temporada, se perdonarán ciertos pecados (!) tales como el aborto. Pero hay que cumplir con ciertos requisitos: debe saber si esa parroquia y ese sacerdote tiene “autorización” para ello. Como quien dice que gracias a la promoción (!) o a la oportunidad, en Semana Santa se podrá perdonar el aborto. Hay que tener verdadero arrepentimiento, pero dada la fecha, en Semana Santa algunos confesionarios tendrán mas espacios y “promociones” especiales para ciertos pecados, entre ellos el aborto.

Leí varias veces la noticia para no caer en “error de lectura”. La información la trajo el periódico El Tiempo en su edición del domingo. Según parece “cualquier sacerdote” no puede perdonar este pecado: el aborto necesita “perdón de arzobispo”. Dada la gravedad (!) del hecho cuando se vaya a confesar usted debe pasar por una auditoría previa y preguntar si su pecado califica para sacerdote o arzobispo. Una vez “anunciado” su pecado, le determinarán el lugar y el personaje encargado de absolverlo para obtener perdón. Pero ahora en Cuaresma se han modificado las condiciones. El decreto “amplía” el lugar y el numero de encargados de perdonar. Hay parroquias señaladas para esta misión, otras no. Recuerde que no todas clasifican y Dios (allá arriba) debe estar señalando con marcador las parroquias “escogidas” para el privilegio y cuales no clasifican para el perdón. Parece que en el Valle no se ha dado esa promoción y el decreto sólo cobija ciertas parroquias antioqueñas. Además, de acuerdo a la información, Dios está dando “descuentos especiales” o “facilidades de pago” de acuerdo a la temporada. Un perdón, entiendo, absolutamente selectivo y ubicado. O sea que aquí en el Valle o en el resto de Colombia, las mujeres (quien si no) deben buscar arzobispo para confesar su pecado de aborto. La promoción no las cobija a ellas.

Lo leía y no lo podía creer. No si la sensación fue de risa o de compasión. Me imagino que la intención es absolutamente buena (e ingenua) pero la lectura es definitivamente desastrosa. ¡Pecados en promoción! La supuesta gravedad del hecho disminuye o aumenta de acuerdo a la temporada, al lugar y al funcionario encargado de dar la absolución. No me imagino a un Dios “promocionando pecados”. Ese es el Dios del miedo, de la persecución, el Dios “viejo” que pretendió asustar, el que censura la sexualidad, el del infierno, el que “obliga” a estar en pareja aun cuando el amor se haya acabado. Pero el Dios de amor, un Dios generado en concepciones mas sanas y menos culposas es un Dios que no perdona, ni excomulga, ni persigue. ¡No tiene por qué hacerlo! También sorprende, claro está, la dureza de la Iglesia para tratar el aborto (tema mujer) que ahora en Cuaresma “perdonará mas fácil” pero ni los asesinatos ni los secuestros ni las violaciones “necesitan” tanto prerrequisito. Esos no necesitan promociones o lugares especiales o “calidad” del perdonador. “Estos” pecados los puede perdonar cualquier sacerdote, independiente de su jerarquía. El aborto “sólo” lo perdona arzobispo, excepto durante esta “promoción de semana santa”. ¿Por qué tan desubicados? ¿Por qué tan machistas?